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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1965
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1965
w65 15/8 pág. 512

Preguntas de los lectores

● Después de que Jehová derribó al primogénito de Egipto, Faraón finalmente dijo a los israelitas que podían salir de Egipto, diciendo: “Váyanse. También, ustedes tienen que bendecirme además.” (Éxo. 12:32) ¿Qué quiso decir Faraón con esto?

Faraón quiso decir exactamente eso—quería una bendición. Después de haber concedido permiso a los israelitas con todos sus rebaños y vacadas para que se marcharan, no quería que se fueran ellos ni su caudillo Moisés todavía maldiciéndolo y deseándole mal. Él había sido plagado suficientemente. Ahora, al fin concedió lo que el Dios de Israel le exigía. Puesto que los israelitas querían sus vacadas y rebaños a fin de hacer sacrificios a Dios, Faraón, al dejar salir a estos animales, quería que los israelitas tuvieran presente al ofrecer sacrificios a Jehová su Dios que hicieran súplica a Dios por Faraón y su pueblo, para que todos pudieran ser sanados de los efectos de las terribles plagas asestadas contra ellos.

El que Moisés y Aarón y los israelitas hayan prestado atención a su petición y hayan orado a Jehová a favor de él es otra cosa. Una cosa fue el que Faraón pidiera una cosa y otra el que se le concediera a él ese favor. De hecho, él se probó indigno de que una bendición se pronunciara sobre él por Moisés y los israelitas, porque él tuvo un cambio de corazón hacia lo malo. Esto se muestra en que, después de recibir el informe de que los israelitas aparentemente estaban atrapados en el mar Rojo, él reunió con fines militares a todo su ejército y salió en perseguimiento de ellos para destruirlos o para hacerlos regresar a la esclavitud. Faraón no mereció ninguna bendición.—Éxo. 14:5-9.

● ¿Cuál es el significado de Eclesiastés 10:11? Dice: “Si la serpiente muerde cuando no resulta ningún encantamiento, entonces no hay ninguna ventaja para el que usa la lengua.”

Si una serpiente muerde a un encantador de serpientes antes de poder encantarla, entonces no hay ninguna ventaja en que sea un encantador de serpientes. Si sabe encantar a una serpiente y no lo hace, de seguro será mordido y no hay ninguna ventaja en que sea amo de la lengua para encantar serpientes. Así mismo, si tenemos el poder de protegernos mediante el uso de la lengua de la manera correcta, pero no usamos la lengua de esa manera y somos mordidos o lastimados, entonces no hay ninguna ventaja o provecho en que tengamos la habilidad para usar la lengua para autoprotección. Si tenemos conocimiento y habilidad, entonces para que éstos sean de ventaja para nosotros para salvaguardarnos de daño o pérdida, debemos usarlos sin demora. Es demasiado tarde usarlos después de que se ha hecho el daño. Compárese con Eclesiastés 10:8.

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