Cuando el reino de Dios entra en poder
POR miles de años hombres de fe han vivido con la expectativa ansiosa del día en que el reino de Dios comience a regir. Han sentido la profunda necesidad que existe de que Dios intervenga directamente en los asuntos de la Tierra. ¿Quiere decir esto que Dios no ha sido Rey durante los siglos del pasado?
No, porque Jehová Dios siempre ha sido el Gobernante Supremo del universo. “Él es el Dios vivo y el Rey hasta tiempo indefinido,” dice la Biblia. (Jer. 10:10) Pero aquí en la Tierra su gobernación ha sido desafiada. No obstante, por sanas razones y con un propósito amoroso en mira, Dios ha permitido que gobiernos humanos bajo la influencia de Satanás gobiernen por un período de tiempo fijo.a
Sin embargo, Jehová prometió que al fin de ese tiempo tomaría acción directa contra todos los rebeldes y opositores de su gobernación. Y él haría que la Tierra y sus habitantes volvieran a estar completamente bajo su gobernación. ¿Cómo?
Sería por medio del Reino, un nuevo gobierno celestial bajo su Hijo Cristo Jesús. De modo que la entrada de ese reino en el poder significa que se acercan grandes cambios. Significa que Jehová Dios le ha dado a su Hijo “gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él.”—Dan. 7:13, 14.
Ese acontecimiento ya ha tenido lugar en el cielo. La autoridad del Reino ya le ha sido dada al Hijo de Jehová. ¿Le parece extraño eso? Es posible que así sea, especialmente en vista de las terribles condiciones que afligen a la humanidad. Pero, realmente, es debido a estas mismas condiciones que podemos estar seguros de que es verdad. ¿Por qué se dice esto?
Se dice porque no todas las criaturas reciben con gusto la entrada del reino de Jehová en el poder. No toda persona quiere vivir bajo un gobierno que insiste en la justicia. (Luc. 19:11-14) Por esta razón, desde hace mucho tiempo Jehová hizo que se registrara en su Palabra que cuando él ‘empezara a gobernar como rey’ con referencia a la Tierra las ‘naciones se airarían.’ (Rev. 11:17, 18) Predijo que, cuando él diera a su Hijo poder para actuar, sería necesario que él dijera: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.”—Sal. 110:2.
Cristo Jesús entonces echaría a Satanás del cielo, la sede de gobierno, arrojándolo a la vecindad de la Tierra, en preparación para ponerlo completamente fuera de acción. En los cielos entonces se haría el grandioso anuncio: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo!” (Rev. 12:5, 7-10) Pero para la Tierra, ¿qué?
La Biblia pasa a suministrar la respuesta: “Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Rev. 12:12) Sí, el que el reino de Dios comience a regir no significa paz y justicia inmediatas en la Tierra. Al contrario, esto hace que comience un período de dificultades sin precedente para los habitantes de la Tierra.
¿Estamos viviendo en realidad en ese período de ayes ahora mismo? ¿Cuál es el significado de las terribles dificultades que ahora existen en toda la Tierra? Veamos.
[Nota]
a Por qué Dios ha permitido la iniquidad hasta nuestro tiempo se consideró en el número del 15 de junio de 1969 de La Atalaya.