El amor genuino identifica a los discípulos de Cristo
JESUCRISTO declaró que otros podrían identificar a sus seguidores como discípulos de él por el amor que tendrían entre ellos mismos. (Juan 13:35) Debemos esperar que éste sea el caso también hoy día. Basados en sus propias observaciones, cantidades crecientes de personas en todas partes han quedado convencidas de que los testigos cristianos de Jehová de veras despliegan tal amor entre ellos mismos.
Algunos se han asombrado al ver los cambios de actitud y acción que han efectuado aun personas que solo están estudiando con los testigos de Jehová. Un hombre que en 1970 cumplía con una condena de prisión en California relata: “Al principio de mi condena en el campo-prisión empecé a participar en un grupo afroamericano. Yo me había hecho antiblanco y antirreligión. Pero en el campo tuve la oportunidad de ver cómo dos hombres trataban de vivir su vida en conformidad con la voluntad de Dios.
“Estos dos hombres, uno blanco y el otro negro, habían convenido en estudiar con un testigo de Jehová. Observé muy cuidadosamente a estos dos hombres, porque trabajábamos y comíamos juntos y también vivíamos en el mismo dormitorio. Como yo estaba en contra de la religión, a menudo me burlaba de ellos. Periódicamente hablaba con ellos acerca de Dios, y ellos me contaban acerca de Jehová. Su fe era fuerte. Tenía que serlo bajo las circunstancias, pues casi todos se burlaban de ellos y mentían acerca de ellos. Pero ellos continuaron mostrándose amor y bondad el uno al otro así como a los que se mofaban de ellos.”
Lo que observó este hombre lo impresionó profundamente y con el tiempo, después de ser puesto en libertad, contribuyó a que estudiara con los testigos de Jehová. Hoy él, también, se está esforzando por vivir en armonía con la voluntad de Dios.
Un joven en las Filipinas tuvo una experiencia similar. Su madre se hizo testigo de Jehová pero él no tenía interés especial en la Biblia. Comenta: “Mi madre me llevaba al Salón del Reino, aunque yo no estaba realmente interesado. En el Salón del Reino veía cómo actuaban los Testigos jóvenes. Eran bondadosos y amigables. No había ninguna hipocresía en ellos. Trataban de vivir como cristianos verdaderos. Empecé a asociarme con ellos y esto me hizo hacer grandes cambios. Dispersé el grupo de vándalos que había organizado y dejé de fumar. Pronto mi madre no tuvo que pedir que la acompañara al Salón del Reino. Yo lo hacía voluntariamente.”
En cuanto a lo que ha experimentado desde entonces, dice: “He hallado la vida más significativa. Hay tanto por lo cual vivir al tiempo presente y en el futuro. En el pasado hallé que mi vida estaba llena de frustraciones. Todo era una pérdida.”
Si usted nunca ha asistido a un Salón del Reino, ¿por qué no considera ésta su invitación para ir? Vea por usted mismo si el amor genuino se halla en evidencia entre los testigos cristianos de Jehová.