Apreciando a los que practican su fe
UN REPORTERO de una revista tuvo en Corea una conversación con un testigo de Jehová que le habló acerca de la esperanza del paraíso, y de que la gente no se enfermará ni morirá. Él pensó: “Este hombre no parece anormal, pero ¿cómo pueden personas inteligentes creer cosas como éstas?” Se resolvió a escribir un artículo de revista denunciando la manera en que la religión engaña a la gente. Con este fin, empezó a asistir a las reuniones y a estudiar con los Testigos. ¡También investigó cómo los Testigos practicaban sus creencias y se asombró cuando se dio cuenta de que en realidad lo hacían! Rápidamente pudo ver que eran celosos en vivir su fe y en mostrarse amor unos a otros. Ahora empezó a estudiar con ahínco. Terminó en veintitrés días su estudio del libro La verdad que lleva a vida eterna. Entonces escribió su último artículo de revista. Fue en cuanto al Creador, Jehová, y su maravilloso propósito para con la humanidad. En un mes había dejado de fumar y también renunció del personal de la revista. Desde el segundo mes empezó a proclamar el reino de Dios de casa en casa con los Testigos, y desde el tercer mes estaba dedicando cien horas y más al mes a esto. Muy pronto se bautizó, y continúa dedicando todo su tiempo al servicio de Dios, conduciendo diez estudios bíblicos de casa propios con personas que han mostrado interés. Él mismo se regocija ahora por tener una fe viva.