El asistir a las reuniones promueve la madurez
UNA familia de Fagaalu, en la Samoa Americana, aceptó estudiar la Biblia con unos misioneros de los testigos de Jehová. Rara vez sucedía que la familia no tuviera su estudio bíblico en su hogar, pero no podían ver la necesidad de asistir a las reuniones de la congregación. Les parecía que bastaba con su estudio particular en su hogar. Cierto día la misionera decidió probarles que necesitaban las reuniones. Les trajo una hoja del repaso escrito de la Escuela Teocrática, que se celebra semanalmente en el lugar de reunión en el Salón del Reino. Este matrimonio no supo muchas de las respuestas. Se les señaló que se beneficiarían de muchas maneras diferentes si asistían a las reuniones, y el repaso era una de estas maneras. Entonces la familia hizo el esfuerzo de venir a las reuniones, y hoy varios miembros de ella están bautizados y muy activos en llevar las buenas nuevas del Reino a otras personas.