La Palabra de Dios es viva
¿Escuchará usted el consejo?
¿HA RECIBIDO usted alguna vez consejo, como en el caso del joven de esta ilustración? Quizás se le dijo que ciertas asociaciones eran perjudiciales, o que cierto proceder pudiera ocasionarle dificultades y hasta pudiera resultar en que usted incurriera en el desagrado de Dios. ¿Escuchó usted el consejo? Algo que ocurrió al pueblo de Dios en tiempos antiguos muestra lo importante que es el prestar atención al consejo.
Después que Dios libró a los israelitas de Egipto, El les dio instrucciones de que no se asociaran con personas que adoraban a otros dioses. Dijo: “No has de celebrar un pacto [o, un acuerdo] con ellos ni sus dioses.” Tampoco se permitiría que estos adoradores de dioses falsos permanecieran en la tierra. La razón que Dios dio al respecto fue: “Para que no te hagan pecar contra mí.” (Exodo 23:32, 33) Pero, poco antes de entrar en la Tierra Prometida, muchos israelitas no hicieron caso de esa advertencia. ¿Qué pasó?
El profeta falso Balaam hizo que las mujeres de Moab y Madián, quienes se ven en la lámina, invitaran a los israelitas a un banquete en el cual se sirvió el mejor alimento y el mejor vino. Verdaderamente, fue imprudente que ellos aceptaran tal invitación de adoradoras de dioses falsos. Sin duda, a muchos se les aconsejó que no fueran. Pero, no escucharon el consejo. Fueron de todos modos.
Durante el banquete los israelitas se relajaron debido al comer y beber. Además, las moabitas y las madianitas probablemente bailaban de manera sensual, lo cual despertó las pasiones de los hombres. Los israelitas descuidaron su vigilancia, de modo que estas mujeres los indujeron a tener relaciones sexuales con ellas. Hasta lograron que los israelitas se inclinaran ante dioses falsos. ¿En qué resultó aquello?
La cólera de Jehová ardió contra su pueblo, y les mandó una plaga. No obstante, uno de los israelitas trajo a Cozbi, hija de uno de los jefes madianitas, al propio campamento de los israelitas. La llevó a su tienda para tener relaciones sexuales con ella. Pero Finees, hijo del sumo sacerdote israelita, irrumpió en la tienda y traspasó a ambos con una lanza. Con eso Jehová detuvo la plaga. Sin embargo, 24.000 israelitas murieron porque no escucharon el consejo.—Números 25:1-15; 31:16.
¿Hay una situación parecida hoy? Sí, la hay. (1 Corintios 10:11) Ahora estamos muy cerca del nuevo sistema que Dios ha prometido, listos para entrar en él como los israelitas que estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida. A juzgar por los ejemplos del pasado, ¿qué esperaría usted que trataría de hacer Satanás? Sí, procuraría envolver al pueblo de Dios en situaciones en las cuales cometiera inmoralidad sexual, de modo que Jehová los juzgara indignos de entrar en el justo nuevo sistema de él.
Así que, cuando usted reciba consejo en cuanto a evitar situaciones que pudieran llevarle a cometer fornicación, ¿qué hará usted? Sea sabio. ¡Escuche el consejo!