Se salva un matrimonio
“Hace un año nos parecía que estábamos listos para divorciarnos”, informa cierto esposo de Nueva Caledonia. ¿Por qué? Faltaba la comunicación entre la pareja, el temperamento de cada uno era diferente, había problemas de salud y la esposa padecía de los nervios. Después de diez años de casados, los dos estaban convencidos de que su matrimonio había sido un fracaso.
Cierta mañana la esposa consideró sus problemas con una vecina. La vecina, que resultó ser testigo de Jehová, le dijo cómo el consejo práctico de la Biblia ayudaba a resolver los problemas de familia. Luego, cuando el esposo se enteró de esto, no quedó favorablemente impresionado. Según él, nada cambiaría el temperamento ni la personalidad de su esposa. No obstante, dentro de poco la esposa se puso a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Ella escuchó atentamente a medida que le explicaban los principios bíblicos y trató de ponerlos en práctica en su vida.
El esposo informa: “En unas cuantas semanas empecé a notar cambios en la personalidad de ella”. Perplejo, concordó en asistir a una asamblea de distrito para ver de qué se trataba. Los discursos que se pronunciaron allí tuvieron un efecto profundo en él. Comenzó a estudiar la Biblia junto con su esposa, y admite: “Ahora hemos hallado la base para una vida de familia verdaderamente feliz. Y mi esposa y yo nos sentimos muy felices de compartir con otros esta solución para los problemas de familia... de hecho, para todos los problemas a los cuales se enfrentan los humanos hoy”.