Como un árbol
“LOS poemas los hacen tontos como yo, pero solo Dios puede hacer un árbol.” Al cantar las muchas virtudes de los árboles el poeta Joyce Kilmer atribuía de este modo a Dios el mérito de su creación.
Jehová Dios ha hecho una gran variedad de árboles, que difieren en esplendor y utilidad. Tanto los árboles enanos como los gigantes pueden hacer gala de una belleza de difícil descripción. Además, los árboles suministran alimento, combustible y cobijo. Y los constructores siguen hallando nuevos usos para la madera.
En la Biblia a veces se utilizan los árboles en sentido figurado para representar reinos, gobernantes y personajes. (Ezequiel 31:1-18; Daniel 4:10-26.) Se hace referencia a los árboles en relación con las condiciones gozosas, pacíficas y fructíferas que resultan del reinado de Jehová y la restauración de su pueblo. (1 Crónicas 16:33; Isaías 55:12; Ezequiel 34:27; 36:30.) Las Escrituras también prometen que los días del pueblo de Dios serán como los de un árbol. (Isaías 65:22.) Esta promesa es significativa cuando pensamos que la vida de algunos árboles se extiende por siglos.
Un salmista bíblico dijo que el hombre que se deleita en la ley de Dios “ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito”. El árbol frondoso plantado al lado de una abundante fuente de agua recordó al salmista la prosperidad espiritual de que disfruta la persona cuyo “deleite está en la ley de Jehová”. (Salmo 1:1-3.) Si usted verdaderamente se deleita en la ley de Dios y en su Sagrada Palabra, sus días pueden llegar a ser como los de un árbol. Es más, si actúa según el conocimiento exacto de Jehová Dios y de Jesucristo, puede tener la esperanza de vivir para siempre. (Juan 17:3.)