Las buenas obras glorifican a Dios
LOS auténticos cristianos dan gloria a Dios mediante su buena conducta y obras ejemplares, como se ha visto en sucesos acaecidos en los últimos años en Italia (1 Pedro 2:12).
En septiembre de 1997, varias zonas de Las Marcas y Umbría sufrieron un violento terremoto que ocasionó daños en casi noventa mil hogares. Varios equipos de testigos de Jehová enseguida ofrecieron ayuda tanto a sus hermanos en la fe como a otras personas. Suministraron casas remolque, sacos de dormir, cocinas, generadores y otros artículos necesarios. Estos esfuerzos humanitarios no pasaron desapercibidos.
El diario Il Centro informó: “Los primeros en llegar con ayuda humanitaria a las zonas del desastre fueron los testigos de Jehová de Roseto [en la provincia de Teramo] [...]. Aparte de reunirse periódicamente a rezar, los fieles de Jehová trabajan de manera práctica tendiendo la mano a todo el que sufre, sin preocuparse de la fe que profese”.
El alcalde de Nocera Umbra, una de las poblaciones más afectadas, escribió a los Testigos: “En mi nombre, y seguro de interpretar el pensamiento de todos los ciudadanos, les agradezco de corazón la asistencia prestada a la población nocerina”. Además, el Ministerio del Interior concedió a la Congregazione Cristiana dei Testimoni di Geova un diploma de honor y una medalla “para atestiguar la labor efectuada y el empeño puesto en las actividades llevadas a cabo a raíz de la urgente situación vivida en las regiones de Umbría y Las Marcas”.
En octubre de 2000 tuvieron lugar unas desastrosas inundaciones en el Piamonte, en el norte del país. Los Testigos volvieron a entrar rápidamente en acción para ofrecer socorro, y sus buenas obras no pasaron inadvertidas. La región del Piamonte los obsequió con una placa en agradecimiento por su “valiosa labor voluntaria en apoyo de la población piamontesa castigada por las riadas”.
Jesucristo dio este mandato a sus discípulos: “Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos” (Mateo 5:16). Los testigos de Jehová glorifican alegres a Dios, no a sí mismos, y llevan a cabo “obras excelentes” que ayudan al prójimo no solo en sentido espiritual, sino también de otras formas.