Presentando las buenas nuevas... ¿saben ellos?
1 Un publicador de Florida escribe: “Esperaba con anhelo pasar un día interesante en la actividad de revistas. Esa mañana trabajamos una manzana y colocamos muchas revistas. En una casa el señor aceptó las revistas y declaró que siempre las leía. Volvimos a visitarlo varias veces y tanto el señor como su esposa se mostraron muy dispuestos a oír y parecía que cada visita era más interesante. Se empezó un estudio bíblico con ellos y disfrutaron cabalmente del agua refrescante de la verdad. Después de varios estudios Lorenzo dijo que, si hubiera sabido acerca de nuestro arreglo de estudios bíblicos, hace mucho que hubiera pedido uno. Había pensado que nuestra obra consistía simplemente en colocar revistas. Esto me hizo recordar enérgicamente la exhortación que se nos da constantemente de volver a visitar a toda persona con quien colocamos literatura y ofrecerle la oportunidad de tener un estudio bíblico.”
2 ¿Hay alguna manera en que podemos darles a saber a los que encontramos en el día de revistas acerca de nuestro deseo de ayudarlos a entender la Biblia? Sí, la hay. La hoja doblada para ofrecer estudios bíblicos bosqueja muy bien nuestro programa de estudios bíblicos, y los que han estado usándola en su obra con las revistas han podido empezar muchos estudios excelentes. ¿Por qué no pone a trabajar la hoja por usted dejando una con cada combinación de revistas que coloque? Algunos han obtenido buenos resultados llevando consigo unos cuantos libros La verdad en la actividad de revistas y manteniéndose alerta para colocar éstos junto con las revistas del día siempre que el amo de casa muestre más que el interés usual. Una vez que el libro La verdad esté en manos de él, no es difícil considerar brevemente la hoja doblada con él y comenzar un estudio.
3 Algunos publicadores han hallado que es útil poner su nombre, dirección y número de teléfono en la hoja doblada. Una carta de Washington declara: “Durante el servicio del campo del sábado por la mañana coloqué una combinación de revistas con un caballero joven. El lunes siguiente recibí una llamada telefónica de él. Dijo que esta hoja doblada le informaba que él podría entender la Biblia y él deseaba saber cómo. De modo que hice arreglos para volver a verlo esa misma noche con un hermano.” Se empezó un estudio bíblico y está progresando bien. En vez de poner su propio nombre y dirección en la hoja doblada cuando trabajan en territorios de cierta clase, algunas hermanas lo consideran más prudente usar los del superintendente u otro hermano que haya convenido en pasarles la información respecto a los que telefoneen o escriban.
4 Ilustra de nuevo el valor práctico de la hoja doblada la experiencia de otra publicadora que escribe: “Llegué a una casa pero no hallé a nadie allí. Dejé la hoja doblada ‘¿Quisiera usted entender la Biblia?’ Volví a esta casa en otra ocasión, y esta vez encontré a la señora y me invitó a pasar. Me preguntó si yo había dejado la hoja doblada. Le expliqué el propósito de nuestra visita y le mostré el libro La verdad. No lo aceptó pero pidió la suscripción a la revista ¡Despertad! Después de unas cuantas visitas más se empezó un estudio de la Biblia.”
5 Estas experiencias solo son unas cuantas de las muchas que se han recibido en la oficina de la Sociedad que muestran que la obra con las revistas no solo le provee a la gente buenas nuevas que pueden leer acerca del Reino, sino que puede abrir la puerta a nuevos estudios bíblicos. Por lo tanto, mantengámonos alerta a las posibilidades de estudios bíblicos, reconociendo plenamente que éste es un método sumamente eficaz de ayudar a otros a aprender la verdad.
Participemos cabalmente en la obra de estudios bíblicos.