Presentando las buenas nuevas... ¿regresa usted?
1 ¿Ha dicho usted con frecuencia a los amos de casa a los cuales ha dejado literatura: “Espero regresar para hablarle de nuevo y saber lo que usted piensa sobre la publicación”? Aunque muchas de estas personas quizás no tengan ningún interés en particular, otras esperan sinceramente nuestro regreso, como lo han mostrado nuestras propias experiencias y las del Anuario. No queremos fallarles.
2 Al regresar, si sencillamente preguntamos: “¿Le gustó?” estamos echando la carga encima de ellos. Mucho mejor es estar preparado con algo que estimule su interés. Se ha sugerido que cuando coloquemos un ejemplar del libro Evolución o La verdad les demos por lo menos una oportunidad de aceptar un estudio bíblico de casa. Pero algunas personas quizás decidan que pueden leerlo por sí mismas y no quieran sentirse obligadas a algo tan difícil como quizás les parezca un “estudio.” No obstante, el sugerir una demostración breve de nuestro arreglo para aprender acerca de la Biblia en el hogar puede ayudar a comenzar un estudio.
3 A veces otros métodos dan mejor resultado. Después de todo, no podemos hacer que un nene comience a comer presentándole una comida sólida completa. De modo que es posible que tengamos que instar un poco con halagos, por decirlo así, para hacer que algunos que son nenes en sentido espiritual comiencen a participar de una dieta que tiene el propósito de suministrarles fortaleza espiritual. Tal como muchos han descubierto que una pregunta que estimule el pensamiento acerca de cierto tema ha despertado interés en aceptar las revistas, así temas variados pueden atraer a diferentes personas de modo que se pueda comenzar un estudio. En vez de preguntar: “¿Quisiera usted tener un estudio bíblico?” usted pudiera decir: “La gente tiene tantas diferentes ideas acerca de los temas religiosos que es bueno ver precisamente lo que la Biblia dice. Muchos han preguntado por qué Dios ha permitido por tanto tiempo la iniquidad; otros se preguntan por qué envejecemos y morimos, o cómo orar y ser oídos por Dios. ¿Qué tema bíblico le interesa a usted?” En otras palabras, no les preguntamos si quieren estudiar, sino que más bien inquirimos qué pregunta les interesa. Con frecuencia el suministrarles una selección positiva como ésa es útil, y entonces tendremos la oportunidad de referirlos al capítulo del libro Evolución o La verdad que trata el tema y mostrarles cómo puede contestarse la pregunta.
4 Si el tiempo no permite estudiar el capítulo con ellos, aun así es posible que podamos contestar la pregunta brevemente, quizás usando el folleto Bosquejos para sermones. Entonces, antes de irse, trate de seleccionar otro tema que les gustaría considerar en otra ocasión. Lo importante es conseguir y mantener el interés de la gente, y el pensar con cuidado y prepararnos nos ayudará a lograr eso. Como en toda enseñanza, la clave es mantener la presentación sencilla, dando énfasis a los puntos principales. Entonces cuando terminemos podemos hacer a la persona la pregunta que se ha estado considerando y dejar que ella nos diga, por ejemplo, por qué Dios ha permitido la iniquidad.
5 En dar énfasis a lo mucho que se puede aprender en unos cuantos minutos, y lo rápidamente que la consideración ha sacado a luz la información, les será estimulante a ellos en cuanto a continuar la consideración o el estudio en otra ocasión, quizás participando entonces más miembros de la familia. ¿Por qué no tratar esto? Si hacemos el esfuerzo, entonces podemos estar seguros de que Jehová hará que el interés crezca en los de corazón recto.
Busque cuidadosamente a los que son como ovejas.