‘Nuestras muy sinceras gracias’
Esto es lo que nuestros hermanos peruanos de la zona azotada por el terremoto están diciendo a Jehová y su organización por todas las cosas que se les enviaron. Se invitó a las congregaciones de la ciudad de Nueva York a que dieran ropa. Hubo suficiente ropa en el envío de 20.000 libras que llegó libre de derecho para todos los hermanos y hermanas y sus hijos en la zona del terremoto. Se les oyó exclamar: “¡Qué amorosos son nuestros hermanos!” “¡Se han despojado nuestros hermanos para poder cubrirnos a nosotros!”
Las contribuciones de dinero que los hermanos de los Estados Unidos, el Canadá, las Américas Central y del Sur y otros países enviaron a Perú ascendieron a unos $3.000. Esto fue aparte de la suma de $20.000 que la Sociedad dispuso. Este fondo de socorro ha hecho posible que lo hermanos consigan las cosas que necesitan.
La ayuda material enviada a nuestros hermanos del Perú ha impresionado a muchas personas que no son de la organización. Al ver que se amontonaban artículos de diferentes clases enfrente de las ruinas de un Salón del Reino, un vecino comentó: “Se me ha dicho que ustedes no pagan diezmos, y sin embargo su organización les ha traído todo esto tan rápidamente. Nosotros pagamos el diezmo en nuestra iglesia, pero nadie siquiera se acuerda de nosotros.”
Nuestros hermanos del Perú se sienten profundamente agradecidos. Como dice el siervo de sucursal en su informe: “Desde el mismo principio lo que impresionó y animó a las víctimas fue la prontitud con que les ayudaron sus hermanos. El don indescriptible de ayuda y el fruto de amor que se les envió a nuestros hermanos del Perú ha producido el deseado efecto, pues el tiempo que nuestros hermanos que viven en la zona del terremoto han dedicado al ministerio no ha disminuido ni una jota. Al contrario, toda actividad ha aumentado.” ¡Qué manera más excelente de expresar las muy sinceras gracias!