Presentando las buenas nuevas... busque el método más eficaz
1 ¿Ha considerado usted sus hábitos al presentar las buenas nuevas? ¿Puede hacer algo más para dejar una buena impresión con las personas que encuentra? Por ejemplo, ¿ha dado usted consideración a la manera en que usted mantiene el contacto visual con la persona? Si al predicar usted mira a la otra persona en los ojos (a menos que le esté leyendo algo) su presentación adquiere un impacto más positivo. Usted puede ser más convincente. Si usted no mira a la persona al hablar, como si estuviera tratando de pescar la próxima idea, es posible que la persona se pregunte si usted realmente cree lo que está diciendo o si conoce el material. Póngase en el lugar de la otra persona y pregúntese si no recibiría una mejor impresión si alguien lo mirara fijamente en los ojos al hablar con usted.
2 Además, el mirar a la persona con la que hablamos en los ojos puede revelar mucho. Los ojos de la gente dicen muchas cosas; uno puede percibir la reacción de la otra persona. Si la persona está enojada quedará manifiesto. Si realmente no está interesada usted podrá saberlo. Podrá notar si ella no le entiende o no sigue su modo de razonar. Si se está impacientando por lo general usted podrá notarlo. Usted puede lograr mucho por medio del buen contacto visual, porque podrá hacer los cambios apropiados, ajustar su paso o tratar de despertar más interés por medio de introducir otra idea. Esto gana respeto. Hace posible que usted enseñe más eficazmente.
3 El establecer buen contacto visual puede ser muy eficaz en el servicio de revistas en las calles. Un publicador de Puerto Rico informa que por medio de esforzarse concienzudamente por hacer esto cuando la gente en la calle se acerca y al hablarles, le ha sido posible colocar muchas revistas cada día. Póngalo a prueba en su territorio.
4 El mensaje que tenemos es gozoso y placentero. Por lo tanto nuestra expresión facial debe reflejar sentimientos semejantes. ¿Se sonríe usted al abordar a una persona? ¿Es usted amigable? Una sonrisa atractiva atrae. Con frecuencia los reporteros noticieros y los visitantes a las asambleas de los testigos de Jehová han notado muchos rostros felices. Esto definitivamente deja una buena impresión. Por eso si al ir en el servicio pensamos en las buenas nuevas que traemos y en el privilegio que tenemos al representar el reino de Dios, nuestros corazones se regocijarán. Esta actitud gozosa quedará manifiesta en nuestros rostros y dejará una buena impresión en las personas que encontremos.
5 Tenemos la verdad, y lo sabemos. Por lo tanto es apropiado que la presentemos de una manera muy positiva. Al hablar, debemos hacerlo con convicción, no simplemente recitar como si fuera de memoria, y nuestra sinceridad y celo añadirán fuerza a lo que decimos. El individuo que es un embajador representando a un gobierno, busca los intereses de su gobierno y habla de parte de éste de una manera muy positiva. Los ministros cristianos sirven como embajadores o enviados del reino de Dios, representando un gobierno real, el reino del cielo. Imitan a Cristo de toda manera posible. (Mat. 7:28, 29; Hech. 4:13; 2 Cor. 5:20) Por medio de mantener una visión clara de nuestra comisión de hablar el mensaje de Dios podemos hacerlo con denuedo y de una manera positiva, aunque a la misma vez usamos tacto y bondad. Aquí de nuevo nuestra habla positiva dejará una buena impresión en los que nos escuchan.
6 Las primeras impresiones frecuentemente son las más duraderas. Así que debemos estar conscientes de nuestra apariencia al acercarnos a la gente para presentar las buenas nuevas del Reino, no solamente en limpieza y nitidez, sino también en nuestros modales y nuestra habla.
Recomendando a todos nuestro principal libro de texto, la Biblia.