Presentando las buenas nuevas... dentro de nuestra esfera de influencia
1 ¿Cuánta influencia tiene usted? Quizás más de la que usted reconoce. Cada uno de nosotros tiene cierto grupo de familiares, conocidos de negocios, compañeros de trabajo, compañeros de escuela y vecinos que nos conocen bien debido a nuestra asociación con ellos a través de un período de tiempo. Estos individuos realmente están dentro de nuestra esfera de influencia y ellos probablemente serán más receptivos al mensaje del Reino cuando se los presenta alguien que ya conocen en vez de un desconocido que toca a sus puertas. De este modo podemos usar nuestra “influencia” para el bien por medio de usar tacto al aprovecharnos de las oportunidades para hablar con ellos acerca de la Biblia y aun por medio de crear las oportunidades para hacer esto.
2 Posiblemente usted ha tratado de dar testimonio a familiares o a conocidos en el pasado y lo ha hallado algo difícil, hasta desalentador. Si esta ha sido su experiencia, quizás usted pueda mejorar sus métodos para llegar a ser más eficaz. Por supuesto, es bueno reconocer que no todos se interesarán la primera vez que se les hable. Sin embargo, si usted es prudente, es probable que en el futuro haya muchas otras oportunidades para conversar con ellos acerca de los propósitos de Jehová.
3 Una conversación amigable con cualquiera suministra una base excelente para dar testimonio, puesto que la persona ya tiene un estado de ánimo favorable. Para conservar esta reacción, necesitamos ejercer discreción y discernimiento, percibiendo la actitud del individuo. A veces una pregunta hace que la conversación cambie a un tema que facilita el que demostremos lo que el futuro encierra para este sistema de cosas. Entonces podemos contrastar éste con el justo nuevo orden de Jehová. Por ejemplo, podemos preguntar: “¿Cree usted que el Oriente y el Occidente alguna vez se juntarán y resolverán sus diferencias?” “¿Cree usted que las condiciones mundiales continuarán empeorando?” “¿Por qué hay tanta dificultad en el mundo hoy?” O, “¿por qué es que todos sentimos tanta presión sobre nosotros?”
4 Estas y otras preguntas pueden dirigir la conversación hacia la respuesta bíblica; también nos pueden ayudar a determinar lo que la otra persona está pensando. De ese modo podemos adaptar nuestras presentaciones a la actitud de los individuos, haciendo los cambios necesarios o quizás aun completamente descontinuando nuestros esfuerzos por el momento, según la respuesta que recibamos.
5 Otro método que muchos han encontrado provechoso es hacer que otros hagan preguntas. Sin embargo, en esto tenemos que discernir en cuanto a si simplemente contestar las preguntas sin comentario adicional o si vamos a elaborar, quizás hasta explicando enseñanzas de la Biblia sobre asuntos relacionados.
6 Ocasionalmente, pudiera preguntar a uno de sus conocidos si tuvo un buen fin de semana, y cuando él haya comentado, puede mencionar una asamblea de circuito o distrito o alguna otra reunión a la que usted asistió ese fin de semana y algo interesante que aprendió que quizás pueda despertar su interés... quizás algún punto de un discurso público o algo que aprendió de su lectura bíblica. ¿Disfrutó usted de algo que se dijo durante una reunión reciente que lo incitó a reflexionar? ¿O tuvo una experiencia interesante en el ministerio del campo? ¿Entonces por qué no hablar acerca de ello brevemente? Posiblemente esto haga surgir algún comentario o pregunta de su compañero. Si este modo de abordar no despierta interés, otro método o nuevos esfuerzos en otra oportunidad quizás resulten provechosos.
7 Por medio de usar la influencia que tenemos con otros de la manera correcta y en las oportunidades apropiadas es posible que podamos estimular en ellos un deseo por la verdad. ¡Qué gozo el ejercer nuestra influencia en otros para su bendición para que ellos puedan participar con nosotros de la esperanza de vivir eternamente!
Al enseñar, esfuércese por llegar al corazón.