Cumpliendo con nuestra responsabilidad de predicar
1 “Estas buenas nuevas del reino se predicarán.” (Mat. 24:14) En la mente de Jesús no había duda de que esta obra se haría y que se llevaría a cabo en toda la Tierra habitada antes de que viniera el fin. Jesús estaba seguro, pues sabía que habría muchos de sus discípulos que de buena gana responderían a las direcciones del espíritu de Jehová. (Sal. 110:3) Gracias a la bondad inmerecida de Jehová, el fin, aunque está muy cerca, no ha venido todavía. ¿Cómo usaremos el tiempo que queda? ¡Qué excelente privilegio tenemos todavía de declarar el nombre de Jehová y participar en marcar a los de corazón justo para la salvación!—Eze. 9:4.
2 Mientras más nos acercamos a la “grande tribulación,” menos tiempo tenemos para ayudar a las personas sinceras a huir de este viejo sistema de cosas condenado a destrucción. ¡Nos damos cuenta de que estamos haciendo una obra que nunca se repetirá! Estamos ofreciendo a hombres de todas las nacionalidades su única esperanza de salvación. Sabiamente, en el corto tiempo que queda, estaremos alerta para no perder el sentido de urgencia que está asociado con nuestra obra de ayudar a marcar a las personas de corazón honrado antes de que sea demasiado tarde.
3 Aunque tenemos un entendimiento más completo de las “variedades de ministerios,” esto no quiere decir que nuestra necesidad de predicar ha disminuido. Un punto de vista equilibrado de las actividades que integran el ministerio cristiano incluye aprecio de nuestra parte por cumplir Mateo 24:14 y Mat. 28:19, 20. En consecuencia, en vista de la gran urgencia de predicar y hacer discípulos, continuemos ensanchando nuestras oportunidades.
4 Al considerar la obra que todos ustedes hacen en declarar las buenas nuevas y alimentar a las “ovejas” de Jehová, se hace evidente que se está efectuando muy buen trabajo. Cada mes, en promedio, se dedican aproximadamente seis millones de horas a la actividad de predicar y enseñar. Cada año más participan en la obra de marcar, por lo cual damos gracias y alabanza a Jehová, quien trae el aumento. Sin embargo, al examinar los informes que ustedes nos han remitido, observamos una tendencia digna de mencionarse, en lo que respecta a cada uno de nosotros individualmente. Notamos que aunque hay un excelente y constante aumento en el número de nuevos alabadores de Jehová, el total de horas, colocaciones, y en algunos casos las revisitas y los estudios bíblicos, por lo general han mostrado una disminución en comparación con los mismos meses del año pasado. Por ejemplo, el total de horas de abril de 1971, fue 8.197.565 en contraste con 7.157.116 en abril de 1972, o más de un millón menos de horas dedicadas al servicio del campo durante abril de este año que durante el año pasado, y sin embargo hubo 14.390 más publicadores en este año. En promedio, esto es casi una hora menos por publicador para cada mes. Llamamos esto a su atención, con la seguridad de que si usted puede hacer arreglos para dedicar más tiempo a la obra de la predicación, lo haga. Queremos cuidar bien de nuestra variedad de ministerios, incluso nuestro privilegio de predicar.
5 Durante agosto se avisó a la mayoría de las congregaciones acerca del nombramiento de ancianos y siervos ministeriales. Estos hermanos están intensamente interesados en el cumplimiento de nuestra responsabilidad de predicar, además de sus otros deberes importantes relacionados con cuidar del rebaño. Ellos reconocen la necesidad de llevar la delantera personalmente en el ministerio del campo. Estos hermanos maduros y otros publicadores de experiencia, tanto hermanos como hermanas, se complacerán en prestar ayuda a los que necesiten una mano en el ministerio del campo. Un poco de ayuda para comenzar o para preparar algo eficaz que decir al ir a las puertas a menudo se aprecia mucho. Al repasar los arreglos que tiene la congregación para el servicio del campo, los ancianos quizás hallen maneras de hacer éstos más prácticos y convenientes o de estimular la participación. Siempre que sea posible, un hermano capacitado debe estar presente para llevar la delantera. Es importante el tener los mejores arreglos posibles en los fines de semana y a través de cada semana para dar testimonio en grupos, a fin de que, sin importar cuáles sean las circunstancias individuales sea posible participar con regularidad en el servicio del campo.
6 Después de completar el marcar de los que iban a ser pasados por alto, el “hombre vestido de lino” regresó e informó a Jehová con las palabras: “He hecho tal como me has mandado.” (Eze. 9:11) El fiel resto de los ungidos del Señor, que son representados por el ‘hombre vestido de lino,’ también podrá decir esto para el tiempo en que la “grande tribulación” comience. Individualmente, ¿cómo podremos responder? ¡Esto depende de cuán bien cumplamos con nuestra responsabilidad de predicar las buenas nuevas del Reino AHORA!