La reunión de ancianos durante la visita del superintendente de circuito
1 Han surgido algunas preguntas con respecto al papel del superintendente de circuito en relación con la reunión de ancianos. El superintendente presidente, quien actúa como presidente de esta reunión, debe planearla con tanto cuidado y atención como las reuniones de ancianos regulares que se celebran cada tres meses. Si la visita coincide con el tiempo para una de las reuniones que se celebran cada tres meses, o cae cerca de ese tiempo, puede que el superintendente presidente estime apropiado combinarlas en una sola reunión. Pero, puesto que es una ocasión especial, es bueno dar más que la acostumbrada atención a esta reunión de ancianos.
2 El libro Organización, en las páginas 82 a 86, considera la visita del superintendente de circuito a la congregación, incluso esta reunión especial. En las páginas 64 a 67 también muestra la necesidad de prepararse debidamente para estas importantes reuniones. El libro menciona algunos asuntos que sería provechoso considerar, pero sin duda el cuerpo de ancianos de la localidad sabe de otros asuntos que precisan atención, y cada anciano debe notificar al presidente de antemano, si es posible, las cosas que él cree que merecen consideración, ya sea oralmente o por escrito. Basándose en esto, el presidente debe preparar un programa que conceda tiempo para cada asunto, y hacer planes para que la reunión no sea indebidamente larga.
3 El superintendente de circuito pudiera, basándose en su repaso de la condición de la congregación con el superintendente presidente al llegar a ésta, sugerir asuntos para considerarlos en la reunión. Además, si la reunión está programada para cerca del fin de su visita, puesto que él habrá tenido la oportunidad de observar a la congregación y quizás tenga algunas sugerencias adicionales que sean valiosas, el presidente puede pedirle que mencione éstas.
4 Por lo general el superintendente de circuito tiene muchos años de experiencia en la organización de Jehová. Y puesto que él, como un anciano viajero especialmente nombrado, dedica mucho tiempo a esas reuniones en diferentes congregaciones, él está en la posición de comunicar a los ancianos ejemplos útiles y cosas que él ha aprendido. De modo que los ancianos deben valerse de su experiencia. Por lo tanto, esta reunión debe ser una oportunidad espléndida para un verdadero intercambio de estímulo.—Rom. 1:12.