Presentando las buenas nuevas... usando la Biblia
1 Una de las cosas que fue tan sobresaliente acerca del ministerio de Jesús y sus apóstoles fue que ellos usaron las Escrituras constantemente. (Juan 7:16; Hech. 17:2) Esto causaba impresión en todos los que los oían, prescindiendo de si escuchaban o no. Sabiamente, nosotros también nos esforzamos por copiar este ejemplo. Pero, personalmente, ¿puede usted usar la Biblia tan eficazmente como le gustaría hacerlo? Aparte de nuestro estudio personal o de familia, ¿cómo podemos familiarizarnos mejor con la Biblia?
2 Una manera de hacerlo es usándola más durante nuestras reuniones. Por ejemplo, durante el discurso público, ¿busca usted en su propia Biblia los textos que menciona el orador? Si lo hace, y los lee a medida que él los lee, se grabarán más permanentemente en su mente. Además, si usted hace algo que le ayude a localizar de nuevo textos claves que usted cree que más tarde le serán útiles, usted mejorará su habilidad de usar la Biblia. Quizás le sería útil tomar algunas notas en una hoja de papel para guardarla en su Biblia. O, durante la reunión puede que usted desee hacer un círculo en el número del versículo o tal vez subrayar nítidamente una palabra clave que comunique la idea básica del texto a fin de poder encontrarlo otra vez. A medida que con el transcurso de los meses usted añada otros textos, esto será una bendición para usted y para la gente de su territorio.
3 No es difícil usar la Biblia al hacer revisitas. Usted pudiera comenzar su presentación mencionando que tiene un punto interesante que quisiera llamar a la atención del amo de casa y preguntarle si tiene su Biblia a la mano. Puede que usted decida leer del libro que dejó con él, buscando los textos, aunque estén citados. El hacer esto al principio edificará confianza en la publicación.
4 Si el amo de casa no sabe cómo hallar los textos en su Biblia, ¿por qué no ayudarlo? Muéstrele el índice alfabético de libros bíblicos y el uso de los números de los capítulos en letra de tipo de trazos gruesos y los números más pequeños para los versículos. Si el amo de casa está renuente a usar la Biblia, u otras circunstancias no lo aconsejan, sencillamente considere el tema, parafraseando los textos bíblicos.
5 Pero, ¿qué puede hacer usted cuando el amo de casa hace una pregunta que no se responde en la información que usted ha preparado? Si usted responde preguntando primero qué cree él acerca de ello, esto le dará tiempo para localizar un texto apropiado. Algunos publicadores tienen consigo un ejemplar del Bosquejos para sermones pegado a la parte posterior de su Biblia y lo consultan al contestar preguntas. Si usted no tiene uno, ¿por qué no obtiene un ejemplar y ve si le ayuda a usted también? Por lo general ciertas preguntas surgen más frecuentemente que otras. El prepararse para éstas pudiera incluir el anotar, ya sea en el estudio personal o en una reunión, textos que a usted le gustaría usar para responder. Con cada texto, anote claramente el tema con que tiene que ver. Algunos publicadores hacen esto en una libreta, o en una hoja de papel que llevan en su Biblia o en las guardas de su Biblia. Si pudiera serle útil, tal vez desee hacer eso con los siguientes: “Dios no está muerto—2 Ped. 3:9”; “Condiciones mundiales—2 Tim. 3:1-5”; “Enfermedades—Rev. 21:4,” etc. Entonces, siempre que surjan estos temas, usted tendrá un texto apropiado a mano.
6 Al visitar a las personas interesadas, lo mejor es enfocar su consideración bíblica en temas que interesen al amo de casa, si usted sabe cuáles son. No le será difícil usar bien su Biblia en el servicio del campo si usted la usa bien en las reuniones y en su estudio personal.—1 Tim. 4:16.
Participen plenamente en el servicio del campo.