Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
Es posible que ustedes ya hayan notado en la página dos de La Atalaya y ¡Despertad! que ha habido cierta disminución en el número de revistas que se han impreso. Una razón para la disminución en la colocación de revistas ha sido el hecho de que se ha dado más énfasis a testificar a la gente y entablar conversaciones bíblicas con los amos de casa, más bien que simplemente colocarles literatura. Otra causa ha sido que los hermanos han obtenido menos suscripciones nuevas. Debido a esto ha sido necesario disminuir la producción de revistas. Sin embargo, con toda la excelente información que contienen las revistas estamos seguros de que todos ustedes continuarán sacando provecho de las revistas en su actividad de predicar el Reino.
Ustedes estarán interesados en los resultados del entrenamiento que se dio a los ancianos en la Escuela del Ministerio del Reino por todo el país en los meses de noviembre y diciembre. Se usaron instructores capacitados para transmitir la información a todos los ancianos que asistieron y se estudió el libro que se había preparado especialmente para el curso, intitulado: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño.” Entre los temas que se consideraron estaban los siguientes: “Imite a Jehová, nuestro amoroso Superintendente,” “Sirva de toda alma en la obra de evangelizar” y “Superintendentes ‘que gobiernan para derecho mismo.’”
¿Cuáles fueron los resultados de la escuela? Quizás la mejor manera de juzgar los beneficios es hacerles saber lo que algunos de los ancianos han escrito a la Sociedad con relación a su breve período de instrucción. Este comentario vino del estado de Nueva York: “Los comentarios de muchos de los hermanos manifestaron su gratitud por el ambiente digno y sosegado que contribuyó a la enseñanza.” Esta solicitud vino de Indiana: “Esperamos que el curso se pueda repetir en el futuro, quizás periódicamente.” Un hermano del estado de Washington escribió: “Ir a la escuela fue una ocasión muy gozosa para un hombre de 93 años; nunca se es muy viejo para aprender. Damos gracias al Señor por esta provisión.” Los ancianos en una escuela de California escribieron: “Aprovechamos esta oportunidad para enviarles de manera especial nuestro agradecimiento por la provisión del Curso de la Escuela del Ministerio del Reino.”
¡Que todos nosotros, los ancianos y todos en la congregación, seguemos los beneficios del entrenamiento que se dio para que podamos, como “tierra excelente,” llevar buen fruto, algunos de a ciento, algunos de a sesenta o de a treinta!—Mat. 13:23.
Sus hermanos,
LA OFICINA DE SUCURSAL DE BROOKLYN