Reuniones de congregación—Parte 3. Cómo nos beneficia la Escuela Teocrática
1 “Nunca pensé que pudiera, lograrlo. ¡Sin embargo ya han pasado 20 años y todavía participo en esta obra gracias al entrenamiento que he recibido en la Escuela Teocrática!” ¿En qué obra participa? El publicador que se cita aquí se refería al excelente entrenamiento y a la experiencia que ha recibido, que le han permitido participar con éxito en el servicio del campo. Ciertamente, muchos hermanos han expresado su sincero aprecio por los beneficios que han obtenido al participar en la Escuela Teocrática. Los que asisten a esta reunión y participan con regularidad en el programa de la escuela notan que sus comentarios en las reuniones han mejorado muchísimo y su participación en el servicio del campo es mucho más eficaz. Esta escuela ha capacitado tanto a hermanos como a hermanas en cuanto a poder manejar la palabra de la verdad correctamente.—2 Tim. 2:15.
2 Está claro que la Escuela Teocrática es una provisión generosa que Jehová ha hecho disponible por medio de su organización para ayudar a todo Su pueblo a estar más capacitado para llevar las buenas nuevas. Sin embargo, para poder beneficiarnos plenamente del entrenamiento progresivo que la escuela ofrece, ésta no debe considerarse meramente como una reunión semanal de 45 minutos. Si todos queremos sacar el mayor provecho de la escuela, debemos aplicar la sugerencia de prepararnos de antemano por medio del estudio personal en nuestro hogar. Esto incluye leer la Biblia y hacer la investigación necesaria para que nuestro conocimiento y entendimiento de los propósitos de Dios aumente y se profundice constantemente.—Rom. 11:33.
3 Los hermanos que se encargan de la Asignación Núm. 1 tienen una excelente oportunidad de demostrar su “arte de enseñar.” (2 Tim. 4:2) ¿Cuál es la mejor manera de lograr esto? Por medio de aislar los puntos principales, dar ilustraciones que destaquen éstos, usar ayudas visuales y dar aplicación práctica al material de acuerdo con las necesidades locales. Así la congregación se beneficia cabalmente.
4 Nuestro programa de lectura bíblica y la consideración de los puntos sobresalientes de ésta son rasgos muy importantes de la escuela. El superintendente de la escuela, o cualquier otro anciano capacitado que él asigne, tiene la responsabilidad de presentar un breve repaso de los capítulos asignados y ayudar al auditorio a comprender por qué y cómo la información es valiosa para los hermanos. Esto exige más preparación de parte de él para que pueda presentar la información de manera práctica. Al grado que sea posible, se puede pedir que algunos hermanos del auditorio comenten sobre los puntos que hayan aprendido de la lectura bíblica de esa semana. ¿Está usted beneficiándose por medio de mantenerse al día con el programa de lectura bíblica cada semana? Algo que puede ayudarnos mientras preparamos nuestra asignación es buscar textos bíblicos que edifiquen aprecio, fortalezcan a nuestras familias en cuanto a alguna cualidad que necesiten desarrollar, o que nos ayuden a aprender alguna lección de los ejemplos que hay en los relatos.—1 Tim. 4:13; Sal. 1:1, 2.
5 El Discurso Núm. 2 es una lectura de una porción de la Biblia, que ha beneficiado a nuestros hermanos más jóvenes y a los que han aprendido la verdad recientemente. Les ha ayudado a progresar en cuanto a su habilidad para hablar. Muchos de nuestros jovencitos de edad escolar han sacado provecho del entrenamiento de la Escuela Teocrática al grado que han progresado notablemente en sus clases escolares, tanto en lo que tiene que ver con el idioma como en la habilidad para hablar.—1 Tim. 4:15, 16.
6 El Discurso Núm. 3 está asignado a las hermanas. Éste puede asignarse a jovencitas, cuando sea posible, y el superintendente de la escuela le asignará una ayudante. De vez en cuando pueden utilizarse hermanas adicionales para que participen en diversos marcos de circunstancias prácticos. Las hermanas querrán incluir situaciones que surgen en el hogar, el servicio del campo, la congregación o cualquier otro lugar, de modo que esta parte sea práctica, realista e instructiva para toda la concurrencia. Por supuesto, lo principal es llamar la atención al material, más bien que al marco de circunstancias.
7 El Discurso Núm. 4 debe asignarse preferiblemente a estudiantes varones. Este discurso que está dirigido a todo el auditorio está tomado de los diversos artículos de La Atalaya y ¡Despertad! y el material debe presentarse de modo que sea realmente informativo y beneficioso, que nos ayude a ‘asegurarnos de todas las cosas, a adherirnos firmemente a lo que es excelente.’—1 Tes. 5:21.
8 Otro aspecto beneficioso de la escuela es el consejo que se da después de cada discurso desde la plataforma, el cual ayuda a los hermanos a comprender mejor lo que encierran los puntos en que trabajan los estudiantes. Además, todos nos beneficiamos del consejo que se da puesto que nos ayuda a progresar y ser más eficaces en el servicio del campo y en nuestra obra de hacer discípulos. (Fili. 3:16) ¿No hemos acudido siempre a Jehová, sin vacilación, por consejo? Como escribió el salmista: “Con tu consejo me guiarás.” (Sal. 73:24) El consejo bondadoso, animador y edificante del superintendente de la escuela ayuda a cada estudiante a continuar progresando en cuanto a su habilidad para hablar. Por eso, los que están matriculados en la Escuela Teocrática comprenden que el consejo que reciben y el espíritu con el cual se da éste están gobernados por los excelentes principios bíblicos.—Pro. 19:20; 2 Cor. 3:5.
9 El asistir con regularidad a esta reunión todas las semanas nos ayuda a aumentar nuestro aprecio por esta provisión de educación espiritual. Además, cuando se asignen discursos, todos los estudiantes deben ser confiables y cumplir con sus asignaciones, de modo que el superintendente de la escuela no tenga que pedir a menudo voluntarios como sustitutos.
10 Jehová desea que hablemos la verdad clara y entendiblemente con las personas que muestran interés en el mensaje, al conversar con nuestras familias, con nuestros amigos, en nuestro lugar de empleo y en el servicio del campo. (Ecl. 12:9-11) De modo que no pasemos por alto los beneficios que la Escuela Teocrática ofrece.
11 Si usted no está matriculado en la Escuela Teocrática, queda cordialmente invitado a recibir también este entrenamiento que resulta en obtener la vida.