La caja de preguntas
● ¿Cómo podemos ayudar a nuestros estudiantes de la Biblia a calificar para el bautismo como discípulos de Jesucristo?
Esto se puede hacer de manera más efectiva por medio de 1) conducir un estudio regular y progresivo de la Biblia en los hogares de estas personas; 2) animarlas a que asistan regularmente a las cinco reuniones de congregación y a participar en ellas, y 3) ayudarles y enseñarles a participar de manera significativa en el ministerio del campo tan pronto como llenen los requisitos bíblicos.
Jesucristo comisionó a sus seguidores a hacer discípulos, bautizarlos y enseñarles a observar sus mandamientos. Esa comisión sigue vigente hasta nuestro día, como se indica por las palabras: “Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Mat. 28:19, 20.)
Un discípulo es alguien que acepta la enseñanza de otro y la promueve activamente. Por lo tanto, los que se bautizan no solo deben adquirir un conocimiento básico de las verdades bíblicas, sino que también deben haber mostrado por su modo de vivir que entienden las normas justas de Jehová y se conforman a ellas. Además, como discípulos de Jesucristo, reconocen la organización visible de Jehová y la autoridad que Jesucristo ha ejercido mediante “el esclavo fiel y discreto”. (Mat. 24:45-47; Hech. 1:8.) Percibiendo la urgencia de nuestros tiempos, se han puesto de parte del pueblo de Jehová al participar en la obra que Jesús empezó y asignó a sus seguidores. (Luc. 8:1; Mat. 24:14.) Para esos discípulos el bautismo en agua sirve como un símbolo externo de su dedicación de toda alma a Jehová Dios. (Compárese con Salmo 40:8.)
Es bueno tener presente que estamos ayudando a los estudiantes de la Biblia a llegar a ser discípulos de Jesucristo y no de nosotros mismos. Si se hace patente que, debido a circunstancias personales, el tiempo que tenemos disponible, las aptitudes naturales u otras razones válidas, no podemos ayudar al estudiante a progresar para que llegue a ser un discípulo, deberíamos hablar con los ancianos sobre el asunto. Quizás ellos puedan dar sugerencias prácticas que contribuyan al desarrollo espiritual del estudiante, en armonía con las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 3:5-9.
El estudio bíblico en el hogar debería continuar hasta completar los libros: Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra y Unidos en la adoración del único Dios verdadero, aun si el estudiante califica y se bautiza antes de terminarlos. Si uno de estos libros o ambos no están disponibles en el idioma del estudiante, se pueden utilizar otras publicaciones de la Sociedad que presenten las enseñanzas básicas de la Biblia y expliquen los requisitos justos de Jehová para la humanidad.