¿Está practicando lo que aprendió?
1 ¡Qué deleite fue estar presentes los cuatro días de nuestra Asamblea de Distrito “Justicia Divina”! El programa de cada día rebosó de estímulo y sugerencias prácticas sobre cómo manifestar la justicia y rectitud de Dios a mayor grado. Ahora que ha regresado a casa a su rutina cotidiana, ¿está ‘practicando las cosas que aprendió, oyó y vio’? (Fili. 4:9.) Será provechoso repasar algunos puntos sobresalientes del programa de la asamblea.
2 Reflexionemos sobre el discurso “Lleve una vida equilibrada y sencilla”, que se presentó el jueves por la tarde. Este se basó en el consejo de Jesús registrado en Mateo 6:19-33. ¿Ha meditado en lo que puede hacer para librarse de cosas innecesarias, y así tener más tiempo para estudiar, prepararse para las reuniones y ayudar a otros? ¿Qué ajustes puede hacer personalmente para llevar una vida sencilla, con menos distracciones y más participación en asuntos espirituales? El buscar primero el Reino y la justicia de Dios disminuye las inquietudes y aumenta nuestro gozo en la vida.
3 En el discurso “Acepte la disciplina y hágase sabio” se enfatizó lo necesario que es beneficiarnos de toda la instrucción que Jehová suministra mediante su Palabra y organización. Algo a lo que algunos quizás tengan que prestar atención especial es a refinar y mejorar su ministerio. ¿Usamos con regularidad el Tema de Conversación que se sugiere y envolvemos al amo de casa en una consideración bíblica, o estamos satisfechos con presentar brevemente las revistas? ¿Aplicamos el consejo y las sugerencias que recibimos sobre el uso del libro Razonamiento, el visitar de nuevo a las personas interesadas en la verdad y el conducir estudios bíblicos? (Pro. 8:33.)
4 El programa del viernes incluyó el discurso “Despleguemos limpieza mental y corporal”. La justicia divina exige que el pueblo de Dios sea limpio en sentido espiritual, moral, mental y físico. (2 Cor. 7:1.) ¿Está usted ‘practicando lo que aprendió’ acerca de este asunto importante? ¿Cómo hacerlo? Mantendremos limpieza espiritual mediante permanecer separados de las religiones inmundas de este mundo y de los apóstatas. Es necesario disciplinar la mente a fin de evitar hábitos de pensar inmundos o el albergar deseos sexuales incorrectos, los cuales conducen a inmundicia mental y moral. (Job 31:1, 9-11.) ¿Ha tomado medidas firmes para evitar películas, programas de televisión o literatura que pudieran corromperlo a usted o a su familia? También se señaló que algunos han descuidado la higiene personal y el orden en el hogar. Si alguno tiene deficiencia en esto, ciertamente pudiera hacer ajustes en los hábitos personales para asegurarse de que haya limpieza física. Es necesario que cada miembro de la familia coopere para mantener la limpieza y el orden en el hogar. Queremos arreglarnos con buen gusto y llevar ropa nítida, limpia y modesta, especialmente cuando representamos a Jehová en el ministerio. Así honraremos a nuestro Dios santo. (1 Ped. 1:14-16.)
5 Números venideros de Nuestro Ministerio del Reino nos harán recordar aún otros aspectos vitales de la justicia divina que aprendimos en la asamblea de este verano. Esto nos ayudará a todos a medida que practicamos dichos principios de justicia en nuestra vida diaria y nuestro ministerio. Contrario a muchos de la cristiandad que oyen con gusto el mensaje bíblico pero no obran en armonía con este, nosotros derivamos mucha felicidad y beneficio personal de ser “hacedores de la palabra, y no solamente oidores”. (Sant. 1:22-25; Eze. 33:32.)