Sección de preguntas
◼ ¿Qué hemos de tener en cuenta a la hora de utilizar teléfonos móviles y buscapersonas?
Estos aparatos nos permiten comunicarnos con otras personas desde casi cualquier lugar donde nos encontremos. Aunque son útiles, debemos evitar utilizarlos inoportunamente para que no desmerezcan ni nuestro ministerio ni las reuniones cristianas. ¿Cómo pudiera darse el caso?
Piense en el efecto que causaría el hecho de que sonara nuestro teléfono o buscapersonas mientras estuviéramos dando testimonio en el ministerio del campo. ¿Qué opinaría el amo de casa? ¿Qué impresión le daríamos si detuviéramos la conversación para atender la llamada? Seguro que no queremos hacer nada que impida a los demás escuchar el mensaje del Reino (2 Cor. 6:3). De modo que si llevamos uno de estos aparatos, debemos programarlo para que no nos interrumpa ni a nosotros ni a los demás mientras participamos en el ministerio del campo.
¿Y si estamos esperando mientras otros compañeros dan el mensaje? Pues bien, si hemos apartado cierto tiempo para el servicio del campo, ¿no deberíamos concentrarnos en ello? Por respeto a nuestro servicio sagrado, tengamos la bondad de atender en otro momento los asuntos personales o sociales que no sean ineludibles (Rom. 12:7). Lo dicho, por supuesto, no descarta el uso del teléfono para dar testimonio o concertar una cita para ello.
Hemos de usar con especial precaución los teléfonos móviles cuando conducimos, puesto que en estas circunstancias aumenta muchísimo el riesgo de sufrir accidentes, según varias investigaciones. Asimismo, tenemos que obedecer rigurosamente todas las leyes que regulan su utilización mientras se conduce.
Asistimos a las reuniones cristianas y asambleas para adorar a Jehová y recibir su instrucción. ¿No debería la gratitud que sentimos por estas ocasiones sagradas hacer que programáramos los teléfonos y buscapersonas para que no distrajeran a nadie? Si un asunto urgente exigiera nuestra atención inmediata, sería mejor hacernos cargo de él fuera del lugar de reunión. Por otra parte, no debemos emplear el tiempo que dedicamos a la adoración para ocuparnos de nuestros asuntos personales y seglares (1 Cor. 10:24).
Que siempre mostremos consideración por los demás y profundo aprecio por las cosas espirituales al usar el teléfono móvil o cualquier otro aparato electrónico.