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Nuestro Ministerio del Reino 2003
km 2/03 págs. 3-4

Prediquemos y demos testimonio cabal

1 En calidad de “caudillo y comandante”, Jesús preparó a sus discípulos para la enorme obra de predicación que les esperaba (Isa. 55:4; Luc. 10:1-12; Hech. 1:8). El apóstol Pedro aludió a la comisión de Jesús en estos términos: “Nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos” (Hech. 10:42). ¿Qué implica dar testimonio cabal?

2 El ejemplo del apóstol Pablo será de gran utilidad para contestar a esta pregunta. Cuando se reunió con los ancianos de la congregación de Éfeso, les recordó: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Antes bien, di testimonio cabalmente, tanto a judíos como a griegos, acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús”. A pesar de las pruebas que afrontó, Pablo trató de llevar las buenas nuevas al mayor número de personas posible. No se contentó con llevarles solo verdades fundamentales, sino que procuró impartirles “todo el consejo de Dios”. Para lograrlo, estuvo dispuesto a esforzarse y sacrificarse. Dijo además: “No hago mi alma de valor alguno como preciada para mí, con tal que termine mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, de dar testimonio cabal de las buenas nuevas de la bondad inmerecida de Dios” (Hech. 20:20, 21, 24, 27).

3 ¿Cómo podemos imitar el ejemplo de Pablo? (1 Cor. 11:1.) Buscando a los merecedores aun cuando nosotros mismos afrontemos pruebas, aplicándonos en llevar las buenas nuevas a gente de toda etnia y lengua, y cultivando diligentemente el interés que manifiesten los amos de casa (Mat. 10:12, 13). Esta labor requiere tiempo, esfuerzo y amor al prójimo.

4 ¿Podemos ser precursores auxiliares? Marzo y abril presentan una magnífica oportunidad de dar testimonio cabal haciendo el precursorado auxiliar. El año pasado fue muy animador constatar el esfuerzo especial que a tal fin hicieron tantos hermanos.

5 Una hermana de 80 años de edad muy delicada de salud se sintió sumamente motivada por el estímulo de la organización de Jehová. “Me reavivó el deseo que había tenido durante tanto tiempo en el corazón —escribió—, y sentí que debía ser precursora auxiliar al menos una vez más.” Escogió el mes de marzo. “Lo primero que hice fue sentarme y calcular los gastos. Hablé con mi hija para contar con su ayuda, y me llevé la sorpresa de que ella también llenó una solicitud.” Aquel mes, la hermana mayor dedicó cincuenta y dos horas al ministerio. “Le pedía a Jehová con frecuencia que renovara mis fuerzas cuando me agotaba. Al concluir el mes, me sentía contenta y satisfecha, y le he agradecido a Jehová muchas veces su ayuda. Me gustaría intentarlo de nuevo.” La alegría que sintió esta hermana puede animar a quienes desean de corazón hacer el precursorado auxiliar pese a su delicada salud.

6 Un hermano que fue despedido de su empleo inesperadamente aprovechó la ocasión para servir de precursor auxiliar. A medida que transcurría el mes, se iba imbuyendo del celo por la predicación, y antes de acabar ya había comenzado un estudio bíblico. “¡Vaya mes!”, exclamó al recordar la experiencia. Estaba rebosante de entusiasmo por haber contado con la ayuda de Jehová. En efecto, Jehová derramó una abundante bendición sobre este publicador por su esfuerzo adicional en el ministerio, y lo mismo hará por nosotros (Mal. 3:10).

7 Para muchos, hacer el precursorado auxiliar no es fácil. No obstante, a pesar de las obligaciones familiares y los problemas personales, numerosos hermanos y hermanas lo han logrado. Con frecuencia, dar testimonio cabal implica sacrificar nuestro valioso tiempo y energías, pero las bendiciones son incomparables (Pro. 10:22).

8 Marzo y abril son meses muy oportunos para hacer el precursorado auxiliar. Algunos hermanos con empleos de jornada completa tal vez pudieran aprovechar los cinco fines de semana de marzo y las últimas horas de la tarde el resto de los días. Además, tal vez podamos valernos de los días festivos de abril. Hay quienes tendrán vacaciones en la escuela y en el trabajo, lo que les ayudará a cumplir el requisito de cincuenta horas. A fin de programar cincuenta horas en el ministerio durante marzo o abril, ¿nos resultaría práctico usar alguno de los horarios sugeridos en este artículo? Comentemos nuestro horario con otros hermanos; seguramente algunos se animarán a acompañarnos en el ministerio. Si no seremos precursores auxiliares, pongámonos una meta específica para estos meses y apoyemos a los que sí lo hayan solicitado. Hagamos planes ahora para aumentar nuestro servicio en marzo y abril.

9 Mostremos aprecio por la Conmemoración. Todos los años, la gratitud por el rescate impulsa a miles de cristianos a ‘comprar el tiempo’ para ser precursores auxiliares durante la temporada de la Conmemoración (Efe. 5:15, 16). En marzo del año pasado hubo en Estados Unidos 126.378 precursores auxiliares y en abril, 51.217, lo que hace un promedio de 88.797 para cada mes, una cantidad considerable al compararla con el promedio de los meses anteriores del año de servicio: 21.505. La temporada de la Conmemoración de este año presenta otra magnífica oportunidad de incrementar la actividad en el ministerio del campo y manifestar así nuestro aprecio sincero por el sacrificio redentor de Cristo.

10 Al ir acercándose el día 16 de abril, meditemos en lo que significa la Conmemoración para nosotros. Reflexionemos en los sucesos que llevaron a la muerte de Cristo y en los pensamientos que ocuparon su mente y corazón. Meditemos también en el gozo que fue puesto ante él y cómo le permitió aguantar el maltrato. Pensemos en su puesto actual de Cabeza de la congregación, desde el cual supervisa la obra de predicar y hacer discípulos (1 Cor. 11:3; Heb. 12:2; Rev. 14:14-16). Y luego demostremos nuestro aprecio por todo lo que ha hecho Cristo participando tan de lleno en la predicación como nos lo permitan las circunstancias.

11 Animemos a los demás a dar testimonio cabal. Los ancianos y los siervos ministeriales animarán a los demás hermanos si ellos mismos hacen el precursorado auxiliar. Al estar con los publicadores en el ministerio del campo y en las visitas de pastoreo, cuentan con oportunidades idóneas de ayudarlos a participar de lleno en esta actividad especial. Incluyamos este asunto en las oraciones, lo que añadirá vigor a nuestros esfuerzos conjuntos por dar testimonio cabal.

12 Aunque todos los ancianos y los siervos ministeriales cooperarán con los planes de la congregación para incrementar la predicación en marzo y abril, será el superintendente de servicio quien se ocupe de coordinar la evangelización. Fijará los lugares, días y horas de las reuniones para el servicio del campo que convengan a la mayoría de los publicadores y se encargará de que se anuncien con regularidad. Puede programar reuniones a distintas horas del día y así dar a todos la oportunidad de participar en las diversas facetas de la predicación, como el territorio de negocios, la predicación en las calles, de casa en casa y por teléfono, y las revisitas. Además, se encargará de que haya territorio suficiente y una buena cantidad de libros, folletos, tratados y revistas.

13 En marzo ofreceremos el libro Conocimiento con el objetivo de comenzar estudios bíblicos. Hay magníficas recomendaciones para ofrecerlo en el suplemento de Nuestro Ministerio del Reino de enero de 2002. En abril ofreceremos las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Procuremos utilizar las presentaciones que se sugieren en la sección “Cómo presentar las revistas”. Todos debemos dedicar tiempo a prepararnos bien a fin de dar un testimonio cabal.

14 ¡Qué dichosos podemos sentirnos de trabajar bajo la dirección del Cabeza de la congregación, Cristo Jesús, y de contar con el privilegio de proclamar las buenas nuevas! Esforcémonos una vez más por hacer de marzo y abril los mejores meses de nuestra historia al obedecer el mandato de Cristo de predicar y dar testimonio cabal.

[Recuadro de la página 4]

Maneras de hacer el precursorado auxiliar en marzo y abril de 2003

Día Horas

Lunes 1 2 ​— ​— 2 ​—

Martes 1 ​— 3 ​— ​— ​—

Miércoles 1 2 ​— 5 ​— ​—

Jueves 1 ​— 3 ​— ​— ​—

Viernes 1 2 ​— ​— ​— ​—

Sábado 5 4 3 5 6 7

Domingo 2 2 3 2 2 3

Marzo 56 56 54 55 50 50

Abril 50 50 51 53 ​— —​

¿Le resulta práctico alguno de estos horarios?

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