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◼ Publicaciones que se ofrecerán en mayo: La Atalaya y ¡Despertad! Al volver a visitar a las personas interesadas, entre ellas quienes suelen estar presentes en la Conmemoración u otras ocasiones de índole teocrática pero que no se relacionan activamente con la congregación, se tratará de empezar estudios bíblicos con el libro Enseña. Junio: ¿Existe un Creador que se interese por nosotros? Otra opción sería El secreto de la felicidad familiar. Julio: ¡Manténgase alerta! Si el amo de casa muestra interés sincero, se le ofrecerá el libro Enseña con miras a comenzar un estudio bíblico. Agosto: Adoremos al único Dios verdadero. Si se comienza un estudio, es recomendable estudiar el libro Enseña antes del libro Adoremos a Dios.
◼ Los cheques de donaciones para la obra mundial que se entregan en la asamblea de distrito o se mandan a la sucursal deben extenderse a nombre de “Watch Tower”. La dirección postal de la tesorería de la sucursal es Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, c/o Treasurer’s Office, 25 Columbia Heights, Brooklyn, NY 11201-2483.
◼ Los cuerpos de ancianos deben repasar la carta del 6 de julio de 2006, que trata sobre los preparativos para los desastres naturales, y comprobar que los datos de contacto de todos los publicadores estén actualizados. En zonas propensas a desastres, los ancianos deben recopilar otros datos para casos de emergencia. Claro está, además de las situaciones de emergencia, es práctico que los publicadores avisen al superintendente de Estudio de Libro de Congregación o a otro anciano cuando vayan a ausentarse durante largos períodos, como cuando se van de vacaciones, hacen un viaje de negocios o deben ingresar en el hospital.
◼ La entrega de publicaciones y la ayuda espiritual a quienes se hallan recluidos en prisiones, cárceles, instituciones para adictos o centros de salud mental deben ser supervisadas por la congregación que la sucursal haya designado para ello. Los publicadores no deben ponerse en contacto con la sucursal para solicitar que se envíen publicaciones o que se visite a estas personas recluidas. Más bien, son ellas quienes deben solicitar que se les visite o se les entregue cualquier publicación. Pueden hacerlo a través de los publicadores aprobados para visitar la institución en que están o escribiendo directamente a la sucursal. Esto permitirá que la persona dé prueba de que su interés es sincero, y quizás contribuya a que los publicadores obtengan el permiso para entrar en la institución.