Una labor muy gratificante
1. ¿Qué labor de curación espiritual se realiza hoy día?
1 Una enorme alegría inundó el corazón de quienes presenciaron curaciones físicas en el primer siglo (Luc. 5:24-26). De igual modo, a nosotros nos regocija la obra de curación espiritual que se realiza hoy día (Rev. 22:1, 2, 17). Es muy emocionante leer experiencias de cómo la Palabra de Dios y el espíritu santo transforman la vida de la gente, ¿no es cierto? Pues más emocionante es participar, dirigiendo un estudio bíblico progresivo.
2. ¿Qué gozo podemos experimentar cuando enseñamos a alguien la verdad?
2 ¿Cómo se llama Dios? ¿Por qué permite el sufrimiento? ¿Qué hará su Reino por la humanidad? Nos complace contestar preguntas como esas, pero sobre todo ver cómo el estudiante irradia alegría al conocer la verdad (Pro. 15:23; Luc. 24:32). Además, a medida que va progresando, empieza a utilizar el nombre de Jehová, a cambiar su arreglo y vestimenta, a dejar costumbres dañinas y a predicarle a otros. Si llega a dedicarse y bautizarse, se convierte en nuestro hermano y colaborador. Y cada uno de tales pasos es una razón de regocijo (1 Tes. 2:19, 20).
3. ¿Qué pasos prácticos podemos dar para conseguir un estudio bíblico?
3 ¿Puede ayudar? Si desea participar en esta gozosa labor, pídale a Jehová que le conceda el privilegio de dirigir un estudio bíblico y luego respalde sus oraciones con hechos (1 Juan 5:14). Predique donde y cuando se pueda hallar a la gente. Ofrezca un estudio bíblico en toda ocasión apropiada (Ecl. 11:6). Y si encuentra interés y planta una semilla de la verdad, vuelva y riéguela (1 Cor. 3:6-9).
4. ¿Por qué deberíamos ofrecer estudios bíblicos con un sentido de urgencia?
4 Todavía hay una innumerable cantidad de personas que padecen hambre y sed de justicia. ¿Quién atenderá a su necesidad espiritual dándoles clases de la Biblia? (Mat. 5:3, 6.) Ofrezcámonos de buena gana para ayudar a terminar la obra de predicar y hacer discípulos antes de que la cosecha llegue a su fin (Isa. 6:8).