Información sobre Filipenses
Escritor: Pablo
Dónde se escribió: Roma
Cuándo se completó: c. 60-61 e. c.
Datos interesantes:
Entre Pablo y los cristianos de Filipos había un cariñoso vínculo. Ellos le habían enviado varias veces ayuda material (2Co 11:9; Flp 4:10, 14-16). En esta carta Pablo los llama “amados míos”. Aunque tiene muchas ganas de recibir su recompensa en el cielo, comprende que debe seguir vivo en la tierra por el bien de ellos (Flp 1:8, 24; 2:12; 4:1). No necesita presentarles argumentos contundentes ni corregirlos como hizo, por ejemplo, cuando les escribió a las congregaciones de Corinto y Galacia. Más bien, a los filipenses los anima con cariño.
Uno de los temas principales de esta carta es la alegría. A pesar de sus problemas, Pablo es feliz al ver cómo se están difundiendo las buenas noticias, y anima a los cristianos de Filipos a que se alegren como él (Flp 1:18; 2:17, 18, 28, 29; 4:1, 4, 10).
Pablo también les escribe a los filipenses 1) para agradecerles todo lo que le habían mandado (Flp 4:10-18), 2) para que supieran por qué había enviado de vuelta a Epafrodito y así no sacaran conclusiones equivocadas (Flp 2:25, 26), 3) para darles detalles de su propia situación en Roma (Flp 1:12-26), 4) para animarlos a que estuvieran unidos (Flp 2:1, 2; 4:2) y 5) para prevenirlos contra las enseñanzas falsas (Flp 3:1-4:1).
Esta carta contiene muchos buenos principios que guían y animan a todos los cristianos. Por ejemplo:
Asegurarse de qué cosas son las más importantes y no hacer tropezar a otros (Flp 1:9-11).
Ser humildes como lo fue Cristo; Dios recompensa a los humildes (Flp 2:5-11).
Hacer progresos como cristianos y seguir andando correctamente por ese mismo camino (Flp 3:16).
Reducir la ansiedad en cualquier situación haciéndole ruegos a Dios, quien da la paz que protege el corazón y la mente (Flp 4:6, 7).
En esta carta, Pablo no cita directamente de las Escrituras Hebreas, pero parece que alude a varios versículos. Comparar, por ejemplo, Flp 2:15 con Dt 32:5; Flp 3:1; 4:4 con Sl 32:11; 97:12; Flp 4:5 con Sl 145:18.
El propio contenido de la carta indica que Pablo la escribió durante su primer cautiverio en Roma. Él dice que “toda la guardia pretoriana” sabía por qué estaba en cadenas y, además, les transmite a los filipenses los saludos de “los de la casa de César” (Flp 1:7, 13, 14; 4:22; Hch 28:30, 31). Generalmente se considera que el primer cautiverio de Pablo en Roma tuvo lugar entre los años 59 y 61 de nuestra era. Es muy probable que escribiera esta carta alrededor del año 60 o 61, al menos un año después de que llegara a Roma. Si así fuera, daría suficiente tiempo para que Epafrodito llegara desde Filipos (a unos 1.000 kilómetros [600 millas] de distancia) con un regalo para Pablo. También daría tiempo para que en Filipos se enteraran de que Epafrodito se había enfermado en Roma y luego para que en Roma se enteraran de cuánto les había entristecido esa noticia a los filipenses (Flp 2:25-30; 4:18).
Hay abundantes pruebas de que Pablo escribió esta carta. Policarpo (69?-155? e. c.) les escribió una carta a los filipenses y en ella menciona que Pablo les había escrito antes. Otros de los primeros comentaristas bíblicos, como Clemente de Alejandría, Ignacio, Ireneo y Tertuliano, citan de Filipenses como una carta de Pablo. Esta carta también se menciona en el Fragmento de Muratori (finales del siglo segundo de nuestra era) y en todos los demás cánones antiguos. Filipenses aparece junto con otras ocho cartas de Pablo en el códice de papiro conocido como P46 (Papiro Chester Beatty II), que se cree que data de alrededor del año 200 de nuestra era.