Saulo de camino a Damasco
Ya cerca de Damasco, Saulo cae al suelo cegado por una fuerte luz y oye una voz que le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hch 9:3, 4; 22:6-8; 26:13, 14). De este modo, Jesús altera completamente el plan de Saulo de arrestar a sus discípulos en Damasco y llevarlos atados a Jerusalén para que fueran juzgados. Este viaje de unos 240 km (150 mi) desde Jerusalén acaba de forma muy diferente a como Saulo se lo había imaginado. El mensaje de Jesús transforma a Saulo (más conocido posteriormente por su nombre romano, Pablo) de un resuelto perseguidor de cristianos a uno de los más valientes defensores del cristianismo. El libro de Hechos narra en detalle su entusiasta ministerio.
Versículo(s) relacionado(s):