“Tu palabra es la verdad”
¿De quién son los Proverbios?
¿QUIÉN escribió los proverbios que se encuentran en el libro de Proverbios? Por unos tres mil años el testimonio de la Biblia se aceptaba generalmente.
Por ejemplo, en Proverbios 1:1 leemos: “Los proverbios de Salomón hijo de David, el rey de Israel.” Por otra parte, en Proverbios 10:1 encontramos el encabezamiento: “Proverbios de Salomón.” Y Proverbios 25:1 declara: “También éstos son los proverbios de Salomón que transcribieron los hombres de Ezequías el rey de Judá.” Además, Proverbios 30:1 menciona a “Agur el hijo de Jaqué,” y el Pro. capítulo 31 comienza así: “Las palabras de Lemuel el rey, el mensaje de peso que su madre le dio al corregirlo.”
En consecuencia se pudiera decir que el libro de Proverbios tiene cinco ‘renglones identificadores’ que identifican a sus escritores. El mismísimo hecho de que los últimos dos capítulos se atribuyan a personas que no son Salomón y que Lemuel hasta dé crédito a su madre es testimonio sumamente persuasivo de que los proverbios de los Pro. capítulos 1 al 29 no se atribuyeron a Salomón simplemente debido a su sabiduría famosa, como afirman algunos. Sin duda estuvieron entre los tres mil que se dice que él habló. Además del testimonio de la Biblia hay el de la tradición, que siempre le ha atribuido a él esos proverbios.—1 Rey. 4:29-34.
Sin embargo, los críticos religiosos modernos, en la gran generalidad de los casos, ponen a un lado todo ese testimonio y razonamiento. Así, la New Catholic Encyclopedia (1967) afirma que “puesto que Salomón disfrutó de la reputación de ser un sabio,” libros como Proverbios “llegaron a ser pseudónimamente” —es decir, ficticiamente, falsamente— “atribuidos a él, aunque eran compilaciones de material originalmente anónimo.” Y una prominente obra protestante, The Interpreter’s Dictionary of the Bible (1962), dice que “se duda que algunos de los proverbios se remonten al tiempo de Salomón.”
¿Por qué rehúsan muchas autoridades religiosas modernas atribuirle al rey Salomón la escritura de los proverbios que se encuentran en los Pro. capítulos 1 al 29 del libro de Proverbios? ¿Será que éstas se han engañado debido a su falta de fe, a causa de no querer creer? Sus razones están lejos de ser persuasivas.—2 Cor. 4:4; 2 Tes. 3:2.
El Harper’s Bible Dictionary (1957) arguye críticamente que “la manera ofensiva en que se menciona a los monarcas no representa a la era salomónica . . . sino a un período posterior. (Pro. 16:14; 19:12; 20:2; 25:3)” Pero, ¿rebajan realmente estos textos a los monarcas? ¡De ninguna manera! Simplemente subrayan el hecho de que el rey debía ser tenido en pavor. El más fuerte de los textos citados dice. “Lo aterrador de un rey es un gruñido como el de un leoncillo crinado. Cualquiera que atrae su furor contra sí mismo está pecando contra su propia alma.”—Pro. 20:2.
Sí, en vez de hablar de manera ofensiva de los monarcas o reyes esos textos en realidad los ensalzan, pues a los reyes se les debía temer a causa de su poder, así como es sabiduría el temer a Dios. (Pro. 9:10) Confirma esto Proverbios 24:21, que dice: “Hijo mío, teme a Jehová y al rey.” Jeroboán ilustra este principio. Él se atrajo el desagrado del rey, de hecho, de nada menos que Salomón mismo, y por eso tuvo que huir por su vida.—1 Rey. 11:26, 40.
Lejos de que el libro de Proverbios hable de manera ofensiva de los monarcas, contiene muchos textos que hablan muy favorablemente de ellos, como: “La bondad amorosa y el apego a la verdad... éstos salvaguardan al rey; y por la bondad amorosa él ha sustentado su trono.” “El que ama la pureza de corazón... por el encanto de sus labios el rey será compañero suyo.” (Pro. 20:28; 22:11) Bien se pudiera preguntar: ¿Es honradez citar los textos que hablen de la ira del rey como ejemplos para probar que el libro de Proverbios no pudo haber sido escrito durante el tiempo de Salomón, y pasar por alto textos que hablan de su favor y bondad amorosa, textos que son aun más numerosos?—Pro. 16:10; 20:8, 26; 29:4, 14.
Otro argumento que se utiliza para tratar de probar que el libro de Proverbios tuvo una fecha posterior es que éste muestra que ‘la monogamia es lo que prevalece en el ambiente doméstico de ese período.’ Pero, ¿significa el simple hecho de que la ley mosaica tolerara la poligamia que eso era lo que prevalecía en el ambiente doméstico de los días de Salomón? De ninguna manera, aun si no fuese por otras razones que las económicas.
La presencia de palabras arameas en el libro de Proverbios es otro argumento que se utiliza para afirmar que el libro de Proverbios es de fecha posterior. Pero el rey Salomón bien pudo haberse familiarizado con expresiones arameas en virtud de sus tratos con los países vecinos o en virtud de sus esposas extranjeras. Además, el arameo era la lengua nativa de Siria, que era parte de su imperio.
Todavía otro argumento que se utiliza para atribuir una fecha posterior al libro de Proverbios es la aparición de un poema alfabético en Proverbios 31:10-31, pues de ese estilo se afirma que es “una forma hebrea relativamente posterior.” Pero no es así. Una cantidad de los salmos escritos por el rey David, el padre del rey Salomón, son acrósticos, o poemas alfabéticos, como los Salmos 9, 10, 25, 34, 37, 145.
A los críticos modernos también les gusta señalar los paralelos que hay entre algunos de los proverbios que aparecen en el libro de Proverbios y ciertos proverbios paganos. Sin embargo, mucho más revelador para los estudiantes cristianos de la Biblia es el hecho de que en las Escrituras Griegas Cristianas aparecen muchas citas, tanto directas como indirectas, del libro de Proverbios.a También es sumamente digno de atención el hecho de que al Creador se le menciona como “Dios” solo siete u ocho veces, pero como “Jehová” unas setenta y cinco veces, y hay casos de esto en casi todo capítulo. Ciertamente consejo como “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo y se le da protección,” no es de origen pagano.—Pro. 18:10.
Además, pudiera decirse que la importancia que el libro de Proverbios atribuye al corazón figurado indica su origen divino. El corazón, mediante la palabra hebrea lebh, se menciona más a menudo en el libro bíblico de Proverbios que en cualquier otro con excepción del libro de los Salmos, que es tres veces más grande que Proverbios. Entre las muchas notables expresiones que se encuentran en este libro está “falto [necesitado] de corazón.” Se encuentra once veces, del Pro. 6:32 al 24:30 y en ninguna otra parte de la Biblia. Sí, “más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida.” (Pro. 4:23) La importancia que este libro atribuye al temor de Jehová, que se menciona unas quince veces, arguye además a favor de su autoría divina.
Verdaderamente, el testimonio de que el contenido del libro de Proverbios es como lo presenta la Biblia es importante y apremiante. No hay razón para dudar del propio testimonio del libro en cuanto a quiénes fueron sus escritores.
[Nota]
a Pro. 1:16 en Rom. 3:15; Pro. 3:7 en Rom. 12:16; Pro. 3:11, 12 en Heb. 12:5, 6; Pro. 3:34 en Sant. 4:6; Pro. 10:12 en 1 Ped. 4:8; Pro. 11:31, LXX, en 1 Ped. 4:18; Pro. 25:21, 22 en Rom. 12:20 y Pro. 26:11 en 2 Ped. 2:22.