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¡Despertad! 1970
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Echando una ojeada al seguro de vida

EL AÑO pasado los estadounidenses añadieron 117.000.000.000 de dólares a la reserva de garantía de sus seguros de vida, elevando la reserva de garantía de los seguros de vida en los Estados Unidos a 1.300.000.000.000 de dólares. En 1940 este total era de poco más de 100.000.000.000 de dólares, ¡aproximadamente la cantidad del aumento del año pasado!

Las familias están comprando más seguros de vida que nunca antes. Hace quince años las familias que poseían pólizas de seguros de vida tenían como promedio un total de 8.700 dólares de protección. ¡Hoy esto se ha elevado estratosféricamente a un amparo medio de 19.900 dólares por familia!

Obviamente el seguro de vida es artículo principal en muchos presupuestos familiares. No obstante, el asegurado de término medio frecuentemente sabe menos acerca de su seguro de vida que lo que sabe acerca de cualquier otra compra principal. Esto se debe a que las pólizas de seguros usan términos que a menudo le son desconocidos a la gente.

Pero sea que entiendan los términos o no, millones de personas siguen comprando seguros de vida. De hecho, tan solo en los Estados Unidos ahora hay unas 400.000 personas que venden seguros de vida. La gente les compra pólizas debido a la incertidumbre de la vida; necesitan la protección que ofrece a sus familias el seguro. A veces los beneficios del seguro de vida se realizan rápidamente.

A las 8:30 de una noche dos recién casados compraron una póliza familiar de 3.000 dólares con un anexo temporal de 10.000 dólares. (Un “anexo” permite que la persona combine el seguro temporal con amparo permanente.) Pagaron la primera prima de 15,19 dólares. Al día siguiente el esposo fue a la cantera donde trabajaba y murió en un accidente. La protección de la póliza había entrado en vigor inmediato debido al pago de una sola prima.

El resultado fue que la viuda tuvo derecho a recibir 6.000 dólares en suma global. Esto fue un pago del doble de la cantidad básica debido a la naturaleza accidental de la muerte de su esposo. Además, recibirá 10.000 dólares a través de un período de tiempo. Así, pues, el pago adelantado de solo quince dólares y unos cuantos centavos suministrará 16.000 dólares para una viuda y su hijo no nacido aún.

Este caso ilustra una verdad básica. El seguro de vida no puede asegurar a una persona contra la muerte. Pero puede proteger a los que dependen del individuo contra parte de la pérdida económica que causa su muerte. Ese es el propósito principal del seguro de vida.

Para muchas personas el seguro de vida ha llegado a tener un papel secundario... el de formar una cuenta de ahorros que suministre beneficios efectivos en caso de que uno quede incapacitado o se jubile.

Puesto que hay diferentes puntos de vista en cuanto al seguro de vida y sus diversas clases de pólizas, ¿cómo debería comprar tal seguro la persona que quiere su protección? Debe comprarlo según sus propias necesidades, circunstancias y punto de vista en cuanto al futuro.

Básicamente solo hay dos clases de seguro de vida. Hay una clase temporal que se llama seguro “a término.” Y hay una clase de seguro permanente que se llama “total.” A éste también se le llama a veces seguro de vida “simple” u “ordinario.” Consideremos primero la clase que cuesta menos.

Seguro de vida a término

Como su nombre entraña, el seguro de vida a término lo protege a uno durante un término o tiempo limitado. Se asemeja al seguro de los automóviles y casas. Por lo general las pólizas a término abarcan cinco o diez años. Si la persona asegurada muere después de acabarse el término, su familia no recibe nada. El seguro de vida a término no tiene el propósito de formar valor efectivo para usarlo en años futuros. Solo es seguro por estar asegurado. El seguro a término suministra protección máxima por dólar de prima. Si un hombre de treinta y cinco años de edad, por ejemplo, deseara verse amparado por 25.000 dólares con seguro de vida permanente, le costaría una prima anual de aproximadamente 415 dólares. Pero la prima anual para una protección de 25.000 dólares con el seguro a término de cinco años costaría más o menos 125 dólares.

Una póliza a término “renovable” le garantiza a la persona el derecho de renovar una póliza a término sin importar su salud. Pero tiene que pagar una prima más elevada cada vez que la renueva. Sin embargo, cuando uno se halla entre los veinticinco y cuarenta y cinco años de edad el precio del seguro a término renovable de cinco años aumenta poco, relativamente. No obstante, después que uno tiene sesenta y cinco años por lo general es imposible comprar seguro a término.

Por el período de una vida completa, el seguro a término cuesta más que el seguro de vida permanente. Esto es cierto porque el seguro permanente forma valor efectivo que se recibe de vuelta. Pero por períodos de tiempo más corto el seguro a término suministra protección a un costo mucho más bajo.

La mayoría de las pólizas a término son de una de dos clases básicas: “Niveladas” y “decrecientes.” ¿Cuál es la diferencia entre estas dos clases?

Una póliza a término “nivelada” de diez años por 10.000 dólares lo asegura a uno por 10.000 dólares durante los diez años. Por otra parte, una póliza a término “decreciente” por 10.000 dólares lo asegura a uno por 10.000 dólares solo el primer año. Cada año subsiguiente el seguro se encoge un poco hasta que desaparece al fin del año décimo. La póliza a término decreciente cuesta menos que la póliza a término nivelada debido a que el riesgo de la compañía disminuye.

Un contrato “a término convertible” le garantiza a uno el derecho de cambiarlo por seguro de vida total permanente sin importar su salud. Por supuesto, tiene que pagar la diferencia del costo del seguro permanente. Por lo general, cualquier póliza a término o anexo a término es convertible si se paga la diferencia, pero uno tiene que ejercer el privilegio en o antes del tiempo especificado en la póliza. El privilegio de conversión es muy importante para el dueño del seguro a término que llega a encontrarse no asegurable. Uno puede examinar una póliza o anexo a término para saber el límite de tiempo.

Ahora echemos una ojeada al seguro permanente, que es más costoso.

Seguro de vida total

El seguro de vida total por lo general cuesta unas tres veces lo que cuesta el seguro a término de cinco años. Sin embargo, las primas del seguro de vida total permanecen iguales, mientras que las pólizas a término renovables cuestan más en cada renuevo. Las pólizas de seguros de vida totales le cuestan al individuo una prima anual de término medio que se basa en asegurarlo durante toda su vida. Este período por lo general se fija en 100 años con propósitos de estadística.

El seguro de vida total u ordinario es la clase de seguro que por lo general promueven las compañías de seguros, y por lo tanto muchos vendedores quizás no recomienden el seguro a término. El vendedor también obtiene una comisión menor sobre una prima de seguro a término que la que obtiene de la prima invertida en el seguro ordinario.

La gente compra seguro de vida total para tener protección permanente y acumular dinero para el futuro. Parte de la prima de una póliza de seguro de vida total va a formar valor liquidable. También, las compañías de seguros pagan interés sobre el valor liquidable que se está formando en una póliza. Si, por alguna razón, la persona asegurada necesita dinero, puede entregar su póliza de seguro de vida total y cobrar el valor liquidable acumulado. Pero no es forzosamente necesario que entregue la póliza. También puede retener el seguro. ¿Cómo? Pidiendo prestado su valor para préstamos, y luego pagando el interés sobre el préstamo así como las primas.

Diferente de lo que sucede en el caso de la mayoría de las pólizas de seguros a término, uno puede dejar que caduque una póliza de seguro de vida total y todavía quedar amparado. Recientemente una viuda neoyorquina se sorprendió muchísimo cuando se enteró de esto.

El esposo de esta señora murió en un accidente automovilístico no mucho después de haber dejado caducar su póliza de seguro de vida total por 6.000 dólares. Sin embargo, el esposo todavía estaba amparado bajo “seguro a término continuado.” La ley estipula que el efectivo abandonado en una póliza de esa clase no se pierde, sino que automáticamente compra seguro a término con el importe nominal de la póliza por tanto tiempo como lo permita el efectivo. El agente de seguros le trajo a la viuda un cheque por 6.000 dólares.

Es importante notar que, en un plan familiar que ha caducado, solo el asegurado principal, el esposo, es amparado por el seguro a término continuado. Consideremos los planes familiares un poco más.

Variedad de pólizas

Una póliza de plan familiar ampara al padre, la madre y los hijos bajo un solo contrato. Las primas se basan en la edad del padre. Todos los recién nacidos quedan incluidos automáticamente sin ningún costo adicional. La muerte del padre significa seguro pagado para su viuda e hijos. A los dieciocho, veintiuno o veinticinco años, dependiendo del contrato, los hijos pueden convertirlo en seguro de vida permanente sin importar su salud. Un plan familiar típico ampara al padre por 5.000 dólares y a la madre y los hijos por 1.000 cada uno.

Los que pueden pagar completamente su seguro durante sus años de ingresos máximos a menudo escogen el seguro de vida de “pago limitado.” El seguro de vida a diez pagos, veinte pagos o treinta pagos significa que uno ha pagado cabalmente una póliza en el número especificado de años. Las primas son muy superiores a las del seguro de vida total porque uno no paga durante toda su vida. Los valores liquidables se forman más aprisa que en el caso de una póliza de seguro de vida total.

Los que buscan aun mayor efectivo acumulado en un tiempo limitado recurren a la póliza cara que se llama póliza “dotal o de capital diferido.” Como el seguro de vida total, una póliza dotal o de capital diferido es una combinación de protección además de ahorros; sin embargo, la póliza dotal o de capital diferido definitivamente da énfasis al ahorrar dinero más bien que a la protección.

Una póliza dotal garantiza efectivo al individuo asegurado por el importe nominal de la póliza cuando se vence. Esto puede ser, por ejemplo, en dieciocho o veinte años, o cuando él llegue a los sesenta y cinco años de edad. Al vencerse termina la protección del seguro y él toma el dinero en una suma global o a plazos. Con frecuencia los asegurados confunden su póliza de seguro de vida a veinte pagos con la póliza dotal, que es más costosa.

Si a los veinte años de edad uno comprara una póliza dotal de 2.000 dólares para veinte años después por 9,38 dólares al mes, ésta valdría aproximadamente 2.660 dólares en veinte años, después de lo cual uno ya no estaría asegurado. Una póliza de seguro de vida a veinte pagos por 2.000 dólares que se comprara a la misma edad por 5,60 dólares al mes valdría unos 1.360 dólares a los veinte años. Uno podría tomar el dinero, o retener la protección de 2.000 dólares, sin pagar primas adicionales después de veinte años.

Si uno realmente tiene una póliza dotal, esa palabra aparece en la póliza. Y uno estará pagando más por esta póliza.

Reduciendo el costo

A toda persona le gustaría reducir el costo de los seguros sin suprimir la póliza. Pero, ¿es posible hacer esto? Sí. Y algunos aseguradores respetados dicen que realmente esto es lo que uno debe hacer... en algunos casos.

Estos hombres aconsejan al público mantener su póliza de seguro de vida total seis o siete años hasta que los valores liquidables sean sustanciales. Entonces aconsejan que se deje caducar la póliza sin sacar el dinero. Por ley, el seguro a término continuado lo mantendrá a uno amparado por tantos años como se especifique en el cuadro impreso de la póliza de seguro de vida total de uno. Recuerde el caso de la viuda neoyorquina que al morir su esposo cobró 6.000 dólares de su póliza que había caducado.

El seguro a término continuado puede seguir por muchos años si la póliza de uno tiene siete años o más. Una persona con enfermedad extrema, por ejemplo, podría utilizar esta sugerencia como ayuda para pagar cuentas médicas con las primas ahorradas. Pero también hay otras maneras de rebajar el costo de los seguros.

¿Está tasada la póliza de una persona? Por ejemplo, si ha estado pagando una multa por tener exceso de peso y ha tenido peso normal por un año o más, puede pedir que le sea removida la tasa. Esto aplica a cualquier condición o impedimento físico tasado que haya sido corregido. Vale la pena probarlo.

Otra manera de reducir el costo de los seguros es pedir una “póliza liberada rebajada.” Bajo el cuadro de valores liquidables, la póliza de uno le indica la mayor póliza liberada a la cual uno tiene derecho en la actualidad. Por supuesto, no será igual al importe nominal del contrato. Es por eso que se llama liberada “rebajada.”

Si usted quiere comprar seguro de vida, primero calcule los beneficios de su Seguro Social para la familia si muriera. Podrían ascender a muchos miles de dólares en seguro. Entonces busque protección de grupo no costosa. Pruebe con su patrono o sindicato. Los trabajadores postales, maestros, enfermeras, abogados e ingenieros electricistas, por ejemplo, pueden comprar excelente protección de grupo a tarifas rebajadas.

Para personas que viven en Nueva York, Connecticut o Massachusetts, en los Estados Unidos, la respuesta quizás sea seguro de vida en ahorros bancarios. Este cuesta menos porque uno no paga los servicios de un agente de seguros autorizado.

Una vez que la persona obtiene la clase de seguro de vida que quiere, debe formarse el buen hábito de pagar las primas dentro del período de concesión de treinta y un días. Si se tarda y caduca la póliza, la compañía está obligada a rehabilitarla hasta tres años después de haber caducado, pero solo si la persona prueba que está en buena salud.

Otra desventaja de dejar caducar una póliza es que cada rehabilitación hace regresar el reloj hasta el principio del período contestable de dos años. Después de retener una póliza por dos años, llega a ser incontestable. Sin embargo, antes de terminar el período de dos años, cualquier omisión importante no amparada como resultado de una queja podría anular el contrato. Por eso, por esas razones, es importante no dejar que caduque una póliza.

El seguro de vida debe tratarse como propiedad valiosa semejante a una cuenta de ahorros, acciones o bonos. Quita algo del aguijón económico de la muerte. Puede desempeñar un papel útil.

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