¿Conque piensa comprar una casa?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Canadá
“NO PUEDE equivocarse,” dijo con entusiasmo el exuberante vendedor de bienes raíces a su cliente irresoluto. “La demanda de propiedad está aumentando todos los días, y una oferta como ésta sencillamente no se hace ya.”
Pero los peritos en compra y venta de propiedad saben que el asunto no es tan sencillo. Hay peligros en los cuales fácilmente puede caer el comprador incauto o no informado. A menos que uno ejerza cuidado puede verse envuelto en una red de complicaciones legales y financieras que pueden dejarlo, no solo sin la casa que esperaba, sino privado del dinero que dio como pago inicial.
La decisión de comprar o no comprar una casa es afectada por las circunstancias de cada familia. Es posible que una familia decida que es mejor alquilar una casa o un apartamento y evitar las responsabilidades que acompañan el poseer propiedad. Por otra parte, otra familia, a fin de suministrar un ambiente particular para sus hijos y evitar las inquietudes del alojamiento incierto, quizás decida comprar una casa.
No hay calculación hecha con regla de cálculo que determine la decisión correcta que se pueda tomar.
Si usted piensa comprar, quizás la principal consideración sea su posición financiera. ¿Qué pagos mensuales puede usted hacer? ¿Cuánto dinero tiene para el pago inicial? Si no tiene suficiente, ¿qué fuentes de fondos tiene disponibles? ¿Cómo devolverá el dinero que tome prestado? ¿Cuánto será el interés?
Es prudente el no calcular en menos el costo de poseer su propia casa. Por ejemplo, alguien quizás vea un apartamento que se alquila y luego vea una casa, cuyos pagos mensuales, después del pago inicial, son exactamente los mismos. Por eso quizás decida que, puesto que los pagos son iguales, puede permitirse el lujo de la casa tan fácilmente como el apartamento.
Sin embargo, para obrar de acuerdo con la realidad el que piensa comprar debe añadir a los pagos mensuales de la casa varios otros gastos, como la pérdida del interés del efectivo que se usó para el pago inicial, los impuestos prediales, el seguro, los gastos de calefacción, el pago del agua, el mantenimiento y las reparaciones. ¡Cuando se calculan cuidadosamente estos gastos, el verdadero costo efectivo de estar en la casa puede ser de 50 a 90 por ciento más que el vivir en un apartamento!
Por supuesto, también hay argumentos a favor de comprar una casa. El nuevo dueño de casa está efectuando pagos por algo que con el tiempo poseerá. Correctamente puede argüir, también, que las rentas de los apartamentos suben con regularidad, mientras que ahora, salvo por los impuestos prediales, razonablemente ha estabilizado sus costos. Además, puede razonar que con la inflación creciente en el sistema monetario del mundo, la mejor cerca para protegerse contra la inflación son los bienes raíces.
Otra consideración que puede pesar a favor de una casa es el bienestar de los hijos. El ambiente de acumulación de personas de muchos edificios de apartamentos no es bueno. De hecho, los dueños de éstos a menudo prefieren inquilinos sin hijos, y por eso quizás no proporcionen ninguna clase de instalaciones para recreación. Aunque la madre tenga quehaceres para sus hijas en un apartamento, muchas de las faenas que proporcionan tan excelente entrenamiento para los muchachos, como el cortar el césped, quitar la nieve y limpiar el patio, por lo general no existen.
Por otra parte, el morador del apartamento quizás señale que cuando estas faenas no consumen tiempo hay más horas disponibles para entrenar a los hijos en otras actividades que valen la pena. Para las familias cristianas esto quizás signifique más tiempo para el estudio bíblico y el ministerio. Los apartamentos simplemente no llevan la carga de trabajo adicional que le es inevitable al que es dueño de propiedad.
Los arreglos para la compra
Sin embargo, a veces quizás se decida que favorece el interés de la familia el comprar una casa. Pero, ¿cómo podría hacerse esto si a uno le faltara suficiente dinero para el pago inicial?
Uno querrá examinar las fuentes de capital que estén disponibles. Se pueden obtener préstamos con un interés mínimo a través de sindicatos de crédito asociados con el lugar donde uno está empleado. O quizás uno descubra que, si su crédito es bueno, el banco local puede prestarle el efectivo que necesita. Por otra parte, quizás un pariente quiera ayudarle. Pero, si pide dinero prestado para el pago inicial, ¿cómo puede esperar el dueño de casa devolverlo?
Algunas familias han comprado casas que son lo bastante grandes como para que se pueda alquilar un cuarto o dos a inquilinos. Los ingresos de la renta se usan entonces para pagar el préstamo, mientras que los otros gastos se sufragan con los ingresos regulares de la familia. Ese método ha sido una manera satisfactoria en que algunos han poseído propiedad. Solo dos palabras de advertencia para usted si estuviese planeando hacer eso... asegúrese de comprar en una zona donde la urbanización municipal le permita subarrendar.
Escogiendo una casa
Un poco de buen consejo para los que piensan comprar una casa es que vean varias. En algunos lugares por lo general hay un número bastante grande de casas que se pueden examinar.
Primero, decida generalmente el sector donde usted quisiera vivir. Averigüe cuanto pueda acerca del vecindario. Vaya en auto por ese sector, no solo para ver qué casas están en venta, sino para determinar cosas como el transporte público, la ubicación de parques y escuelas, etc. Siempre verifique los reglamentos urbanos; ¡de otra manera pudiera terminar con el tiempo viviendo cerca de una fábrica de goma! A veces un viaje por un vecindario resulta en encontrar una casa que esté siendo vendida directamente por el dueño en vez de por medio de un agente. Quizás esa transacción directa resulte en ahorrar centenares de dólares en comisiones de ventas.
Al quedar usted ante la posibilidad de comprar una de tres o cuatro posibles casas, a menudo un examen más cuidadoso de algunos detalles hará que una de ellas se destaque como la mejor compra.
Por ejemplo, considere la corriente de tráfico en la casa. Una casa debe estar diseñada de modo que proporcione la soledad máxima en las secciones de las alcobas y el baño. ¿Puede usted ir de la alcoba al baño sin ser visto desde la sala? ¿Estarán lejos los niños del ruido que se hace en la casa si se acuestan temprano en la noche? ¿Puede usted ir de la cocina al comedor sin pasar por la sala? ¿Es bastante grande la cocina, tanto para trabajar como para comer? ¿Es satisfactoria la ventilación para remover los olores del cocinar?
Examine, también, la solidez de la estructura y sus instalaciones. ¿Es nuevo el sistema de calefacción, o está por averiarse pronto? Si hay un sótano, ¿está terminado? ¿Hay goteras? Si tiene dudas, trate de inspeccionar la casa después de un día lluvioso. ¿Cuántos años tiene el techo? ¿Son adecuadas la instalación de cañerías y la instalación eléctrica y están en buenas condiciones? Si hay una chimenea, ¿funciona? ¿Está el terreno bien hermoseado con árboles y arbustos? Puede costar centenares de dólares el plantar arbustos y árboles.
Al decidir entre tres o cuatro casas, algunos han considerado provechoso hacer un cuadro en que han alistado estas preguntas básicas. Entonces van anotando cuántos de estos requisitos satisface cada casa. A menudo este análisis indica claramente qué casa comprar.
Pero recuerde: Satisfágase usted mismo antes de comprar. Una vez que se redacta y se firma un contrato de compraventa, de poco sirve examinar el techo, los cimientos o cualesquier otros aspectos de la estructura. Entonces es demasiado tarde. Por eso, no firme hasta que esté seguro.
Preparando una oferta de compra
El siguiente paso es redactar y presentar una oferta formal de compra. Por lo general el agente de bienes raíces redacta la oferta, aunque el comprador por lo general considera prudente que su abogado o algún otro individuo independiente y competente lo verifique antes de firmarlo.
Asegúrese de que todas las representaciones que hace el vendedor o su agente se incluyan en la oferta de compra. Todas las promesas verbales relativas a la transacción deben incluirse en el contrato escrito. Si usted tiene alguna duda acerca del sistema de calefacción, el techo, etc., las representaciones que hace el vendedor de estas instalaciones deben escribirse en el contrato.
Además, si la oferta incluye otros artículos además de la casa misma, como alfombras, refrigerador, estufa, lavadora, cortadora de césped, todos estos artículos deben mencionarse claramente. Por lo general es mejor que hasta artículos obvios, como el sistema de calefacción, accesorios del alumbrado, antena de televisión, se incluyan en el contrato. Un contrato escrito así con cuidado puede ayudarle a evitar argumentos o hasta pleitos judiciales.
Antes de firmar la oferta, examine cuidadosamente para ver que no esté afrontando costos imprevistos. Por ejemplo, ¿hay un impuesto por traspaso de terreno en su sector que se tenga que pagar para registrar su escritura? ¿Ha hecho provisión usted para los normales “ajustes de consumación del traspaso,” que pueden incluir una prima de seguro contra incendio por tres años, impuestos prediales por parte del año corriente o cargos adicionales por combustible o servicios pagados con anterioridad?
Entienda claramente los términos de su hipoteca. ¿Tiene usted el privilegio de pagar cantidades adicionales sobre el principal en cualquier tiempo que usted desee, o es una hipoteca “cerrada”? ¿Qué intereses hay? ¿Abarcan sus pagos regulares el abono al principal y el pago de intereses, o son abono al principal más los intereses? ¿Sabe usted cuánto de su pago se aplicará al principal y cuánto es el interés?
Se ha dicho que el alojamiento está entre los problemas sociales más importantes de nuestro día. Al aumentar la población, y al continuar ascendiendo los costos del alojamiento, solo puede esperarse que el problema se haga todavía más difícil.
¿Debería usted comprar y asumir las responsabilidades de ser dueño de casa? ¿Debería usted alquilar y quizás vivir con la ansiedad del alojamiento incierto? La decisión no siempre es fácil.