Un vistazo al problema de los abortos
CADA año se llevan a cabo más de treinta millones de abortos por todo el mundo. Esto es aproximadamente un aborto cada segundo de cada día durante todo el año.
La mayoría de estos abortos están clasificados como ilegales. Sin embargo, en años recientes muchos países han aprobado leyes más permisivas en cuanto al aborto. En algunos lugares hay muy pocas restricciones, lo que quiere decir que la norma legal es ‘aborto a solicitud.’ Algunas autoridades predicen que con el tiempo la mayoría de los países adoptarán esta actitud.
¿Qué, exactamente, es un aborto? Un aborto provocado (a diferencia de un aborto accidental) es remover deliberadamente de la madre un embrión o feto en desarrollo antes de que éste pueda vivir fuera de la matriz. Embrión se le llama a la etapa de desarrollo durante los primeros dos meses de preñez; se llama feto después de eso.
La mayoría de los países todavía tienen leyes estrictas sobre el aborto y lo consideran legal por muy pocas razones, como cuando la continuación de la preñez pone en peligro la vida de la madre. Los abortos por razones no aprobadas por la ley del país se consideran ilegales. No se pueden practicar en hospitales aprobados. Por eso a menudo los ejecutan personas que no están bien capacitadas, en medio de condiciones subnormales.
¿Cómo se practica ahora un aborto provocado “legal”? En la preñez temprana, por lo general se hace de una de dos maneras. A un método se le llama “D y C”... dilatación y curetaje (raspado). En esta operación se ensancha la abertura de la matriz con pequeños instrumentos quirúrgicos llamados dilatadores hasta que hay una abertura lo suficientemente grande como para permitir la entrada de un instrumento que se llama cureta o raspador. Con éste el cirujano raspa la pared de la matriz para desalojar el embrión.
Otro método que se está usando más ampliamente se inventó en la Unión Soviética. En éste se utiliza un pequeño tubo de succión que obra de manera muy semejante a una aspiradora. Arranca al embrión de la pared de la matriz.
Después del tercer mes de preñez, un aborto es más difícil, y peligroso. Quizás se requiera una operación quirúrgica semejante a un parto cesáreo, cortando la pared de la matriz para remover el feto. O se puede inyectar una solución salina a través del abdomen para matar el feto y provocar el parto, que comienza dentro de un período de doce a treinta y seis horas. Entonces el feto es expelido mediante contracciones musculares.
Para esas operaciones se requieren cirujanos entrenados, instalaciones y recursos médicos que solo pueden proporcionar los hospitales bien equipados. Sin embargo, la mayoría de los abortos no se llevan a cabo en medio de esas condiciones, puesto que la mayoría están clasificados como ilegales. Algunos de los métodos que utilizan las parteras y los abortistas aficionados en los abortos ilegales son repugnantes. A menudo resultan en mutilación y muerte. El libro Birth Control dice:
“Muchos de ellos son nauseabundamente dolorosos, hasta horripilantes, y la mayoría tienen simplemente el propósito de introducir infecciones en la matriz, lo cual puede matar al embrión... y a la mujer también.”
Proporciones de epidemia
El número de abortos en el mundo ha alcanzado proporciones epidémicas. En algunos países hay tantos abortos como nacimientos vivos. ¡En otros, exceden en número a los nacimientos vivos!
El aborto es “legal” en el Japón, Rusia y la mayor parte de los países de Europa Oriental. El Dr. Leslie Corsa, Jr., del Centro de Michigan para el Planeamiento de la Población declaró lo siguiente acerca de esos países: “Según evidencia razonablemente buena parece que la frecuencia de los abortos provocados se acerca ahora a la frecuencia de los nacimientos vivos.” En Hungría, los abortos exceden en número a los nacimientos. Note estas cifras:
Año Nacimientos vivos Abortos “legales”
1960 146.500 162.200
1961 140.400 170.000
1962 130.100 163.700
1963 132.300 173.800
1964 132.100 184.400
1965 133.000 180.300
Los países latinoamericanos tienen leyes estrictas en cuanto al aborto. También la Iglesia Católica Romana. La mayoría de los latinoamericanos son católicos. No obstante, de este sector el U.S. News & World Report dice:
“El aborto [ilegal] es la forma más común del control de la natalidad, especialmente en las ciudades grandes . . .
“La sociedad de beneficencia de la Familia Brasileña calcula que se ejecutan 4.000 abortos al día —aproximadamente un millón y medio al año— en el Brasil. Esto lleva a la cuenta de un aborto por cada tres nacimientos vivos.
“La proporción se invierte en el vecino Uruguay, donde hay tres abortos por cada nacimiento vivo. Las cifras de otros países sudamericanos están entre estas dos.”
El aborto es ilegal en Francia, donde la mayoría de las personas son católicas. No obstante, se reconoce que hay tantos abortos como nacimientos vivos... aproximadamente un millón al año. El aborto ilegal también está esparcido en Italia, y en España y Portugal las autoridades lo llaman “el principal método de control de la población.”
Bélgica tiene aproximadamente 200.000 nacimientos vivos cada año. Los médicos allí calculan aproximadamente 100.000 abortos ilegales; los oficiales de la policía colocan la cifra en 400.000. Alemania Occidental tiene un millón de nacimientos vivos al año, y de uno a tres millones de abortos ilegales, según cálculos.
En los Estados Unidos los abortos ilegales ascienden a aproximadamente 1.000.000, en comparación con poco menos de 4.000.000 de nacimientos vivos. De modo que aproximadamente el 20 por ciento de todas las preñeces terminan en abortos. En el transcurso de los últimos años, varios estados han aprobado nuevas leyes que facilitan más el obtener un aborto “legal.” La nueva ley del estado de Nueva York permite un aborto por cualquier razón hasta la vigésima cuarta semana de preñez, sin requisito de residencia.
Aunque no todos los países han aprobado leyes más libres acerca del aborto, la tendencia es inequívoca. Va hacia el legalizar el ‘aborto a solicitud.’
¿Por qué procuran abortos tantas mujeres? ¿Qué clase de mujeres están abortando?
A menudo se cree que la gran mayoría de las mujeres que abortan deben ser mujeres solteras. Sin embargo, no sucede así. En casi todo país la mayoría de las mujeres que procuran abortos son mujeres casadas. En Dinamarca, el 76 por ciento son mujeres casadas; en Chile, el 85 por ciento. En los Estados Unidos, algunos dicen que el 60 por ciento o más.
¿Por qué tantas mujeres casadas? Principalmente recurren a ello como una medida de control de la natalidad. La mujer casada que busca un aborto por lo general tiene todos los hijos que desea, y a menudo más. Trata de librarse de un niño no deseado. Mientras más educación seglar haya tenido una persona, mayor es la tendencia a desear un aborto.
En los Estados Unidos aumenta el número de las solteras que buscan un aborto. Algunos dicen que ahora iguala al número de las que están casadas. ¿A qué se debe esto? El Dr. John W. Grover, del Hospital General de Massachusetts, dice: “Las jóvenes están siguiendo la revolución sexual y experimentan con la irresponsabilidad sexual.” El Dr. Frank J. Ayd, de Baltimore, dice que la aumentada promiscuidad sexual entre los jóvenes ha resultado en un “aumento de preñeces ilegítimas, abortos ilegales y enfermedades venéreas.”
Muchas católicas abortan. No obstante, es contrario a su propia ley eclesiástica. Al informar sobre el Servicio Nacional de Consultas al Clero sobre Abortos en los Estados Unidos, Newsweek del 13 de abril de 1970 dijo:
“Una cuarta parte completa, o más, de las mujeres que buscan ayuda son católicas, y por lo menos hay dos sacerdotes en las filas del servicio de los clérigos. Cuando aconsejan a católicas, los clérigos protestantes les piden que consideren cuidadosamente las leyes eclesiásticas que se proponen quebrantar. ‘Me sorprendí,’ dice Parsons [el clérigo que fundó el servicio], ‘por el número de personas que decían que utilizaban el método del ritmo porque querían ser buenas católicas pero estaban dispuestas a violar las enseñanzas cuando salían encintas.’”
¿Qué efecto?
¿Qué efecto tiene un aborto en una mujer? Físicamente, la amenaza de mutilación, esterilidad y muerte siempre está presente.
Se dice que en los Estados Unidos hay una muerte cada hora a causa de un aborto mal hecho. En toda esa nación, se calcula que el 45 por ciento de las muertes de madres se debe a abortos ilegales. En Jamaica es la causa principal de todas las muertes en las casas de maternidad. En Colombia los abortos son la causa número uno de muerte entre todas las mujeres de edad de dar a luz.
Además de los efectos físicos, hay efectos mentales. La publicación Birth Control dice: “Según parece, no hay duda de que para muchas mujeres el aborto es una experiencia traumática. Prescindiendo de los antecedentes o creencias religiosos, hay algo repugnante en cuanto a pensar en acabar, si no con una vida, por lo menos con la promesa de vida.”
Médicos suizos informan que más del 50 por ciento de las mujeres que han abortado tuvieron reacciones psicológicas desfavorables. Y Newsweek llamó atención al comentario de una señora, típico de muchos, que dijo: “Créame, no hay un hombre que jamás sepa la agonía y el dolor que siente una mujer que dispone de un feto haciendo que se vaya con el agua de un excusado.” Hay mujeres que se han suicidado debido a la sensación de culpa después de haber abortado.
Y las enfermeras y los médicos no están inmunes a los efectos mentales. En Inglaterra, donde los abortos son más fáciles bajo una nueva ley, el Daily Mirror del 9 de marzo de 1970 publicó lo siguiente: “Norman St. John-Stevas, M. P. conservador, dijo . . . que las enfermeras de todo el país estaban sintiendo más y más repugnancia hacia los deberes relacionados con los abortos. Hubo casos de bebés a quienes se les oyó llorar precisamente antes de ser echados en los incineradores.” Y el Times de Nueva York del 30 de mayo de 1970 informó:
“Quizás el mayor obstáculo que probablemente encuentren las pacientes que buscan un aborto es la renuencia de muchos tocólogos a practicar todo aborto, y mucho más abortos a solicitud.
“‘Se tiene que comprender,’ dijo un sobresaliente tocólogo . . . ‘que por entrenamiento y práctica los tocólogos están equipados para traer nueva vida al mundo, no para destruirla. Para muchos de nosotros, prescindiendo de las objeciones religiosas, los abortos sencillamente están en pugna con nuestra disposición.’
“La experiencia que han tenido otros estados con las leyes liberalizadas sobre abortos indica que solo una minoría de los médicos capacitados están dispuestos a participar.”
¿Destruyendo vida?
¿Es un aborto provocado destrucción de vida? Así lo llamó el doctor cuyas palabras acabamos de citar.
La revista Ob. Gyn. News, que sirve a tocólogos y ginecólogos, publicó, el 15 de mayo de 1970, los comentarios del Dr. Frank J. Ayd, de Baltimore, en cuanto a las madres solteras. Dijo:
“Si continúa la tendencia y si tan solo este grupo [madres solteras] permite y acepta el aborto a solicitud, la profesión médica quizás mate más estadounidenses en el útero que los que han matado todas nuestras guerras. El raspador será más poderoso que la espada.”
Por lo tanto, muchos doctores consideran un aborto como quitar una vida.
Quizás otros insistan en que realmente no es quitar una vida. No obstante, desde el momento de la concepción, ¿qué le sucede a la célula fecundada en la matriz de la madre si no se estorba su crecimiento? Se desarrolla en un nene y con el tiempo en un humano adulto. Por eso el Dr. Michael J. Halberstam, de Washington, D.C., dijo del feto:
“Su futuro es ilimitado. Esto encaja muy bien con lo que sabemos de la biología molecular... el hecho de que el feto ha recibido toda su potencialidad genética de RNA y DNA en la concepción. . . . No hay duda de que el feto está ‘vivo,’ aunque de manera especial. . . . Como médico sé que vive y como ser humano tengo temor reverente en cuanto a ello.”
¿Sería asesinar el matar a un infante un mes después de haber nacido? ¿Sería asesinato si el nene tuviera un día de edad? ¿Un minuto de edad? A cualquier persona que quitara la vida a estos nenes podría acusársele de asesinato.
Pero, ¿qué diferencia verdadera hay entre un nene de un minuto de edad y uno al que solo le falta un minuto para nacer? Aunque le falte un día, o una semana, o un mes o más para nacer, todavía puede nacer como humano.
No podemos eludir el hecho de que, desde el momento de la concepción, ha comenzado una nueva vida humana. Ninguna cantidad de argumento de una llamada ‘sabiduría compleja’ puede disminuir la verdad de que normalmente llegaría a ser un adulto si se le permitiera.
Además, cuando una persona concuerda en un aborto, él o ella está diciendo que una persona tiene más derecho a la vida que otra. Pero eso es lo que dijo Hitler, y por eso asesinó a 6.000.000 de judíos y a otros millones de personas. La sociedad lo condenó como un asesino enloquecido. No obstante, ¡se siegan más de 30.000.000 de vidas cada año por medio de abortos!
Cómo consideran los testigos de Jehová el asunto
Los testigos de Jehová, como cristianos, comprenden que el punto de vista más importante es el del Creador de la vida. Se guían por la Palabra de Dios.
Cuando nos dirigimos a la Palabra de Dios, la Biblia, encontramos que la reproducción fue uno de los propósitos principales del matrimonio, aunque no el único. Pero hoy los cristianos no están bajo un mandato divino de ‘ser fructíferos y hacerse muchos.’ Quizás algunos hasta opten por permanecer solteros, como Jesús dijo, “por causa del reino de los cielos.”—Gén. 1:28; Mat. 19:10-12.
Por consiguiente, hoy los cristianos casados quizás opten por limitar sus familias o no tener hijos en absoluto. Quizás hagan esto para tener mayor libertad para servir a Dios, o por razones relacionadas con la salud o su situación económica. Puesto que la Biblia no considera directamente la limitación de la natalidad, cada matrimonio tiene el derecho de llegar a sus propias conclusiones en cuanto a ello.—Gál. 6:5.
Sin embargo, la Biblia sí muestra que la vida es preciosa para Dios. Y la práctica del aborto provocado de ninguna manera muestra respeto piadoso a la vida. Según la ley de Dios dada por medio de Moisés, al embrión o feto humano se le consideraba una vida. (Éxo. 21:22, 23) El libro bíblico de Primera de Juan, capítulo 3, versículo 15, dice: “Ustedes saben que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en él.” Revelación 22:15 declara: “Afuera están . . . los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y la lleva a cabo.”
Si la vida de una madre definitivamente está en peligro en el parto, entonces hay que elegir entre la vida de la madre y la del niño. Aquí los individuos que están envueltos en el caso tienen la responsabilidad de hacer la selección. Muchos, tomando en cuenta la importancia de la madre para la familia, optan por que la vida de ella sea salvada. Sin embargo, esos casos son raros en la mayoría de las naciones hoy en día debido a los procedimientos médicos avanzados.
Los testigos de Jehová disciernen que la manera de limitar las familias no es teniendo abortos, sino ejerciendo cuidado y gobierno de sí mismos para no aumentar el tamaño de sus familias.
Aunque tuviesen un niño para el cual no tuvieran planes, todavía se esforzarían por darle todo el amor que pudieran. Saben que Dios los ayudará porque han respetado sus leyes. El Salmo 37:25 dice: “No he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan.” Jesús dijo casi lo mismo en su famoso Sermón del Monte, mostrando que los que obedecen las leyes de Dios se benefician de la ayuda de Él al atender sus responsabilidades.—Mat. 6:25-33.
Además, las muchachas solteras que son testigos cristianas de Jehová se benefician de las leyes de Dios porque no hay un problema creciente de abortos entre ellas. ¿Por qué no? Porque los hombres y las mujeres solteros que viven en armonía con los principios y leyes cristianos de la Biblia no practican la fornicación. No obran en armonía con la tendencia inmoral de los jóvenes de hoy día. Respetan el hecho de que el matrimonio es el lugar para las relaciones sexuales. Salvaguardan su virginidad hasta entonces. Así, al guardar las leyes de Dios, se benefician al no ser atribulados por preñeces no deseadas.
El vivir en armonía con las leyes y principios bíblicos en realidad resuelve el problema del aborto. Los testigos de Jehová en más de 200 países saben que esto es verdad. Pero si otras personas optan por oponerse a las leyes de Dios en cuanto a la moralidad sexual y el asesinato, ésa es responsabilidad de ellas. Tienen que rendir cuentas a Dios por sus hechos.
¿Por qué están los testigos de Jehová tan interesados en hacer la voluntad de Dios? Porque Dios es el Creador; además, lo aman y respetan su ley. Además, vivimos en los “últimos días” del inicuo sistema de cosas actual.—1 Juan 2:17.
Toda la evidencia en cumplimiento de la profecía bíblica muestra que estamos muy cerca del tiempo en que Dios ejecutará sus juicios contra este sistema de cosas corrompido. Solo los que respetan las leyes de Dios y le sirven vivirán en su nuevo orden de paz y seguridad, con la expectativa de vida eterna. En ese tiempo todos los que vivan respetarán las leyes de Dios. Entonces, ya no habrá el problema de los abortos.
[Ilustración de la página 5]
En muchas mujeres el aborto resulta en reacciones mentales desfavorables