Televidentes se enteran del envolvimiento político de la Iglesia
LOS programas de la televisión estatal de Francia sobre la Iglesia Católica revelaron algo más. Revelaron que los clérigos estaban envueltos en actividad política a mayor grado que el que conocían los televidentes.
Entre otras cosas, los televidentes oyeron el juramento que usan los obispos españoles al jurar lealtad al Estado delante del general Franco. También se presentó una serie de entrevistas en las cuales aparecieron sacerdotes, monjes y monjas que mostraron sentimientos de más o menos franca rebeldía contra el régimen político de España. Esto ha producido grave desconcierto en el clero superior que jura lealtad al Estado.
Una secuencia, que se filmó cerca de Barcelona, mostró una reunión de sacerdotes rebeldes en una habitación de un convento puesta a su disposición por las monjas. Cuando el entrevistador de la TV francesa le preguntó a uno de los sacerdotes si la acción política era compatible con sus funciones sacerdotales, él contestó: “Sí, porque la iglesia oficial negocia en la política siempre.” Un cura jesuita del tipo ‘hippie’ de pelo largo declaró que “en España, el sacerdote lee el Evangelio y Marx.” Cuando se le preguntó si no eran contradictorias estas dos cosas, contestó: “No.”
Otra entrevista tuvo lugar dentro de una iglesia en la cual el altar se cubre con una cortina cuando la iglesia se usa como salón para reuniones políticas clandestinas. Aquí un sacerdote dijo claramente que “es necesario abrirle los ojos a la gente en cuanto al matrimonio adúltero entre iglesia y estado.” Un sacerdote-obrero agregó: “La Iglesia está unida al imperialismo internacional. Es preciso destruir este imperialismo, sea religioso o económico.”
Pero, ¿están atribuyendo estos sacerdotes más importancia a la actividad política que a enseñar la Palabra de Dios a la gente? Los televidentes vieron que el entrevistador le hizo esta pregunta a un monje benedictino español. Muchos se sorprendieron al oír que el monje contestó: “Sí, eso es cierto.”
Entonces se le pidió al cardenal francés Daniélou que comentara sobre este informe cinematográfico acerca de la Iglesia Católica en España. El cardenal Daniélou dijo: “Quedé impresionado por la sinceridad de estos sacerdotes. . . . También quedé impresionado por la manera en que continuamente afirmaron que su lucha revolucionaria de ninguna manera afectaba su creencia en Dios.” Pero muchos televidentes quedaron impresionados por otra cosa. ¡Les pareció raro oír a un cardenal aceptar la idea de que sacerdotes fueran revolucionarios políticos!
Alboroto entre el clero francés
Otro de los programas de televisión repasó la actividad política del clero francés. Mostró a un grupo de sacerdotes rebeldes, de quienes se dice que hay unos mil en Francia.
Un vocero de estos sacerdotes declaró que se han comprometido “a acción política que nos moviliza a pelear como ciudadanos contra todas las fuerzas opresivas de este país y de otros lugares que engendran y perpetúan desigualdades e injusticias atroces. El Tercer Mundo comienza en Occidente, de modo que tenemos que comenzar aquí, junto con todos los que ya están participando en esta obra de liberación.”
¡Los televidentes deben haberse preguntado si estaban escuchando un discurso sacerdotal o una declaración sobre el Manifiesto Comunista de Carlos Marx! La secuencia siguiente pareció justificar sus dudas.
Esa siguiente secuencia mostró a católicos militantes izquierdistas ocupados en “guerra de clases” junto con su sacerdote local. Al sacerdote le parecía que la humanidad no estaba dividida en creyentes y ateos, sino en los que están luchando por librar a la humanidad (entre los cuales hay creyentes y ateos), y los que rehúsan participar en este combate. Confesó que “personalmente me siento más allegado a algunos de mis amigos marxistas y ateos que a los creyentes que permanecen al margen de esta pelea.”
Diferencias políticas en los Estados Unidos
Una parte del informe de televisión tuvo que ver con el catolicismo en los Estados Unidos. Mostró que allí también las diferencias políticas entre el clero se están haciendo más pronunciadas.
Comentando sobre esta parte del informe televisado, el periódico francés Le Monde habló del “superamericanismo de la Iglesia [Católica], que se ha enlazado con el Establecimiento a fin de ser aceptada por una comunidad principalmente protestante.”
Sin embargo, un sacerdote que fue entrevistado durante este programa admitió que muchos católicos norteamericanos “ya no sienten la necesidad de desplegar superpatriotismo.” Y esto resultó especialmente cierto en otra secuencia que mostró el antagonismo católico a la guerra de Vietnam.
Algunos católicos estadounidenses pensaban que esa guerra era una cruzada para salvar a los católicos vietnamitas. Pero otros católicos norteamericanos, incluso algunos sacerdotes, estaban dispuestos a ir a prisión por participar en manifestaciones violentas contra la misma guerra.
También resultó reveladora para muchos la serie de entrevistas con católicos prominentes que hablaron del papel importante que desempeñó la Iglesia Católica en el Vietnam moderno. Se reveló que una de las razones originales que tuvieron los franceses para colonizar a Indochina en el siglo diecinueve fue la de proteger a los misioneros católicos que estaban siendo perseguidos allí.
A los televidentes se les dijo que durante la guerra de Indochina entre los franceses y los vietminh (1947-1954), y en la actual guerra de Vietnam, la defensa de los intereses católicos fue uno de los factores principales. El reportero de la TV entrevistó a un sacerdote católico de una aldea vietnamita que reconoció orgullosamente que él personalmente dio a los aldeanos —hombres, mujeres y niños— entrenamiento militar.
Tocante a los refugiados católicos que salieron de Vietnam del Norte después de 1954, Le Monde dijo que habían sido organizados por “curas de la clase de tropas de asalto, sacerdotes oficiales que hablan tanto acerca de ametralladoras como hablan acerca del Evangelio.”
La Iglesia en la América latina
En el último programa hubo un informe sobre la Iglesia Católica en la América latina. Este informe mostró que el catolicismo fue impuesto a los pueblos latinoamericanos por los conquistadores y los sacerdotes que los acompañaron desde Europa. Este programa también reveló que la Iglesia Católica Romana apoyó a gobiernos autoritarios que oprimieron a la gente.
Se podía notar parte de esta opresión en el hecho de que aunque la Iglesia ha estado presente allí por casi cinco siglos y por mucho tiempo ha tenido el monopolio de la educación pública, mantuvo en ignorancia a su pueblo. Aun hoy en muchos países latinoamericanos hay mucho analfabetismo.
Comentando sobre este programa en particular, el diario pro católico de París Le Figaro escribió: “Debe decirse para crédito de los productores de este programa que nunca nos permitieron olvidar el punto principal, a saber: la intensa pobreza de los hombres ‘marginales’ —bolivianos, colombianos, peruanos, brasileños— que hoy son como personas desplazadas porque jamás se les ha considerado dignos de ser tratados como seres humanos. Que la Iglesia [Católica] y el Gobierno obraron en complicidad se dio por sentado por largo tiempo. Ahora hay algo nuevo: hoy algunos sacerdotes y legos están tratando de romper el matrimonio entre iglesia y estado.”
En confirmación de esto, la cámara de TV mostró a un sacerdote trabajando entre indios bolivianos. Éste habló de la “poderosa Iglesia [Católica] que ha flirteado con los gobiernos y se ha enriquecido.” En Colombia un sacerdote que trabaja entre los pobres declaró: “La misión de la iglesia es trabajar con los pobres. Pero en Colombia todo es diferente porque aquí la iglesia y el estado están casados, han puesto casa juntos.” Ambos sacerdotes están en dificultades con sus obispos. Pero se les están uniendo otros sacerdotes que se están convirtiendo en revolucionarios.
En su comentario sobre este programa de TV, escribió Le Monde: “El cuarto programa dio un cuadro complejo del catolicismo en la América latina, particularmente en Colombia, Bolivia, Guatemala y Brasil. Una dolorosa letanía de hambre, pobreza, mortandad, analfabetismo y una sorprendente disparidad en la actitud de los miembros del clero.”
Es de imaginarse que las crecientes diferencias en actitudes morales y políticas entre los clérigos católicos se reflejaran también en otros campos. Se reflejaban, y los programas de TV mostraron esto.