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  • ¿Qué hay en un acuario?
  • ¡Despertad! 1973
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¡Despertad! 1973
g73 8/1 págs. 13-16

¿Qué hay en un acuario?

¿QUÉ hay en un acuario? ¿Un pasatiempo? ¿Educación? ¿Entretenimiento? ¿Utilidades? Un tanque de peces puede ser lo que usted quiera que sea, y puede tener en él lo que usted quiera que contenga. Muchas familias han disfrutado de hacer del acuario casero un pasatiempo familiar. El observar y cuidar a estos amigos escamosos puede proveer horas de entretenimiento.

Jóvenes y viejos con frecuencia hallan fascinante el tener un tanque de peces. Un niño de once años de edad que lo llama un “pasatiempo divertido” dice: “Me gusta observar algo vivo. Me gusta ver a los peces jugar juegos, como el marro.” Y un hombre, escritor y redactor, dice: “Los cuatro peces dorados ubicados en una gran copa de vidrio, cerca de mi sillón, son un placer. El observar sus graciosos movimientos me satisface más que el mirar a mis llamados tesoros de arte que adornan los estantes y las paredes de mi apartamento.”

Otros hallan en su acuario no solo placer sino también esparcimiento y educación. El libro Tropical Fish lo expresa de esta manera: “El solo observar los movimientos graciosos, el juego irrefrenado, la sencilla alegría de vivir de los peces saludables, es en sí mismo un tónico que tranquiliza los nervios. . . . En lo educacional, el acuario provee una experiencia viva de la naturaleza . . . Al crear un ambiente saludable para el pez, aprendemos mucho acerca de toda la naturaleza. Vemos lo que el oxígeno apropiado (y, lo opuesto, condiciones de respiración contaminadas) hace por nuestra salud.”

De hecho, sus peces pueden llegar a ser sus animales preferidos. Se acostumbrarán a su presencia y a su mano en el acuario mientras lo limpia o lo arregla de manera diferente. Parecen conocer la diferencia entre su mano y la red de pesca. Un pececillo saltaba fuera del agua para arrebatar una mosca recientemente atrapada mantenida sobre la pecera.

Seleccionando el acuario y peces

Si usted desea un acuario, ¿cuál de los muchos tipos de acuarios debe elegir? ¿Una pecera redonda de vidrio de tamaño pequeño, como una pieza ornamental, fácil de mantener? ¿Tal vez un tanque rectangular con lados de vidrio y marcos de metal en las esquinas? Respecto a esto muchas personas prefieren uno que sea largo, alto y angosto de manera que pueda servir como un adorno, algo así como un cuadro. Otros prefieren uno que sea bajo y ancho, con propósitos de cría.

Aunque hay más de 30.000 especies conocidas de peces, los peces tropicales son los favoritos. Por supuesto, hay peces tropicales de agua dulce y de agua salada. La mayoría de la gente llena su acuario con agua dulce, seleccionando una variedad de peces que prospera en ella y se llevan bien.

Al comprar peces de un negocio de animales domésticos, se debe tener cuidado en elegir peces sanos. El agregar peces enfermos a su acuario puede resultar en la pérdida de los que ya están en el tanque.

Por supuesto, los peces para su acuario posiblemente se puedan obtener de un arroyo cercano. Por ejemplo, los ríos centroamericanos pueden contener un hermoso cola de espada. El macho tiene una parte saliente que como espada sale de su cola que es de color aguaverde, azul cielo o amarillo canario delineado con negro. Este pez parece poder nadar bien tanto hacia atrás como hacia adelante. ¿Se ha detenido alguna vez ante estanques de agua o pequeños riachuelos cerca de su hogar para ver cuántas diferentes clases de individuos con aletas puede hallar?

Cuidando del acuario

Si uno se decide a tener un acuario, también tiene que dedicar tiempo para cuidar debidamente de él. Pero, contrario a la opinión de muchos, el cuidar de un acuario no significa desmantelarlo y cepillarlo cada semana ni aun cada mes.

Extrayendo semanalmente con un sifón un poco de agua del fondo donde se juntan las heces, y agregando agua limpia, o usando un filtro mecánico para mantener limpia el agua, algunos aficionados han dejado pasar años antes de desmantelar por completo su acuario. Además de mantener su tanque limpio, uno también tiene que proveer lo que los peces necesitan para permanecer sanos.

Oxígeno y luz

Para que sus peces permanezcan sanos necesitarán suficiente oxígeno. Absorben el oxígeno disuelto en el agua a medida que éste pasa a través de sus agallas. La cantidad de oxígeno en el acuario es determinada por la temperatura del agua (el agua fría contiene más oxígeno que el agua caliente), y también por el tamaño de la superficie de agua. El agua reaprovisiona su abastecimiento de oxígeno cuando está en contacto con la atmósfera. Algunas personas usan una bomba eléctrica para forzar aire a través de un tubo dentro del acuario. Aunque una pequeña cantidad de oxígeno es absorbida de las burbujas de aire, el propósito principal de la corriente de aire es el de circular el agua hacia la superficie, donde ésta absorbe oxígeno.

Dado que el tamaño de la superficie de agua determina la cantidad de oxígeno, una pecera de vidrio circular que tiene una circunferencia menor en la parte superior no se debe llenar completamente. Se debe llenar apenas un poco más de la mitad, para permitir una mayor superficie de agua.

Debido a las necesidades de oxígeno, el tamaño de la superficie de agua determina cuántos peces puede tener en su acuario. Por supuesto, el tamaño de sus peces es también un factor determinante. Una autoridad piensa que por lo menos debe haber diecinueve centímetros cuadrados de superficie de aire por cada pez del tamaño de un guppi completamente desarrollado (3,8 centímetros de largo). Esto significaría que en un acuario con una superficie de agua de veinte centímetros por cincuenta centímetros (1.000 centímetros cuadrados) no debería contener más de sesenta guppies crecidos.

El uso de algunas plantas acuáticas en el acuario es provechoso. Las plantas sanas expiden oxígeno e inhalan anhídrido carbónico durante el día. A su vez, los peces inhalan oxígeno y expiden anhídrido carbónico. Así las plantas sanas en desarrollo no solo son atractivas en el acuario sino que también son una fuente de oxígeno.

Si falta suficiente oxígeno, sus pececillos se lo harán saber pronto respirando rápidamente, o subiendo a la superficie, boqueando por oxígeno.

Se necesita suficiente luz para asegurarse de plantas sanas, lo cual, a su vez, contribuye a la salud de sus peces. Cuando no hay suficiente luz, sus plantas mueren y se descomponen, la vida microscópica se multiplica en su tanque, y esto puede hacer que sus peces se enfermen. Por otra parte, demasiada luz a menudo produce un exceso de algas, agua verdosa y temperaturas elevadas. Como sucede con la vida exterior natural, su acuario debe recibir un total diario de unas ocho a diez horas de luz natural o artificial.

Temperatura y alimento

Además del oxígeno apropiado y de suficiente luz (si hay plantas) los peces necesitan temperatura y alimento adecuados. Un desequilibrio en cualesquiera de estos factores esenciales sin duda causará problemas en su mundo submarino. En vista de que la palabra “tropical” indica una temperatura templada, la mayoría de los peces tropicales se desarrollan mejor a temperaturas entre 22 y 27 grados centígrados. Las temperaturas inferiores a éstas pueden debilitar su resistencia a las enfermedades. Agua que esté demasiado caliente puede robarles el oxígeno que necesitan.

Es de la mayor importancia evitar un cambio repentino de temperatura. A menudo esto provoca un choque en los peces y disminuye su resistencia a las enfermedades. Debido al peligro de los cambios bruscos, el asunto de agregar agua fresca u otros peces al tanque es crítico. Asegúrese de que el agua fresca que va a agregar sea de la misma temperatura. También, al agregar otros peces al acuario, les hará un favor si los introduce gradualmente en su nuevo hogar, en vez de sencillamente dejarlos caer dentro de él. Esto se hace por medio de hacer flotar el recipiente portátil en el tanque hasta que ambas aguas tengan la misma temperatura. Por lo general esto requiere quince minutos.

Por supuesto, el alimento tiene que ser provisto con regularidad y se debe variar de tiempo en tiempo. Puede ser tan simple como el comprar alimento desecado o congelado para peces; o uno les puede servir un sabroso platillo de larvas de mosquitos, gusanos, hormigas o moscas, para mencionar solo unos pocos. También puede añadir de su propia mesa un poco de corazón de carne de res rallado, espinaca cruda o lechuga bien picadas o pizcas de pescado. Una buena dieta es lo que principalmente determina si usted ha de tener un pez sano con una vida larga y buen colorido. Peces distintos, por supuesto, varían en sus hábitos de comer, y eso hay que tomarlo en consideración.

La alimentación adecuada de sus amiguitos con aletas incluye, no solo qué se les alimenta, sino también cómo se les alimenta. En agua más caliente un pez requiere más alimento, pues respira, digiere, elimina y crece más rápido que en aguas más frías. Por lo general un pez sano da la apariencia de estar hambriento y frecuentemente responde a su presencia nadando excitadamente en contra del vidrio frontal de su tanque, como si estuviera mendigando. No obstante, uno debe tener cuidado de no sobrealimentarlos.

Una regla general que se puede aplicar es la de dar a sus peces suficiente alimento a la vez como para que lo consuman todo de tres a cinco minutos. Cualquier alimento que sobre debido a sobrealimentación se descompondrá. La sobrealimentación resulta en un aumento de la vida bacteriana y por consiguiente en enfermedad y muerte para los peces. Puesto que los peces en su ambiente natural, se alimentan un poco a través del día por lo general es preferible alimentarlos frecuentemente con pequeñas cantidades. Sin embargo, si solo es conveniente alimentarlos una vez al día, por lo general es mejor hacerlo por la mañana.

Las condiciones que provocan enfermedades en los peces son principalmente las mismas que para todas las criaturas vivientes, a saber, apiñamiento, enfriamiento o temperaturas fluctuantes, una dieta deficiente, comer en exceso, insuficiente luz y materias muertas o en descomposición cercanas. Cualesquiera de éstas puede causar el quebrantamiento de la inmunidad natural de los peces.

Cría de peces tropicales

Los peces tropicales por lo general son clasificados como “vivíparos” u “ovíparos.” De estos dos, por lo general los vivíparos son mucho más sencillos de criar y cuidar. Esto se debe a que el pececillo vivíparo nace completamente desarrollado y comúnmente es más grande que el pececillo ovíparo. El nuevo pececillo puede nadar vigorosamente y puede comer el mismo alimento finamente desmenuzado que comen sus padres.

Los vivíparos son fácilmente distinguibles en cuanto al sexo, pues los machos tienen una modificación en la aleta anal con la cual impregnar a la hembra mientras nada al lado de ella. Uno puede reconocer fácilmente a una hembra vivípara embarazada por su tamaño y la zona oscurecida en la región anal detrás de la aleta inferior. Muchos padres humanos han hallado en la reproducción de los peces vivíparos un medio natural para educar a sus hijos en cuanto a los “hechos de la vida.”

Dado que la hembra ovípara y otros tienen la tendencia de comerse a los pececillos es necesario suministrar protección a los peces recién nacidos. La mejor manera es separando a la madre de los otros peces caníbales antes de que ésta dé a luz. Entonces o puede proveer a los pequeños escondrijos como plantas espesas o usar alguna clase de trampa para criar para impedir que la madre alcance a sus recién nacidos.

La mayoría de los peces tropicales se reproducen poniendo huevos, y emplean varios métodos para hacerlo. Algunos desparraman sus huevos sobre la arena o la grava. Otros fijan sus huevos a las plantas o sobre las piedras. Algunos ponedores de huevos construyen nidos, después de lo cual cuidan a sus pequeños de los animales dañinos. Muchas especies de ovíparos necesitan condiciones específicas de cría, y a veces alimento especial. Así es que se necesita mayor conocimiento para poderlos criar con buen éxito.

Entre los peces tropicales son interesantes los ovíparos conocidos como los constructores de nidos de burbujas. El pez macho de hecho hace burbujas de bocanadas de aire envueltas en una capa de saliva para preparar un nido para los huevos. Es ciertamente fascinante el observar esto. Por ejemplo, una pareja de peces peleadores siameses son presentados uno al otro por primera vez separados por un tabique de vidrio cuando es evidente que la panzuda hembra está cargada con huevos. El macho frenéticamente trata de llegar a la hembra e inicia un vistoso baile que es hermoso de contemplar, exhibiendo sus flotantes aletas que parecen velos con matices de color rosa, púrpura o azul. Entonces el macho construye una masa de espuma sobre la superficie del agua; este nido de burbujas tiene unos cuatro centímetros de diámetro. Entonces se quita el tabique de vidrio.

Después de vertiginosa caza, que es extremadamente feroz, la hembra deja que el macho la envuelva, la comprime para sacarle los huevos y entonces fecunda los huevos. A medida que los huevos flotan hacia abajo, el macho los atrapa rápidamente con su boca y los expele dentro del nido de burbujas. Después de que éstos están cuidadosamente protegidos en las burbujas, el macho vuelve para continuar el proceso de comprimir hasta que es evidente que la hembra ha expulsado todos los huevos, los que pueden ser varios centenares. Los huevos se incuban en unas cuarenta horas. Debido a su extremada pequeñez, por lo general hay que alimentar a los pequeñuelos con vida microscópica.

Sea que solo haya un pez en la pecera o un acuario lleno de peces, muchas familias hallan un sano placer en contemplar cómo cada pez refleja la inexhaustible variedad creativa del Creador. Es solo una muestra pequeña de lo que encierra el futuro en el nuevo orden de Dios, cuando será posible explorar más cabalmente “todo cuanto pasa por las sendas de los mares.”—Sal. 8:8.

¿Qué hay en un acuario? Para muchos hay esparcimiento, gozo y fascinación.

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