Dejaron que su luz resplandeciera

JESUCRISTO dijo a sus seguidores: “Ustedes son la luz del mundo.” (Mat. 5:14) El servir como tal luz significaba desplegar excelentes obras cristianas, ayudando a otros mediante palabra y ejemplo a llegar a ser siervos de Jehová Dios como discípulos del Señor Jesucristo. Jesús dijo: “Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus obras excelentes y den gloria a su Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:16) Es por esta razón que los testigos de Jehová se esfuerzan por hacer buen uso de sus oportunidades de compartir el mensaje de la Biblia con otros. Esto ha estimulado a muchos a estudiar las Santas Escrituras con los Testigos.

● En su lugar de empleo un testigo de Jehová en el Canadá habló acerca de una asamblea a la cual había asistido. Un joven oyó la conversación y se sintió impulsado a acercarse al Testigo para hacer preguntas. Casi de inmediato el joven comenzó a concurrir a las reuniones de los testigos de Jehová, al mismo tiempo que leía ávidamente muchas de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. Por dos domingos consecutivos este joven estuvo con el Testigo y su familia desde las nueve de la mañana hasta cerca de la medianoche, asistiendo a las reuniones y también estudiando y discutiendo las verdades de la Palabra de Dios. Solo tres semanas después de su primer estudio de la Biblia fue bautizado.

Su esposa estuvo ausente durante la mayoría de este tiempo y al regresar se sintió abrumada por lo que había sucedido durante su ausencia. Pero ella, también, accedió a tener un estudio de la Biblia y actualmente es una testigo de Jehová dedicada y bautizada.

Solamente un año después del tiempo de su propio bautismo, este joven vio a uno con quien él mismo había estudiado declararse a favor de la adoración verdadera y bautizarse.

● Relata un Testigo de Finlandia: “Hace algún tiempo un hombre y sus dos hermanas se mudaron a la casa de al lado. Un día resultó que caminamos juntos de regreso a casa y tuve la oportunidad de decirle que éramos testigos de Jehová y también de hablarle acerca del reino de Dios. El hombre dijo que era ateo y también comunista. De modo que él pensaba que sería ‘una pérdida de tiempo’ hablar acerca de la Biblia y de Dios.”

Entonces el Testigo invitó a este hombre a su hogar, diciendo: “Si cualquiera de nosotros puede dar suficientes pruebas para mostrar que está en lo cierto, entonces el otro estará obligado a cambiar su punto de vista y creencias.” Esa misma noche el hombre fue a la casa del Testigo. La discusión duró desde las 8 de la noche hasta la 1:30 de la mañana. El hombre aceptó que Dios existía después de todo y manifestó su deseo de saber más acerca de Jehová y sus propósitos.

Se comenzó un estudio de la Biblia, Pero no le satisfizo una noche por semana. De modo que se celebró un estudio cada noche libre. En solo unos pocos meses llegó a ser un Testigo dedicado y bautizado.

Él inició un estudio de la Biblia con una de sus hermanas. Pronto se unió la otra hermana y ambas llegaron a ser testigos de Jehová. También interesó en el mensaje bíblico a su hermano más joven y a su esposa. Ambos comenzaron a concurrir con regularidad a las reuniones de los testigos de Jehová. Se dio atención a aún otros parientes. Esto resultó en que se comenzara un estudio de la Biblia con un primo y su familia. En solo unos pocos meses el primo, su esposa y sus dos hijos comenzaron a participar en el ministerio de casa en casa de los testigos de Jehová.

● Un ministro viajero de los testigos de Jehová, un superintendente de circuito, venía de regreso con su esposa de una visita en los Andes solitarios al sur del Perú. Caminando por un sendero polvoriento, se encontraron con un hombre que estaba dando de beber a su burro en un burbujeante arroyo. El hombre echó a un lado al burro para que el superintendente y su esposa pudieran pasar. Al hacerlo, el hombre dijo: “Sacaré a esta alma del camino.” Ante esto el superintendente de circuito le preguntó si era correcto llamar a su burro un “alma.” El hombre se sorprendió, pensó por un minuto y entonces replicó: “Bueno, siempre he dicho eso.” El superintendente de circuito sacó su Biblia y le mostró al hombre que ésta indicaba que los animales en realidad eran almas. (Núm. 31:28) También consideró con él la verdadera condición de los muertos y la esperanza de la resurrección. El hombre aceptó con gusto la ayuda para el estudio de la Biblia “Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta.” Dado que la casa del hombre estaba en una zona que los testigos de Jehová nunca habían visitado, el uso que el superintendente de circuito hizo de su oportunidad resultó en llegar a una remota sección del Perú con las “buenas nuevas” del reino de Dios.

¡Qué excelente incentivo son las experiencias como éstas para que el pueblo de Dios no pase por alto las oportunidades de dejar que otros oigan la verdad de la Biblia!