Se puede limpiar la vida... con la ayuda de Dios
LAS condiciones mundiales han cambiado drásticamente desde 1914 E.C. Toda la familia humana está pasando por “tiempos críticos, difíciles de manejar.” En una escala sin precedentes los hombres se han convertido en “amadores de sí mismos, amadores del dinero, . . . sin gobierno de sí mismos, feroces, . . . amadores de placeres más bien que amadores de Dios.”—2 Tim. 3:1-4.
Las iglesias de la cristiandad no han podido detener la marea de crimen, inmoralidad sexual, abuso de drogas y la violencia que plaga a las principales ciudades de la Tierra. La gente se siente atrapada, obligada a ‘seguir tras la muchedumbre’ a fin de poder pasarla en el mundo de hoy.
Pero hay algunas personas que se distinguen en un contraste refrescante con esto. Están cambiando su modo de vivir a uno que satisface, que resulta en buenas relaciones con otras personas, y una conciencia limpia ante Dios.
¿Cómo lo han logrado? ¿Por qué no lo han logrado las iglesias de la cristiandad? ¿Puede el lector, también, cambiando su vida para cumplir con los principios de la Palabra de Dios?
El poder transformador de la verdad bíblica
“La palabra de Dios es viva y ejerce poder,” dice Hebreos 4:12. ¿Por qué es cierto esto? Porque “toda Escritura es inspirada de Dios.” (2 Tim. 3:16) Cuando la persona de disposición mansa lee la Biblia comprende que ésta contiene el punto de vista de Jehová Dios, no el de los hombres. Esto la impulsa a hacer cambios en su vida.—1 Tes. 2:13.
En el primer siglo de la E.C. el poder transformador de la verdadera enseñanza cristiana se hizo claramente evidente. La gente por todo el Imperio Romano había caído en un “bajo sumidero de disolución.” (1 Ped. 4:4) Pero la verdad bíblica produjo cambios recompensadores para los que la aplicaron en su vida. El historiador John Lord declara en The Old Roman World: “Los verdaderos triunfos del cristianismo se vieron en hacer hombres buenos de los que profesaban sus doctrinas . . . Tenemos testimonio de sus vidas intachables.”
Pero, ¿qué hay del día actual? ¿No es cierto que la cristiandad con sus miles de sectas, católicas y protestantes, rebosa en degradación? ¿Indica esto que el cristianismo ha perdido su poder para mejorar la vida de la gente? No, no lo indica. ¿Por qué no? Porque la cristiandad no es cristiana. Ella no representa al cristianismo de la Biblia.
De hecho, el clero de la cristiandad es principalmente responsable por la condición enferma del mundo. Acusando al clero, el arzobispo católico romano Dom Helder Câmara del Brasil, comentó: “El muy grave problema religioso es el misterio de saber por qué las grandes religiones no tuvieron éxito en vencer el egoísmo . . . hasta el punto de que en la actualidad vemos el comienzo de una explosión de odio y violencia por todo el mundo. Que mis hermanos cristianos me permitan la confianza y el valor de admitir que entre los más responsables ante la humanidad, nos hallamos nosotros mismos.” ¿Por qué es cierto esto?
Porque las religiones de la cristiandad han rechazado la Sagrada Biblia de Dios. Han desobedecido el consejo bíblico de que los cristianos no deben ser “parte del mundo.” (Juan 17:16) Las iglesias se han implicado en la política, han apoyado las guerras, han aprobado la violencia y la revolución. Por consiguiente, la cristiandad está llena de desunión y confusión. No ejerce ninguna influencia para mejorar las vidas de sus miembros.
¡Pero cuán diferente de la cristiandad es el cristianismo verdadero! En el primer siglo los que se hicieron cristianos cambiaron su vida. Fueron “lavados” de cosas como la borrachera, violencia e inmoralidad sexual. (1 Cor. 6:9-11) Hoy, también, las personas que aplican los principios bíblicos en su vida están haciendo cambios. Las siguientes experiencias del Brasil demuestran esto.
“Limpio” de borrachera y violencia
Un hombre al que se conocía como el “terror del vecindario” en el pueblo de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais, acostumbraba ir en peregrinajes de la Iglesia Católica Romana. Su pasatiempo favorito en estos viajes era beber y alborotar. Todos le tenían miedo. Entonces comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová y empezó a cambiar su modo de vivir. Al principio su esposa se le opuso, pero él prosiguió en su estudio de la Biblia de todos modos. Debido a la influencia saludable de la verdad bíblica sobre él el anterior “terror” del vecindario ahora es un activo ministro cristiano. Ahora su esposa se une a él en estudiar la Biblia y en concurrir a las reuniones en el Salón del Reino. Los vecinos, los amigos y hasta la policía están asombrados ante los grandes cambios en la vida de este hombre.
Un joven en São Paulo emprendió una vida de crimen en su juventud. Cuenta haber sido arrestado quince veces por borrachera, traficar en narcóticos, robo y alborotar. Entonces los testigos de Jehová comenzaron a estudiar la Biblia con él, utilizando el libro La verdad que lleva a vida eterna. De este estudio aprendió el principio bíblico: “Que el que hurta ya no hurte más, sino más bien que haga trabajo duro, haciendo con las manos lo que es buen trabajo.” (Efe. 4:28) En consecuencia, obtuvo trabajo seglar para mantenerse de una manera honrada. Más tarde fue bautizado en símbolo de su dedicación a Dios. Ahora, en vez de ser un rebelde, este hombre enseña a otros a respetar las leyes de Dios y del gobierno.—Mar. 12:17; Rom. 13:1-5.
Un hombre casado del estado de Mato Grosso perdió su negocio de farmacia debido a su mucho beber. Aunque fue educado como católico, se emborrachaba tres días cada semana y las consecuencias le duraban por tres días más. Cuando estaba bajo la influencia del alcohol le daba por romper cosas en su casa. Entonces un día un testigo de Jehová le habló acerca de la verdad bíblica por primera vez. Adquirió el libro “Sea Dios veraz” y en un mes lo leyó completamente tres veces, aprendiendo que Jehová Dios perdona los pecados pasados sobre la base de la fe de uno en el sacrificio de Cristo. El conocimiento bíblico lo impulsó a limpiar su vida. Dejó de beber, legalizó su matrimonio y comenzó a entrenar a sus nueve hijos en el camino de Jehová. Ahora él dedica todo el tiempo a enseñar las verdades bíblicas a otros, y tiene una familia feliz y unida.
Un joven en Belo Horizonte pasó sus años entre la edad de catorce y veinte años como miembro de una pandilla. Robaba autos, bebía cerveza durante toda la noche y era un camorrista. En una visita a su cuñado en São Caetano, lo halló estudiando la Biblia. Al regresar a Belo Horizonte, observó que su madre también estaba estudiando. Entonces su amiga llegó a interesarse en la Biblia. Eso lo convenció. Él también comenzó a estudiar. ¡Y qué cambio produjo esto en él! Dejó de ir los domingos por la tarde a los partidos de fútbol a fin de poder asistir a las reuniones en el Salón del Reino. Las burlas de sus asociados anteriores no lo disuadieron. Junto con su anterior amiga, que ahora es su esposa, hizo excelente progreso. En la actualidad este anterior miembro de pandilla, ladrón y borracho sirve como superintendente de una escuela para entrenar a ministros en su congregación.
“Limpio” de inmoralidad sexual
Hoy por toda la Tierra hay un gran “desplome moral.” La cristiandad no lo puede detener. Pero la verdad bíblica impulsa a la gente a limpiarse de esas cosas. Otras experiencias del Brasil ilustran esto.
Un anterior sacristán de la iglesia católica en la ciudad de Salvador, estado de Baía, solía rezar a Dios por medio de Nuestra Señora de Candeias y guardar todos los días dedicados a “los santos.” Sin embargo vivía una vida inmoral con prostitutas y decía que la única razón por la que no hacía cosas peores era porque ‘amaba la libertad y temía ir a la cárcel.’ En su asociación con el sacerdote de la parroquia este sacristán nunca había oído que la Biblia fuera considerada.
Con el tiempo se puso en comunicación con los testigos de Jehová. Después de estudiar la Biblia por solo dos meses con un ministro capacitado, usando los libros “Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta” y De paraíso perdido a paraíso recobrado, limpió su vida y comenzó a enseñarles a otros las cosas que había aprendido de la Palabra de Dios. En la actualidad dedica todo su tiempo a esta actividad.
Un católico de la ciudad de Belo Horizonte, del estado de Minas Gerais, se consideraba a sí mismo como un hombre religioso, concurriendo a misa todos los domingos. Aunque estaba casado, visitaba los clubes nocturnos cuatro veces por semana, participaba en borracheras y cometía adulterio. Su religión no lo ayudó a llevar una vida moralmente limpia. Sin embargo, profundamente este hombre no estaba satisfecho.
Cuando los testigos de Jehová lo hallaron él aceptó el ofrecimiento de un estudio de la Biblia y aprendió lo que está registrado en 1 Corintios 6:9, 10: “No se extravíen. Ni fornicadores . . . ni adúlteros . . . heredarán el reino de Dios.” Él consideró que esto era la verdad de Dios, y lo impulsó a limpiar su vida. Abandonó su asociación con personas inmorales, dejó de beber y de usar lenguaje obsceno. En vez de eso, comenzó a aplicar principios bíblicos en su vida cotidiana. Ahora dedica todo su tiempo a enseñar la verdad de la Biblia a otros y a cuidar de su familia.
Uno, también, puede limpiar su vida
Algunos individuos llegan a hundirse tan profundamente en la inmoralidad sexual y otros vicios que piensan que ‘están muy entrampados’ para cambiar. Pero esto no es cierto. Si esas personas quieren enderezar sus vidas pueden consolarse con la admonición que se dirigió a los israelitas infieles: “Deje el inicuo su camino, y el hombre perjudicial sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera.” (Isa. 55:7) Con respecto a esto la siguiente experiencia es interesante:
Una viuda de cuarenta años, madre de seis hijos, de la pequeña población de Dores do Indaiá, del estado de Minas Gerais, fue presa de sugerencias inmorales y con el tiempo se convirtió en una prostituta. Razonaba que el dinero que obtenía de esta manera lo podía usar para mantener a su familia. Esta mujer escuchó por primera vez el mensaje de la Palabra de Dios en el hogar de una vecina que estaba estudiando con los testigos de Jehová. Pero ella rehusó estudiar. ¿Por qué? Se sentía “indigna.” Algún tiempo después la misma Testigo halló a esta mujer en su hogar y, para su sorpresa, le pidió un estudio de la Biblia. ¿Qué hizo que cambiara su modo de pensar? Lo poco que había oído de la Biblia en la primera ocasión había sido suficiente para animarla a limpiar su vida. Ahora ella es una testigo cristiana de Jehová, dedicada y bautizada, que celosamente ayuda a otros a rehacer su vida con la ayuda de Dios.
Está claro que la Palabra de Dios ciertamente está “viva y ejerce poder.” (Heb. 4:12) El estudio de la Biblia ha transformado hasta a las personas más disolutas en felices siervos de Jehová, con vidas limpias. La Biblia puede hacer lo mismo por usted si es que aún no ha dejado que ésta ejerza su poder en su vida. Los testigos de Jehová se complacerán en conducir un estudio de la Biblia gratis con usted cada semana en su propio hogar. Sencillamente hágales saber su deseo en el Salón del Reino más próximo a usted o escriba a los publicadores de esta revista, y nos encargaremos de que un ministro capacitado lo visite. No se retraiga debido a sentirse indigno. Prescindiendo de su situación, puede limpiar la vida... con la ayuda de Dios.