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  • Por qué recurren a las drogas
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¡Despertad! 1974
g74 8/3 págs. 5-9

Por qué recurren a las drogas

NO HAY respuestas sencillas en cuanto a por qué la gente recurre a las drogas. Unos pocos expertos sugieren que hay tantas razones para abusar de las drogas como gente que abusa de ellas. Sin embargo el problema tiene una razón fundamental.

El problema es que las drogas están muy disponibles. Por ejemplo, tan solo en los Estados Unidos se producen anualmente 525 toneladas de barbitúricos. El público estadounidense consume la mayor parte de este tonelaje en prescripciones médicas. El Dr. Mitchell S. Rosenthal dijo que en 1971 los médicos prescribieron suficientes drogas que alteran el psiquismo como para “mantener a cada hombre, mujer y niño [en los Estados Unidos] ‘remontado,’ ‘apaciguado’ o ‘dormido’ durante todo un mes.”

Pero, ¿son peligrosas estas prescripciones “legítimas” de drogas? ¿Son un factor significante en la actual crisis del abuso de drogas?

Drogas que se usan en medicina

Los barbitúricos son sedantes, los cuales los médicos prescriben comúnmente para inducir el sueño. Hay unas veintiséis clases de ellos. Prácticamente todos los barbitúricos son producidos por casas farmacéuticas legítimas, pero una gran parte del suministro se desvía a vías ilegales. En la calle, a las píldoras se les llama “apaciguadoras” o “rojas.” El problema con ellas se ha hecho tan grande que las autoridades han llamado al año 1972 “el año de la apaciguadora.”

La afición se produce a veces cuando se confía con regularidad en estas drogas para poder dormir. Muchas otras personas abusan de ellas simplemente por el placer, y se convierten en aficionados. Alrededor de un millón de personas en los Estados Unidos son aficionados a los barbitúricos. Un aficionado es el que necesita las drogas para evitar los sufrimientos a los que da lugar la supresión de la droga. La supresión súbita puede ser tan grave para un aficionado a los barbitúricos que hasta puede matarlo. ¡Además, más de 3.000 personas en los Estados Unidos mueren cada año por excesos de dosis de barbitúricos!

Hay también un diluvio de estimulantes, comúnmente conocidos como “píldoras dadoras de energía” o “remontadoras.” Las anfetaminas son las principales. Los médicos frecuentemente las prescriben para suprimir el apetito, reducir la fatiga o aliviar la depresión. Sin embargo, se calcula que la mitad de las anfetaminas que se fabrican legalmente de algún modo llegan a vías ilegales. Estas drogas, también, son peligrosas y han matado o arruinado las vidas de muchas personas.

Así es que las drogas “legítimas,” que los médicos prescriben, son un factor principal en la crisis. Sin embargo las drogas que capturan la mayor parte de los titulares quizás sean un problema aun peor.

Drogas sin uso médico aceptado

La heroína es la más peligrosa de éstas. Se informa que anualmente de diez a doce toneladas entran por contrabando en los Estados Unidos. Unos 560.000 norteamericanos son aficionados a la heroína, o aproximadamente diez veces la cantidad que había a principios de los años 1960. ¡Verdaderamente la heroína constituye una plaga mortífera!

¡Tan solo en la ciudad de Nueva York unas cuatro personas mueren cada día debido a sus efectos! El costo promedio diario del hábito a la heroína es de 40 ó 50 dólares. ¡Para obtener este dinero, los aficionados roban más de $3.000.000 en artículos en la ciudad de Nueva York, en promedio, cada día! No es de extrañarse que Newsweek informara: “La heroína está matando a la ciudad de Nueva York.”

La LSD (dietilamida de ácido lisérgico) es la más potente entre las docenas de drogas alucinógenas. En años recientes muchos laboratorios clandestinos la comenzaron a producir. Así es que, a pesar de la gran demanda, el precio de una tableta de LSD ha bajado a casi un décimo de su costo de hace algunos años. Aunque no produce afición física, como la heroína o los barbitúricos, la LSD produce efectos misteriosos en los usuarios.

Básicamente, la droga causa cambios en la sensación. Se altera particularmente la visión. Pueden ocurrir ilusiones y alucinaciones hasta meses después de tomar la última dosis. En un “mal viajecito” las imágenes que se perciben pueden ser aterradoras. Además, el que usa LSD llega a ser muy susceptible a las sugerencias o al influjo de otros y del ambiente. Así es que los informes noticiosos frecuentemente relatan experiencias horribles. Por ejemplo, el Daily Mail de Londres del 26 de abril de 1973, informó de cómo un maestro de escuela bajo la influencia de la LSD trató de caminar sobre el río Támesis y desapareció debajo de la superficie sin luchar.

Con la marihuana crecen las dimensiones de la crisis de las drogas. Aunque la marihuana es ilegal, se calcula que unos veinticuatro millones de estadounidenses la han usado, y quizás ocho millones la usan con regularidad. El efecto de la marihuana sobre sus usuarios es más suave que el de la LSD, aunque ésta, también, produce una distorsión de los sentidos. Cuando se fuma marihuana, cinco minutos pueden parecer como una hora. Puede que los sonidos y los colores parezcan intensificados. Los consumidores habituales han sido afectados adversamente; sufren de un andar vacilante, temblor de manos, desórdenes mentales y perturbación en la percepción.

¿Perjudica al cuerpo el inhalar el humo? Es interesante notar que una carta reciente por los médicos del Colegio de Médicos y Cirujanos, de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, declaró: “El humo de la marihuana produce cáncer en cultivos de tejidos de pulmones humanos.” El Dr. Morton A. Stenchever, quien encabezó un equipo de investigación en la Universidad de Utah, llegó a la siguiente conclusión: La marihuana “quizás sea una droga mucho más peligrosa de lo que pensábamos.”

Sin embargo, prescindiendo del daño que las drogas ocasionan, la gente continúa usándolas. ¿Por qué? ¿Por qué hay millones más que recurren a ellas cada año?

Sociedad obsesionada por las drogas

Muchas autoridades se lo achacan a la obsesión con las drogas de la sociedad moderna. Un médico explicó: “Cualquiera que escucha la propaganda comercial y lee los anuncios de las drogas sabe que puede calmarse, reanimarse, dormirse, adelgazar y aliviar cuantos dolores e incomodidades haya por medio de tomar una u otra píldora.” Se prescriben drogas para casi todo síntoma.

El Dr. Matthew Dumont, director de rehabilitación de los aficionados a las drogas del Departamento de Sanidad de Massachusetts, declaró: “Si hay una única fuente de amenaza de las drogas en los Estados Unidos en la actualidad son mis colegas... los médicos. . . . Los médicos prescriben 13 mil millones de tabletas de anfetaminas y barbitúricos cada año.” El Comité sobre el Crimen elegido por la Cámara de Representantes opinó de manera similar, declarando: “La culpa [de la amenaza de las drogas] estriba de lleno en nuestros fabricantes farmacéuticos, los vendedores de drogas al por mayor y al por menor y los médicos.”

Pero estas personas no son las únicas culpables. También lo son los consumidores adultos. Deben comprender que las drogas son venenos, y por lo tanto usarlas solo cuando sus posibles beneficios puedan contrapesar sus daños.a No obstante si los adultos toman drogas por cada problema o tensión, o aun por placer, ¿por qué deberían evitarlas los jóvenes? ¿Es de sorprender que los jóvenes razonen: ‘Si los adultos usan tabaco, se emborrachan y toman píldoras, por qué no debería yo disfrutar fumando marihuana o tomando “apaciguadoras”?’

El hecho de que el uso de drogas por parte de los padres es un factor causante de que los hijos se entreguen a las drogas ha sido documentado por diversos estudios. Por ejemplo, un importante estudio canadiense le llama al abuso de las drogas un “comportamiento que se aprende.” “Los adolescentes modelan su uso de las drogas a semejanza del uso de los padres,” explicaron los psiquíatras de la Fundación de Toronto para la Investigación de la Afición. Seguramente, entonces, si uno no quiere que sus hijos abusen de las drogas, uno no debe fumar, ni abusar de las bebidas alcohólicas ni tomar píldoras innecesariamente.

Pero se necesita más que el ejemplo apropiado de parte de los adultos. También es vital la asociación apropiada fuera del hogar. Un estudio efectuado por los Amigos de la Investigación Psiquiátrica halló que ochenta y cuatro de cada cien aficionados eran introducidos a las drogas por sus “amigos.” Cuando se les ofrecen las drogas, muchos jóvenes las aceptan por curiosidad. Quizás, al principio, hallan sus efectos placenteros. Pero, entonces son “pescados,” y pronto se encuentran en terribles dificultades.

Sin embargo, hay otras razones para recurrir a las drogas. No es sencillamente porque están muy disponibles y porque vivimos en una sociedad a la que le gustan las drogas. ¿Cuáles son estas otras razones?

Vida frustrada que no satisface

El Dr. James E. Anderson, un experto en problemas de drogas, señaló a una razón fundamental, explicando: “El uso de las drogas es de hecho una señal de que había un vacío en la vida de la persona.” El Dr. Matthew Dumont hizo una declaración parecida: “Tenemos que considerar lo que falta en la vida de los jóvenes que las usan.”

Muy frecuentemente el problema está en la familia. Este fue el hallazgo de un estudio de maestros, administradores y consejeros en el condado de Dade, Florida. Además, el Dr. L. James Grold, profesor clínico auxiliar de la Universidad de California del Sur, declaró: “He hallado, casi invariablemente, que el problema básico está en el hogar.” Dijo: “Frecuentemente el adolescente comienza a probar con las drogas del botiquín de la familia como un medio para evitar la tensión y la frustración que existe en el hogar.” Pero, ¿cuáles son las causas de las dificultades en el hogar?

Frecuentemente los padres están ocupados en tratar de abrirse camino en el mundo. Las madres quizás se sientan abandonadas, y lleguen a confundirse en cuanto a sus metas o lugar en la vida. Existe poca comunicación abierta. Y hay poca camaradería o consideración genuina de uno por el otro. Así es que, aunque a los hijos se les provee de todo en un sentido material, se sienten frustrados, descontentos o sencillamente aburridos. Se usan las drogas para llenar el vacío —en una búsqueda de placeres y “emociones”— o solo para aliviar daños emocionales.

A veces los jóvenes usan el abuso de las drogas como un modo de desquitarse de sus padres. El hijo de una famosa actriz cinematográfica explica su uso de las drogas: “Quería darle una sacudida a mi madre... no quería que pudiera pasarlo por alto. Quería su atención, aunque le doliera. Yo estaba dolorido; quería que le doliese a ella, también.”

Pero no son sencillamente los problemas de familia los que hacen que los jóvenes recurran a las drogas. Muchos jóvenes piensan que todo el sistema está, de hecho, desmoronándose. Ven la guerra, los asesinatos, la codicia, la hipocresía, y por todas partes la desesperada búsqueda de cosas materiales. Esto les repugna. Así es que “se salen” de este modo de vivir. De hecho, la actitud de ellos frecuentemente es, ‘comamos, bebamos y disfrutemos porque mañana quizás muramos.’ Por lo tanto recurren a la vida disoluta y a las drogas... cualquier cosa con tal de recibir “emociones” y para causar placer a los sentidos.

¿Cuál, entonces, es la solución?

¿Es la educación la solución?

En muchas escuelas se han instituido programas de educación acerca de las drogas, pero sin verdadero éxito. De hecho, los programas frecuentemente han cultivado la curiosidad, y, como resultado, los jóvenes han recurrido a las drogas para ver los efectos que éstas verdaderamente producen. La Dra. Helen Nowlis, una precursora en la educación acerca de las drogas, ilustró el fracaso de los programas. Mientras apagaba un cigarrillo, ella dijo: “Ve, yo soy un ejemplo. Yo sé lo que me puede hacer el fumar. Y fumo.”

Así es que se necesita algo más que programas que sencillamente hablan del daño que hacen las drogas. Pero, ¿cómo se puede dar suficiente motivación como para que los jóvenes se abstengan de usar drogas, y para que los que ya están aficionados se puedan liberar?

Un artículo de fondo en el periódico canadiense The Spectator señaló a una respuesta. Comentando acerca del amplio uso de la marihuana dijo: “La humanidad siempre ha anhelado un estímulo de los sentidos. En contra de esto, la ley no tiene poder; la única arma eficaz es la religión, y no es necesario comentar acerca de la lamentable situación en que ésta se encuentra en nuestra sociedad.”

¿Por qué ha sido la religión mundial un triste fracaso en hacer frente al problema de las drogas? Una razón principal es que ha respaldado el estilo de vida, la filosofía y las metas de este sistema, las mismísimas cosas que los jóvenes han rechazado como vacías y sin sentido. ¡Pero existe una solución para el problema de las drogas! La base de ésta es una educación que impulsa a uno a adoptar una filosofía de la vida completamente diferente y a buscar metas totalmente diferentes de las que son populares en la actualidad.

Muchos jóvenes aficionados han hallado la solución, y ahora están logrando verdadera satisfacción en vivir. Se han convertido en miembros que brindan excelente provecho a sus comunidades, y están ayudando a otros a hallar una vida con significado. Dejemos que uno de ellos nos relate cómo cayó en las profundidades de la afición, y entonces halló un modo de hacer frente con buen éxito al problema de las drogas.

[Nota]

a Drogas, de la Colección de la Ciencia de Life, publicada por Time-Life, dice en la página nueve: “Todas las drogas son venenos, y todos los venenos son drogas . . . . En el sentido más amplio, una droga —o un veneno— es una sustancia química que puede producir una alteración en la función o estructura del tejido vivo.”

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