Una buena impresión
LOS padres saben cuán “impresionables” son los niños. Puede que algunas de las experiencias de los chiquillos les parezcan bastante insignificantes a los adultos. Sin embargo, de estas experiencias en la niñez los jóvenes pueden aprender lecciones que durarán toda su vida.
Un cristiano en una asamblea de distrito de los testigos de Jehová que se celebró en San Antonio, Texas, ayudó a proveer precisamente tal lección —en honradez— a un muchachito de diez años de edad. Este jovencito concurrió a la asamblea con sus padres y, después que terminaron las sesiones del día, caminó con ellos a través de una parte del parque de diversiones del “Hemisphere” para llegar al motel. Poco después de la asamblea, la Sociedad Watch Tower recibió la siguiente carta de este jovencito:
“Aprecié la Asamblea de Distrito ‘Nombre Divino.’ Los departamentos funcionaron muy bien. Algo extraño pasó cuando iba al motel. Mi nueva billetera se cayó de mi bolsillo. Estaba muy turbado. Mi billetera contenía 3 dólares y mi tarjeta de la biblioteca. Fuimos a San Antonio y caminamos todos los terrenos del hemisferio. Al día siguiente pregunté en el Departamento de Objetos Perdidos en la asamblea. No estaba allí. Volví a preguntar unos 30 minutos más tarde. Volví a preguntar. Allí estaba. . . .
“Que Jehová siga con ustedes.
[Firmado]”
¡Qué excelente es cuando un individuo por medio de manifestar cristianismo puede proveer semejante lección de honradez a un joven!