Qué se puede hacer acerca de esa sensación de estar “siempre cansado”
¿SE SIENTE usted cansado la mayor parte del tiempo? El Dr. Frank S. Caprio, un prominente psiquíatra, escribe: “La fatiga nerviosa es tan común en la actualidad que se hace referencia a ella como la Gran Enfermedad Norteamericana. La mayoría de los pacientes que consultan a un médico se quejan de cansancio crónico.”
El problema de sentirse siempre cansado es tan grande que hace algunos años Science Digest declaró: “Cada año los médicos prescriben por lo menos 3.500 toneladas de estimulantes amfetamínicos solo para ayudar a sus pacientes a pasar el día.”
Si usted es uno de los que están ‘cansados todo el tiempo,’ ¿sabe la razón? ¿Qué causa la fatiga?
Una pregunta desconcertante
Puede ser que le sorprenda la dificultad de contestar esta pregunta. El World Book Encyclopedia señala: “Los médicos no saben exactamente qué es lo que causa la fatiga. No saben por qué una persona se siente cansada después de hacer un esfuerzo muscular o mental.”
Sin embargo la respuesta quizás le parezca muy obvia. Corrientemente se cree que cuando una persona trabaja, utiliza energía, y desperdicios, como el ácido láctico, se acumulan en su sangre. Como resultado, se cansa. Sin embargo el asunto no es así de sencillo, aunque hay cierta verdad en la opinión anterior.
Que los desperdicios en la sangre evidentemente son un factor en producir fatiga se muestra por el hecho de que las inyecciones de sangre de animales cansados en uno que está descansado producen fatiga en el animal descansado. No obstante The Encyclopedia Americana comenta:
“Bajo condiciones normales . . . se suministra al músculo suficiente materia nutritiva y los desperdicios son reconvertidos para proveer energía nueva con tal de que el suministro de sangre del músculo permanezca intacto. Por lo tanto no es probable que estos cambios químicos tengan un significado crítico en la fatiga normal, con la posible excepción de un trabajo muscular muy pesado. En las clases normales de trabajo sedentario, los cambios químicos en los músculos desempeñan una parte secundaria.”
La experiencia común también contradice la opinión de que la fatiga se debe sencillamente al gasto de energía y a los cambios químicos en los músculos. Considere, por ejemplo, al trabajador que siente fatiga después de horas de trabajo, pero entonces, de súbito, su fatiga lo abandona. Probablemente el lector haya tenido esa experiencia.
Quizás recuerde haberse sentido cansado después de horas de trabajo. Pero entonces se le invitó a hacer algo que verdaderamente disfrutó, tal como jugar algún juego o ir de excursión a los bosques con los amigos. Aunque esto quizás requería más energía que el trabajo que estaba haciendo, ¡casi al instante desapareció su cansancio!
Probablemente usted haya tenido experiencias similares que hacen desconcertante la cuestión de la fatiga. Por ejemplo, quizás haya descubierto que usted se cansa menos al hacer un trabajo que disfruta que al hacer un trabajo que no disfruta, aunque éste sea más fácil. Muchas personas, de hecho, se cansan mientras apenas hacen esfuerzo alguno. ¡Hasta la idea de tener que hacer ciertas cosas hace que algunas personas se cansen! Tales experiencias de la vida real hicieron que el periódico Today’s Education llegara a la siguiente conclusión: “Hay algo incorrecto en la suposición común acerca de lo que causa la fatiga o hasta de lo que la fatiga es.”
El libro Fatigue and Impairment in Man, después de presentar una intensa investigación del tema, explicó: “La fatiga . . . no tiene una relación consistente con el gasto de energía física.”
Si las sensaciones de fatiga no se deben sencillamente al uso de energía, ¿qué causa la sensación de fatiga? Se sabe que hay varios factores implicados.
Factores físicos
El gasto de energía física es uno de los factores. La fatiga normalmente resulta de un trabajo o juego vigoroso. Nuestros cuerpos fueron diseñados para experimentar una sensación de cansancio como resultado de esa actividad. Por lo general es una sensación agradable, bienvenida. Debido a ello, “el sueño del trabajador es dulce.”—Ecl. 5:12, The Bible in Living English.
Es un hecho interesante que los estudios muestran que los que hacen los trabajos más enérgicos rara vez se quejan de fatiga. Ellos esperan sentirse cansados. Así es que comen, descansan, duermen, y su cansancio los abandona. Son refrescados. Pero, ¿qué pasa si uno continuamente día y noche abusa de su cuerpo, sin darle el alimento y el descanso apropiado?
Puede resultar en esa sensación de estar “siempre cansado.” ¿Cuál es la solución? ¿Ayudará a combatir la fatiga el tomar vitaminas?
Eso depende de lo que sea responsable por el cansancio de uno. ¿Se debe a la carencia de elementos nutritivos? Si es así, las vitaminas quizás ayuden. Pero puede que en la mayoría de los casos, por lo menos en los hogares donde los alimentos nutritivos están disponibles, una persona reciba suficiente nutrición de los alimentos que come. Si este es el caso, las vitaminas probablemente no mejoren esa sensación de estar “siempre cansado.”
¿Qué hay, entonces, acerca de tomar píldoras estimulantes, amfetaminas? Es cierto, éstas quizás disipen el cansancio pasajero, reanimando y dándole a uno una sensación de bienestar. Pero no reaprovisionan el cuerpo. Más bien, contribuyen a su desgaste adicional. Según la Asociación Médica Americana, las “amfetaminas no son una fuente mágica de energía extra mental o física. Solo sirven para empujar al usuario a un gasto mayor de sus propios recursos, a veces hasta un arriesgado punto de fatiga que frecuentemente no se reconoce.”
Así es que sea práctico. Si tiene esa sensación de estar “siempre cansado” debido a exigirse demasiado en el trabajo, juego o esparcimiento nocturno tal como mirar la TV, reconozca lo que necesita. Obtenga más descanso y sueño. La importancia de obtener sueño suficiente fue recalcada por el Dr. Philip M. Tiller, Jr., del Colegio Médico de la Universidad Estatal de Louisiana. Sus investigaciones hallaron que las mujeres que obtienen siete horas o menos de sueño por noche informan siete veces más la cantidad de fatiga constante que las que obtienen ocho horas de sueño o más.
Pero, ¿qué hay si las circunstancias no permiten obtener suficiente sueño por la noche? O, ¿qué hay si uno sencillamente carece de resistencia, y ordinariamente se fatiga durante el día?
Muchos han hallado la solución en una breve siesta durante el día. Para algunas personas, dicen los expertos, una siesta de media hora equivale a las tres horas de sueño precisamente antes de despertar por la mañana. En su libro Live at Peace with Your Nerves, el Dr. Walter C. Álvarez estimuló a tener una siesta después del almuerzo, diciendo: “Aun diez minutos son suficientes.” Si la falta de sueño es lo que le causa el sentirse fatigado, podría tratar de tener una siesta diaria. Con un poco de esfuerzo, algunas personas han aprendido a dormirse rápidamente.
Sin embargo, algunas veces una persona puede descubrir que ninguna cantidad de sueño o descanso alivia su sensación de estar “siempre cansada.” Un atleta escolar de 88 kilos, y de casi un metro ochenta de alto halló que esto era cierto. Había practicado mucho y se había acostado muy tarde. Así es que pensó que por medio de obtener más sueño pronto se libraría de su sensación de fatiga. Pero ésta permaneció. Un examen médico reveló que tenía mononucleosis infecciosa.
Así es que otro factor en la fatiga puede ser una enfermedad. Si este es el caso, el reposo no es necesariamente la solución. La fatiga no desaparecerá o mejorará hasta que la enfermedad que causa la fatiga sea mejorada o curada. Entre las enfermedades más comunes de las cuales la fatiga es un síntoma se encuentran la diabetes, anemia, hepatitis, tuberculosis, neumonía e influenza. Pero la fatiga puede ser el primer síntoma generalizado de casi cualquier enfermedad orgánica, incluso de algunos desórdenes cardíacos y cáncer. De modo que si el sueño adicional no le alivia su sensación de estar “siempre cansado,” sería prudente hacerse un examen médico.
Pero quizás uno obtenga abundante descanso y los médicos no hallen ninguna evidencia de enfermedad, sin embargo esa sensación de estar “siempre cansado” persiste. ¿Por qué? ¿Cuál es la causa?
Factores emocionales o mentales
Su sensación de fatiga probablemente se debe a la tensión emocional o mental. Según el Dr. Stewart Bartle del hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York ésta es responsable del 80 por ciento de la fatiga crónica. Contrario a lo que algunos quizás crean, esta sensación de cansancio no es imaginaria. El Dr. Joseph D. Wassersug explicó: “La fatiga, sea que se deba a enfermedad, esfuerzo físico o tensión emocional, produce la misma sensación de cansancio.”
Algunos médicos quizás prescriban píldoras de amfetaminas para este cansancio. Pero estas drogas pueden ser nocivas, y, además, solo tratan los síntomas. Es mejor descubrir qué es responsable de la tensión emocional y corregirlo.
Es un hecho sorprendente que el aburrimiento es responsable en quizás la mayoría de los casos de fatiga crónica. Las personas se cansan rápidamente cuando pierden interés en su trabajo u otras actividades. El Dr. T. G. Klumpp, una autoridad en enfermedades seniles, señaló:
“La fatiga en las personas de más edad . . . se ve más generalmente entre los que no tienen suficiente que hacer. Con demasiada frecuencia esos hombres y mujeres piensan que su trabajo en la vida está terminado, y su fatiga, por lo tanto, tiene su origen en el aburrimiento, pérdida de incentivo e interés. Vez tras vez, cuando surge una crisis o acontece algo de interés profundo, estos individuos pierden su fatiga milagrosamente.”
Esto es verdad, también, de personas de prácticamente todas las edades. Cuando hay un resurgimiento de verdadero interés en la vida por medio de una actividad que tiene propósito, la fatiga se desvanece asombrosamente. Un estudio hecho por un experto en eficiencia, el Dr. L. Gilbreth, ilustró esto. Los trabajadores industriales que se estudiaron gozaban todos de buena salud, hacían aproximadamente la misma clase de trabajo, bajo las mismas circunstancias físicas, sin embargo había gran variedad en el cansancio que sentían al fin del día. Los animados eran los que esperaban con placer alguna clase de actividad durante la noche o el día siguiente.
Así es que si su cansancio se debe al aburrimiento, trate de desarrollar interés en su trabajo o en otras actividades. Muchos de los testigos de Jehová informan que, aunque después de un día de trabajo se sienten cansados, su cansancio los abandona cuando se absorben en una consideración bíblica durante la noche.
El poderoso efecto de la mente sobre el cuerpo
Es un misterio lo mucho que nuestra mente afecta a nuestro cuerpo. Casi toda emoción negativa nos puede agotar, produciendo fatiga. Por ejemplo, un médico señaló: “El odiar a alguien durante todo el día es más agotador que trabajar en el campo desde el amanecer hasta el anochecer.” Un ejemplo de la vida real de un comerciante ilustra esto. El Dr. Peter J. Steincrohn, en su libro Live Longer—And Enjoy It!, explicó: “Le sugerí que o dejara de odiar al hombre o dejara de verlo. Él se propuso hacer lo primero (porque era menos costoso), y lo logró tan bien que en unas pocas semanas su cansancio había desaparecido.”
Sentimientos de culpa, depresión, ansiedad o preocupación son todos causas principales de la fatiga. Puede que una persona no levante un dedo en todo el día y no obstante, esté totalmente extenuada debido a preocuparse o cavilar acerca de algún problema. Si el abrigar esos sentimientos negativos se convierte en un hábito, se produce esa sensación de estar “siempre cansado.” ¿Qué puede hacerse acerca de ello?
Primero, decida qué puede hacer acerca del asunto que lo preocupa. Si, por ejemplo, ha cometido algún mal, haga lo que pueda para corregir el asunto. Si éste es de naturaleza grave, diríjase a las personas implicadas y pida su perdón. Cuando el rey David pecó, él dijo: “Cuando me quedé callado se gastaron mis huesos debido a mi gemir todo el día.” ¡Qué fatigado se sintió! ¡Hasta sus huesos se cansaron! Pero cuando confesó su error a Dios, e hizo lo que pudo para arreglar el asunto, experimentó alivio.—Sal. 32:3-5.
Siga ese ejemplo. No permita que sus emociones lo agoten. Busque la ayuda de Dios, tal como animó el rey David: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará.” (Sal. 55:22) Deje de pensar en usted mismo y en sus problemas interesándose en otros. Haga lo que pueda para ayudarlos. Se asombrará de lo refrescado que se sentirá.
El trabajar detrás de un escritorio durante todo el día puede ser mental y emocionalmente extenuante, y puede producir esa sensación de estar “siempre cansado.” Pero aunque pueda parecer sorprendente, el ejercicio físico puede ser refrescante. Science News Letter declaró: “Por mucho tiempo, los médicos acostumbraban a tratar la fatiga por medio de hacer que el paciente eliminara algo, prescindiendo de cuán poco estuviera haciendo. . . . Ahora los médicos saben que no es así. . . . El ejercicio es la solución, pero éste tiene que ser divertido y no un trabajo penoso. Después de un día emocionalmente extenuante detrás de un escritorio, un poco de ejercicio puede lograr maravillas.”
Sí, la fatiga es desconcertante. En realidad, tenemos mucha más energía que la que probablemente creemos tener. Está allí, pero tenemos que ajustarnos mentalmente para usarla. Para ilustrarlo el Dr. Stewart G. Wolf de la Universidad de Oklahoma condujo un estudio en el cual se le dijo a los individuos que sostuvieran pesos con sus brazos extendidos tanto tiempo como pudieran. Después se les dio unas píldoras simuladas que los individuos creían que contenían un poderoso medicamento contra la fatiga. “Esto,” dijo Wolf, “resultó en casi duplicar su resistencia.”
Es consolador comprender que evidentemente tenemos recursos de energía que muchos de nosotros no usamos. Por medio de aprender a extraer esa energía, y por medio de no dejar que se escape innecesariamente, deberíamos, si normalmente tenemos buena salud, poder evitar esa sensación de ‘estar cansado todo el tiempo.’