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  • Los pájaros galantean
  • ¡Despertad! 1974
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¡Despertad! 1974
g74 22/8 págs. 23-26

Los pájaros galantean

LA PRIMAVERA trae un bullicio de actividad al mundo de los pájaros. Es el tiempo cuando los pájaros galantean. Cada especie tiene su propio modo de cortejar a su hembra. Los pájaros que galantean por lo general ostentan sus mejores galas y plumas, por decirlo así, y hacen alarde de cualquier rasgo o habilidad especial para lucir lo mejor que pueden.

“Exhibiciones” de galanteo

Muy naturalmente, muchos pájaros que tienen plumas coloridas las despliegan para atraer a una pareja en perspectiva. Pero hasta el rabihorcado, el cual tiene plumas negras, exhibe un despliegue colorido. ¿Cómo?

Bueno, él tiene un buche rosado que se vuelve encarnado al tiempo del galanteo. Cuando el macho infla su “globo de galanteo” y echa su cabeza completamente para atrás, hace una gran impresión en cualquier hembra que pase volando. Si un rabihorcado hembra se interesa, vuela más bajo y aterriza cerca del macho. Puede que ella visite a varios machos galanteadores antes de hacer su elección. Pero una vez que lo hace, quizás se encuentre literalmente abrazada por las alas extendidas de un ardiente macho.

Cuando el mirlo de alas rojas galantea, en realidad se inclina y hace reverencias, acampanando sus alas y cola. Cierta clase de gallinácea silvestre se contonea alrededor con las plumas de su cola erguidas. Además, ensancha varias bolsas de aire en su pescuezo de tal modo que el pescuezo y pecho se parecen a un globo gigantesco, el cual puede mover súbitamente de arriba a abajo... todo lo cual hace, con la esperanza de impresionar a la hembra.

El pavo real galán, por supuesto, también sabe cómo pavonear sus dotes. Los machos despliegan su cola en un abanico deslumbrador hecho de plumas de iridescente oro y verde, adornadas con manchas de color azul en forma de ojo. Frecuentemente el pavo real despliega una de estas magníficas representaciones para los admiradores humanos, tal como lo hace para impresionar a su futura compañera.

El ave lira australiano también está notablemente equipado para el galanteo, con su hermosa cola en forma de lira. Este pretendiente emplumado tiene su propio modo de impresionar a la hembra. Además de cantar, despliega su cola al máximo y la trae completamente hacia adelante, ¡extendiendo las plumas por encima de la cabeza!

El ave del Paraíso azul tiene un modo de abordar diferente. Se sienta en una rama y hace su reclamo, entonces lentamente se deja ir hacia atrás. Cuando está completamente cabeza abajo, sus elegantes plumas en forma de abanico se abren a todo su esplendor. Para hacer sus vistosas plumas más conspicuas, quizás se sacuda. Mientras canta, mantiene su cabeza ladeada hacia un lado, en un esfuerzo de observar cualquier efecto que todo este galanteo patas arriba pueda tener en la hembra.

Pero no todos los pretendientes emplumados se muestran tan ansiosos de aceptar a una compañera. En esos casos las hembras tienen que mostrar perseverancia. Por ejemplo, cierta clase de cigüeña aparenta limpiar y componer sus plumas. También puede ser que de vez en cuando agarre una ramita del nido. Una hembra interesada, al observar al macho aparentemente industrioso, se acerca. Ah, ¿pero está la cigüeña macho ansioso de recibirla? Puede que en realidad la ahuyente. Pero a pesar del repetido tratamiento rudo, ella regresa vez tras vez. Ella “no acepta un ‘No’ por respuesta.”

Por fin, la paciencia de la hembra es recompensada y el macho le permite entrar al nido. Aun entonces, quizás pasen días antes que el macho la acepte por completo. Una vez que lo hace, se lleva a cabo el apareamiento, y él se ocupa de recoger las ramas para el nido. Ya no hay necesidad alguna de “simular.”

El dar regalos

El galantear por medio de dar regalos no es algo nuevo en el mundo de los pájaros. Muy similar a como un joven entrega una caja de dulces a su amada, un cardenal busca las mejores semillas de girasol. Luego las pela y coloca cada grano cuidadosamente en la boca de la hembra de su corazón.

La golondrina de mar macho usa otra carnada. Al galantear, agarra un pez pequeño, lo sostiene cruzado en su pico, y desfila arriba y abajo por la playa. Cuando aparece una hembra y acepta el regalo, él hace grandes reverencias delante de ella. Los pájaros entonces se pasan el regalo ida y vuelta. Finalmente, el macho prepara un hoyo en la arena y así la hembra puede hacer el nido.

Para el picotera macho, ¿cuál regalo de galanteo podría ser más apropiado que una exquisita cereza? Cuando entrega este regalo a la hembra de su elección, lo pone cuidadosamente en su pico. Si la hembra está interesada en la proposición, ella acepta la cereza pero no la come. Posados lado a lado en una rama, se pasan el uno al otro la cereza del galanteo dentro del pico.

Algunos pájaros prefieren regalos de galanteos más prácticos... ¡materiales para el nido! Así es que el pingüino de Adelia va a la hembra de su elección con una variedad de piedrecillas... una a la vez para que ella las inspeccione. Aunque uno quizás piense que un pez sería un regalo mejor para una pingüina bonita, las piedrecillas dan en el clavo. (Las piedrecillas tienen gran valor en el mundo de los pingüinos porque se usan como cimiento para levantar el nivel del nido como una protección en contra del derretimiento de la nieve.)

También es práctica la garza real macho, que sale a galantear con ramitas. Él las presenta a su hembra elegida una a la vez. Si ella está interesada, no solo acepta los regalos, sino que comienza a buscar más ramitas y empieza a construir un nido en el cual los dos pueden criar su familia.

Dando serenatas a la hembra

Puesto que el mundo de los pájaros tiene algunos cantores notables, no es de maravillarse que muchos pretendientes emplumados den serenatas a las hembras como su principal modo de galantear. Así es que el azulejo macho sigue a su amada hora tras hora, rara vez pausando en su serenata continua, hasta que, por fin, ella responde a sus seductoras canciones.

¿Conmueven verdaderamente estas canciones el corazón de la hembra? Para hallar la respuesta, se hizo un experimento con reyezuelos domésticos. Se colocó un cardiómetro en un nido, y se descubrió que cada vez que el macho cantaba, el promedio de las pulsaciones de la hembra aumentaba.

Pero a veces hay más machos que hembras, y ni siquiera el canto persistente de una canción de galanteo puede ganar una compañera. Por ejemplo, frecuentemente hay más codornices machos que hembras. Si el macho no ha hallado una compañera, él continúa con su alegre canción de galanteo (ah-bob-uait) aun durante todo el verano; de ahí su nombre bobwhite en inglés. En un día estival, un naturalista observó a una codorniz soltero desde las 4 de la mañana hasta las 7:30 de la noche. Dio 1.430 reclamos de galanteo, tantos como ocho en un minuto. Pero cuando halla una compañera, la serenata cesa y asume el papel de un padre en perspectiva.

Además, no todos los pájaros cantan hermosamente. El plumoso-carpintero, que no es un gran cantante, atrae a la hembra por medio de hacer lo que sabe hacer bien... toca una retreta sobre un tronco hueco. La perdiz norteamericana macho obsequia una serenata encaramándose sobre un tronco caído, aleteando rápidamente con sus alas. Esto produce golpes sordos que tienen una cualidad de ventriloquia cavernosa. El macho incrementa su velocidad a aproximadamente veinte golpes por segundo antes de completar la serenata.

Bailes y acrobacias

Algunos pretendientes alados prefieren hacer más que sencillamente dar una serenata o exhibir algunas plumas vistosas. Bailan, y la hembra frecuentemente se une al macho para mostrar su interés. Cuando el colibrí norteamericano macho ve componer sus plumas a una hembra en quien tiene interés, emprende un espectacular “baile pendular” aéreo. El macho galanteador vuela alrededor en un gran arco de aproximadamente tres metros, siguiendo el diseño de un péndulo oscilante, al mismo tiempo que exhibe glamorosamente su cuello llameante. Si la hembra acepta la proposición, se une al macho en la acrobacia. Ambos entonces vuelan arriba y abajo en trayectorias verticales. Cuando el macho está arriba, la hembra está abajo, y así sucesivamente. Poco después de esto, los pájaros se aparean, y comienzan a prepararse para el trabajo de criar la familia venidera.

Poco después de la puesta del Sol se puede ver a la chocha macho norteamericana en su baile galán de vuelo rápido en el cielo, que un observador describió de este modo: “En grandes espirales voló arriba y abajo hacia la Luna. Durante todo el tiempo, sus alas silbaron una larga canción a una hembra escondida en el pantano allá abajo. Alcanzando el punto máximo de su vuelo hacia lo alto, la chocha inició su espectacular caída. El silbido regular del largo ascenso hacia el cielo cambió ahora a un silbido irregular entremezclado con una suave melodía. Descendió en poderosa picada, que cada vez se hizo más rápido. Al acercarse a tierra, el pájaro controló su descenso por medio de extender sus alas. Se posó muy cerca de donde había despegado unos pocos minutos antes.” Después de observar varios vuelos de galanteo de esta clase, emerge de su escondite una hembra impresionada y se une al macho.

¡Ciertas aves marinas, como las colimbo, bailan en el agua! Los pájaros que galantean agitan sus patas rápidamente, elevándose a una posición erecta con casi todo su cuerpo fuera del agua. De este modo golpetean románticamente a través de la superficie del agua.

Una casa para el galanteo

Uno de los galanteos más asombrosos en el mundo de los pájaros lo llevan a cabo los tilonorrincos de Nueva Guinea y Australia. Los machos de cada especie hacen su propia clase de casa con ramas. Esta puede tener varios centímetros de largo y hasta un metro con veinte de alto y estar decorada con una variedad sin fin de objetos coloridos, como flores y bayas. Algunos tilonorrincos hasta pintan sus casas para el galanteo, mezclando la pintura por medio de mascar bayas coloreadas y carbón. Por lo general aplican la pintura con sus picos, pero algunos buscan corteza o alguna vegetación que les sirve como brocha de pintar. El tilonorrinco sin cresta no solo decora su casita sino que sale a galantear con una flor en su boca.

Cuando una hembra es atraída por una casita para el galanteo y las bufonadas de su constructor, entra en la casita rústica y se lleva a cabo el apareamiento. Entonces, extrañamente, abandona la casita para el galanteo y se aleja volando para construir su propio nido en el cual criar a los pequeños en soledad.

La primavera es el tiempo en el que los pájaros galantean a su propia manera... exhibiéndose, cantando, dando regalos, bailando y construyendo casas. Es una exhibición colorida. Al pensar en los miles de diferentes clases de pájaros, las personas temerosas de Dios ven en ellas evidencia de la grandemente diversificada sabiduría de un Creador amoroso.—Efe. 3:10.

[Ilustración de la página 23]

Rabihorcado

[Ilustración de la página 24]

Ave lira

[Ilustración de la página 25]

Ave del Paraíso azul

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