BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g76 8/4 págs. 27-28
  • La evolución y el cristianismo... ¿son compatibles?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • La evolución y el cristianismo... ¿son compatibles?
  • ¡Despertad! 1976
  • Información relacionada
  • La evolución a juicio
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1994
  • La evolución socava la fe
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1971
  • Desacuerdos sobre la evolución... ¿por qué?
    La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?
  • ¿Cree usted en la evolución, o en la creación?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1971
Ver más
¡Despertad! 1976
g76 8/4 págs. 27-28

¿Cuál es el punto de vista bíblico?

La evolución y el cristianismo... ¿son compatibles?

SEGÚN la teoría de la evolución, toda cosa viviente se ha desarrollado de organismos unicelulares que llegaron a existir hace centenares de millones de años. Supuestamente, los cambios biológicos de por sí produjeron la infinita variedad de plantas y animales que hay actualmente en la Tierra.

Entre los que aceptan esta teoría hay muchas personas que creen en Dios. Ellas sostienen que Dios inició y dirigió todo el proceso evolucionista. ¿Concuerda usted con ese punto de vista?

A muchas personas no les parece que exista un verdadero conflicto entre la teoría de la evolución y los principales preceptos del cristianismo. No obstante, hay algunos asuntos fundamentales sobre los cuales los dos absolutamente no pueden avenirse.

Entre éstos se destaca la alegación de los evolucionistas de que todas las formas de vida se desarrollaron de un comienzo común y, por lo tanto, están relacionadas unas con otras, o por lo menos lo estuvieron en el pasado lejano. Sin embargo, la Biblia declara inequívocamente que “procedió Dios a crear” por separado, “según sus géneros,” tipos de vida vegetal, acuática, de aves y animales así como también a criaturas humanas. (Gén. 1:11, 12, 20-22, 24-28; 2:7, 21-23) ¿Deberían los cristianos abandonar el relato que da Génesis sobre la creación y aceptar en su lugar la evolución? Muestra uno ser “poco científico” si cree en la creación separada ‘según los géneros’?

Para los cristianos el testimonio de más autoridad es el de Cristo Jesús mismo. Note la manera en que él se expresó a ciertos líderes religiosos: “¿No leyeron que el que los creó desde el principio los hizo macho y hembra y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’?” (Mat. 19:4, 5) De esto se ve claramente que Jesús aceptaba la explicación bíblica de cómo se originó la vida.

Todas las Escrituras Griegas Cristianas están de acuerdo con este punto. Por ejemplo, leemos: “Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón.” (1 Cor. 11:8; compare con Génesis 2:21-23.) “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él . . . hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para morar sobre la entera superficie de la tierra.”—Hech. 17:24-26; compare con Génesis 1:27, 28.

¿Pero pueden las personas instruidas aceptar ese punto de vista hoy día? ¿No han refutado el relato de Génesis sobre la creación los hallazgos de los científicos? En algunos círculos es popular creer eso. ¿Pero cuántas personas realmente han investigado el asunto? ¿Lo ha hecho usted? El primer capítulo de Génesis cap. 1 no dice que Dios creó cada variedad de plantas y animales por separado. Como ya se hizo notar, las cosas vivientes fueron producidas “según sus géneros.” ¿Qué significa esa expresión? Simplemente que los grandes grupos de organismos, como el de las criaturas humanas, son distintos de otros grandes grupos. Sin embargo, esto deja lugar para una gran variedad dentro de cada “género” del Génesis.

¿No es precisamente de esa manera que se manifiestan las formas de vida hoy día? Probablemente usted no pueda contar las variedades de gatos y perros que ha visto durante su vida. Pero, prescindiendo de la variedad, ¿no son todavía gatos y perros? Nunca se cruza el límite entre los félidos y los cánidos. ¿Y qué hay del género humano? Aunque resalta una gran variedad entre las criaturas humanas, como en el color del pelo y los ojos, estatura, habilidades naturales y rasgos de personalidad, todas ellas permanecen criaturas humanas. Respecto a esto, un profesor de zoología bien conocido, Theodosius Dobzansky, escribió:

“El mundo viviente no es un solo despliegue de individuos en el cual cualesquier dos variantes están conectados por series no interrumpidas de intergradaciones, sino un despliegue de despliegues más o menos distintamente separados, entre los cuales las formas intermedias están ausentes o por lo menos son raras.”

¿Qué se puede decir acerca de la vida en las edades pasadas según el registro de los fósiles? ¿Vemos en esos registros la evidencia de una evolución continua de toda cosa viviente? ¿O contiene el “registro de las rocas” más prueba de que son distintos los grandes grupos de organismos? El paleontólogo George Gaylord Simpson dijo:

“Las realidades son que muchas especies y géneros, verdaderamente la mayoría, sí aparecen súbitamente en el registro, difiriendo agudamente y de muchas maneras de todo grupo anterior, y que esta apariencia de discontinuidad se hace más común mientras más alto ser el nivel, hasta que es virtualmente universal en cuanto a orden y todo grado más elevado de la jerarquía [en la clasificación de animales y plantas].”

¿No es cierto que estos datos del mundo viviente y del mundo de los fósiles confirman cabalmente el relato de Génesis de que las formas de vida llegaron a existir y a reproducirse “según sus géneros”?

Una importante doctrina cristiana se expresa en Romanos 5:12: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.” A causa de esto fue necesario que Jesucristo viniera a la Tierra y sufriera una muerte de sacrificio como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29) Pero esta verdad cristiana está en desacuerdo total con la teoría de la evolución. ¿Por qué? Porque esa teoría afirma que el hombre, en vez de haber caído en el pecado, ha continuado a progresar en ascenso. Si eso fuera cierto, no se necesitaría la muerte de Jesús en expiación del pecado.

¿Y qué hay de la principal marca de identificación del cristianismo? Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) En su famoso Sermón del Monte Jesús aconsejó a sus oyentes a que les mostraran amor hasta a sus “enemigos.” (Mat. 5:44) ¿Concuerda la teoría de la evolución con la ley de amor cristiano? El profesor de filosofía Raubiczak menciona algunas maneras en que el pensar evolucionista afecta al hombre:

“Han hecho de la evolución la base de una filosofía completa. . . . De hecho, la filosofía que se basa en el darvinismo ha ejercido una influencia de tremenda fuerza, mucho más allá de las regiones de la ciencia y la filosofía sobre todo el desarrollo del pensar europeo. La despiadada lucha de vida y muerte para sobrevivir ha sido transformada en una nueva moralidad, en la forma de despiadada rivalidad en el capitalista, despiadado arte militar en el mundo comunista, y despiadado nacionalismo por todas partes.”

Las consecuencias de aceptar la teoría de la evolución pueden ser trascendentes. Si usted se dejara persuadir a no aceptar como correcta la explicación bíblica del origen de la vida, ¿cómo afectaría esto su modo de ver otras partes de la Biblia, como, por ejemplo, sus elevados principios morales? ¿Pudiese suceder que esta teoría acabara por arruinar del todo su fe en Dios, como ha sucedido con otros?

En resumen, la teoría de la evolución niega el hecho de que los grandes grupos de cosas vivientes son distintos unos de otros y que han permanecido así durante toda la historia de la vida en la Tierra. Niega la verdad de que el hombre cayó en el pecado y la consecuente necesidad del sacrificio de rescate de Jesús. (Mat. 20:28; 1 Tim. 2:5, 6) Ha producido pérdida de fe en Dios en gran escala y promovido un espíritu de la “supervivencia del más apto,” de “destrucción mutua” que ha resultado en una infinidad de matanzas. Claro está, pues, que la evolución y el cristianismo absolutamente no son compatibles.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir