Una vida de familia sana... no es meramente algo del pasado

LA VIDA de familia ha cambiado considerablemente en la generación actual. ¿Ha notado usted el cambio? ¿Ha afectado a su familia?

“Cuando yo era joven,” señaló un caballero de edad, “nuestra familia siempre comía junta y disfrutaba de las conversaciones a la hora de la comida. Procurábamos entretenernos como una familia, salíamos a pasear y a pescar. Y trabajábamos juntos para realizar lo que había que hacer en la casa.”

¿Es así que se hacen las cosas en su hogar? En algunos hogares hoy los miembros de la familia apenas se hablan unos a otros. Quizás hasta coman a horas diferentes o en habitaciones separadas. ¿A qué se debe el derrumbe de la vida de familia sana?

El crecimiento de la industria carga con mucha de la culpa. Hoy los hombres trabajan en fábricas y oficinas, más bien que en el hogar. En muchos casos la sociedad, más bien que la familia, se encarga de los enfermos, educa a los niños, prepara mucho del alimento que la gente come y hasta se ocupa de su entretenimiento. Además de esto, el énfasis que se da actualmente a la satisfacción personal hace que muchos se alejen de la vida de familia para ir en pos de metas o carreras individuales.

¿Ha eliminado esto la necesidad de una vida de familia sana?

“Una nueva investigación patrocinada por el Instituto del Seguro de la Vida reveló,” según un informe periodístico del año pasado, “que el 80 por ciento de los estadounidenses de más de dieciocho años de edad escogen ‘una vida de familia feliz’ como su meta número uno. Se escogió una vida de familia feliz antes que ‘la oportunidad de desarrollarse como individuo’ . . . ‘una carrera prometedora’ . . . y ‘ganar mucho dinero.’”

¿Es la vida de familia sana una meta importante para usted? ¿Cómo puede lograrla? Consideremos algunas responsabilidades de los miembros de la familia.

El padre... más que un proveedor

Las personas que estudian el comportamiento humano repetidamente ponen énfasis en la importancia del papel que desempeña el padre en la vida de familia. “Más y más estudios afirman,” recalca la escritora Ana Honig del Servicio Informativo de Mujeres, “que los jóvenes privados del padre pueden quedar emocionalmente lisiados.”

¿Es usted un esposo y padre? Sin duda siente un profundo amor por su familia. Usted quizás hasta ‘se consume’ por decirlo así, en sus esfuerzos por suministrar alimento, vivienda, ropa y otras comodidades para ellos. Pero si es solo hasta este grado que alcanza su participación en las actividades de su familia, puede que esté cometiendo un grave error. ¿Por qué? Considere una carta escrita a un redactor de diario por un niño de trece años:

“A veces quisiera que [mi padre] me gritara, entonces sabría que se interesa por mí. Si quiero ir a alguna parte o hacer cualquier cosa, tengo que pedir permiso a mamá. Él dice que su trabajo es suministrar el dinero. Me gustaría tener un padre que se sentara y hablara conmigo, que tuviera tiempo para ir al bosque conmigo o sencillamente pudiéramos dar una vuelta juntos. Mi padre ni siquiera rezonga cuando mis calificaciones bajan. Dice: ‘¡Ese es asunto de tu madre!’”

La Biblia, también, recalca la necesidad de que los padres se interesen personalmente en el desarrollo de sus hijos, diciendo: “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efe. 6:4) ¿Está usted suficientemente familiarizado con la Palabra de Dios como para proveerle esa “regulación mental” a su prole?

El papel de la madre

El papel que desempeña la madre también es especialmente importante. Además de encargarse de numerosos deberes en el hogar, por lo general la madre está con sus hijos la mayor parte de cada día. Si despliega ternura y cálido afecto en su trato con sus pequeños, y los estimula a tratarse unos a otros del mismo modo, hay poca probabilidad de que los niños deseen escaparse de ese hogar con una atmósfera tan amorosa para irse por su cuenta.

Comentando acerca del papel de la esposa en una vida de familia sana, el médico Theodore R. Van Dellen escribe lo siguiente en su sección “Médico de familia”:

“Una buena esposa mantiene un hogar calmado y tranquilo en el cual florecen el amor y la confianza. Sabe que los aspectos emocionales y psíquicos de la vida marital son importantes para el bienestar de su esposo e hijos. . . .

“Las situaciones desagradables en el trabajo están fuera de su jurisdicción, pero en el hogar ella tiene el control. Ahórrele tantas molestias como sea posible, por medio de no aceptar demasiados compromisos sociales. Ayúdele a planear y disfrutar de su tiempo libre. . . . Sea una oyente comprensiva cuando él le cuenta sus problemas.”

Los jóvenes también pueden hacer de su parte, especialmente cooperando con sus padres cuando les piden que hagan algo. Tengan presente el consejo de las Escrituras: “Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor.” (Col. 3:20) Un excelente principio bíblico para una vida de familia sana es: “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona.”—1 Cor. 10:24.

Haciendo cosas juntos

Sin embargo, para hacer la vida de hogar lo más placentero posible, los miembros de la familia tienen que hacer cosas juntos. Pero, ¿qué pueden hacer juntos los miembros de una familia en una ciudad grande donde la industria se ha hecho cargo de la mayoría de las funciones de la familia? Considere algunas de las cosas que un padre de dos jovencitos en Nueva York halló que dieron buen resultado:

“Mi esposa y yo hemos enseñado a los niños desde su más temprana edad a hacer cosas en la casa. He observado que los jovencitos están dispuestos a hacer hasta las tareas sucias, como limpiar un inodoro, si nos ven a nosotros hacer cosas parecidas.

“Cuando los niños tuvieron suficiente edad para entender, los llevé a la caja de herramientas. Les expliqué cada herramienta, su función y cómo usarla. Ahora disfrutan al hacer los quehaceres domésticos.”

¿Estimula usted a los miembros de su familia a trabajar juntos de ese modo? Pero el trabajo no es lo único que se necesita para una vida de familia sana. El padre que se citó anteriormente agrega:

“Todos necesitamos algún esparcimiento. Hemos hallado provechoso el buscar esparcimiento juntos hasta donde sea posible. Por ejemplo, en Nueva York, hay toda suerte de cosas que se pueden disfrutar gratis o con un mínimo gasto de dinero. A menudo hacemos un paseo a los jardines botánicos o vamos al parque para jugar a la pelota. A veces pasamos tiempo curioseando en las librerías, yendo a los museos o a los conciertos gratuitos.

“Por supuesto, no es preciso que una familia salga para disfrutar junta del esparcimiento. A veces nos sentamos y leemos juntos la Biblia u otra buena literatura, tales como los clásicos. Recientemente los niños y yo construimos juntos un carro. Requirió bastante tiempo y hubo algunos reveses. Pero fue un placer verlo ir tomando forma y mirar el trabajo terminado, conscientes de que lo habíamos construido con nuestras propias manos. El ocuparse en las actividades como ésta ayuda a los muchachos a no querer estar afuera en la calle metiéndose en dificultades con los delincuentes.”

¿Se aprovecha usted de las oportunidades para hacer cosas con su familia? Millares de familias por todo el mundo han hallado que el aplicar los principios bíblicos, como los ya mencionados, ha resultado en mayor felicidad en sus hogares. ¿Disfrutaría usted de aprender a aplicar el consejo bíblico a su propia familia? Los testigos de Jehová tendrán gusto en ayudarlo por medio de conducir gratuitamente un estudio de la Biblia con usted en su hogar o en cualquier lugar conveniente.