¿Por qué una paloma?
● Inmediatamente después del bautismo de Jesús en agua, “bajó sobre él el espíritu santo en forma corporal como paloma.” (Luc. 3:22) Este descenso del espíritu pudo haber sido comparable al aleteo de una paloma al acercarse a su rama.
Los antiguos israelitas usaban las palomas para propósitos de sacrificio. (Mar. 11:15; Juan 2:14-16) El hecho de que esta ave simbolizaba la inocencia y la pureza se hace evidente por lo que Jesús les dijo a sus seguidores: “Demuestren ser . . . inocentes como palomas.” (Mat. 10:16) Fue una paloma lo que Noé soltó del arca y la que trajo de vuelta una hoja de olivo, indicando que las aguas del diluvio habían bajado. (Gén. 8:11) Eso señaló al hecho de que estaba cerca un tiempo de descanso y paz, porque se había predicho respecto a Noé: “Éste nos traerá consuelo aliviándonos de nuestro trabajo y del dolor de nuestras manos que resulta del suelo que Jehová ha maldecido.” (Gén. 5:29) Por eso, al momento del bautismo de Jesús, la paloma apropiadamente pudo llamar la atención al papel de Jesús como el Mesías, el Hijo puro y sin pecado de Dios. Y al sacrificar Jesús su vida por la humanidad pondría la base para un período de descanso y paz durante su gobernación como rey.