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  • La lombriz... obrera de gran provecho
  • ¡Despertad! 1979
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¡Despertad! 1979
g79 8/3 págs. 19-20

La lombriz... obrera de gran provecho

LA LOMBRIZ ciertamente las pasaría muy duro si participara en un certamen de popularidad. Pues, por miles de años la designación “gusano” ha sido un término de desdén. En la antigüedad un compositor de letras para canciones dijo: “Soy gusano, y no hombre, oprobio para los hombres y despreciable para el pueblo.” (Sal. 22:6) Pero, a pesar de que se le tenga en tan poca estima, la lombriz desempeña un papel sumamente provechoso para mantener la vida en este planeta.

Hay más de 1.800 diferentes variedades de lombrices. Algunas están en su elemento en los Andes a una altitud de 4.500 metros o más. Otras cumplen con su rutina diaria en el lodo que yace hasta a 55 metros debajo de la superficie de un lago. Estas criaturas también pueden hallarse en los montones de estiércol.

El tamaño de las lombrices varía mucho. Hay una variedad que, cuando se contrae, tiene unos 2,5 centímetros de longitud. Pero hay una variedad australiana que cuando está en su estado de contracción cabal puede tener de 0,9 a 1,2 metros de largo. Y, cuando se extiende, una de estas tremendas lombrices puede tener hasta tres metros y medio de largo.

¿Qué hay de su color? Es muy posible que esté familiarizado con la lombriz común de color pardo rojizo. Pero también hay variedades verdes, purpúreas y blancas grisáceas.

Una mirada de cerca a una variedad común

La lombriz común tiene unos 25 centímetros de largo. Tiene unos 120 (o hasta 150) segmentos cilíndricos. En caso de perder algunos de estos segmentos, tal vez porque un pájaro se los arranque, éstos se regeneran. Sin embargo, esta regeneración tiene sus límites. Por lo tanto, el partir una lombriz por la mitad no resulta en dos gusanos distintos. Cada segmento, excepto el primero y el último, está equipado con ocho cerdas. Con estas cerdas la lombriz se agarra bien de la tierra por la cual se arrastra. Los músculos longitudinales de esta criatura le permiten contraerse o estirarse. Con sus músculos trasversales puede encoger o ensanchar su cuerpo tubular. Cinco pares de corazones forman parte del sistema circulatorio de la lombriz.

La lombriz se distingue de muchas otras criaturas porque no tiene ojos, orejas, pulmones ni branquias. ¿Cómo se las arregla sin este equipo de tanta importancia? La piel está provista de células sensibles a la luz. Por lo tanto cuando se le expone a una luz brillante, la lombriz inmediatamente se retira a la oscuridad de su región subterránea. Puesto que está dotada de un agudo sentido del tacto, puede discernir las vibraciones más ligeras, incluso los movimientos de un ratón o de un pájaro. La respiración de la criatura se efectúa a través de la piel.

La lombriz difiere de muchos otros animales en su modo de reproducirse. Cada lombriz es tanto macho como hembra. Sin embargo, para que haya fecundación se requiere otra lombriz. Para verificar la cópula tardan entre tres y cuatro horas, tiempo durante el cual intercambian la esperma. Describiendo lo que sucede después, la Encyclopædia Britannica dice: “Los gusanos se separan y forman capullos; el capullo se desliza hacia adelante, recogiendo huevos en el segmento 14; en los segmentos 9 y 10 recoge la esperma depositada por la otra lombriz. El capullo se desliza sobre la cabeza, y se realiza la fecundación. Dentro de 24 horas después de haberse acoplado los gusanos, se deposita el capullo en el suelo.”

La lombriz se alimenta principalmente de materia vegetal muerta. Consigue mucha de ésta de lo que halla cerca de la abertura de su madriguera. Obtiene otro alimento de la tierra que ingiere durante la excavación de su galería. La boca le sirve de bomba de succión y admite todo lo que venga a estar en el camino de la criatura. La tierra y la arena pasan del esófago a un buche forrado de piel dura. Los granos de arena en el buche, junto con los jugos digestivos, trasforman lo que se ingiere en una pasta. Se digieren las sustancias orgánicas y el residuo pasa por la lombriz y se deja caer bajo tierra o se expulsa en la superficie.

¿De qué provecho es la actividad de la lombriz? Sus galerías mejoran la aeración del suelo y favorecen el paso del agua por la tierra. Los residuos expulsados se combinan fácilmente con los desechos orgánicos para formar humus y fertilizar el terreno. Respecto a la composición de estos residuos, Organic Gardening and Farming informa: “Cuando se comparan los residuos que las lombrices depositan con la capa superior [de 15 cm] de tierra (que sería su mantillo), hallamos que los residuos son: Cinco veces más ricos en nitratos, dos veces más ricos en calcio, dos y media en magnesio, siete en fósforo y 11 en potasio.”

Los experimentos efectuados con las lombrices han demostrado que cuando están presentes la producción agrícola definitivamente aumenta. Diariamente la lombriz pasa por su tubo digestivo materia equivalente a su propio peso. Cuando consideramos que tan solo en una hectárea de terreno cultivado hay miles y miles de lombrices, podemos apreciar el tremendo trabajo que se está logrando en construir tierra. Dice The Encyclopedia Americana: “Se ha calculado que cada año hasta 25 ó 37 toneladas de tierra por hectárea, y a veces más, son trasportadas a la superficie en las buenas tierras de cultivo, gracias a los residuos depositados por los gusanos.”

Proyectos de demostración han revelado que las lombrices pueden efectuar maravillas con zonas o materias que de otro modo permanecerían inútiles. Las lombrices han convertido los desperdicios de ciudades en abono valioso y maizales agotados en terreno productivo. Según el Times de Nueva York del 30 de julio de 1976, un empresario de gusanos dijo: “Podemos tomar unas cuantas toneladas de desperdicios triturados, revolverlo con arado en la tierra agotada, soltar gusanos en ella, calculando entre 50 y 100 gusanos por metro cuadrado, y en tres o cuatro meses tener varios centímetros del mantillo más rico y negro que jamás ha visto.”

La lombriz verdaderamente es una obrera de gran provecho. ¡Cuán agradecidos debemos sentirnos a su Hacedor, Dios, por haber provisto tan eficaz constructor de tierra de cultivo!

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