En búsqueda de una identidad
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Nigeria
EL HOMBRE siempre se ha interesado en su genealogía. La Biblia misma suministra un registro completo de la ascendencia de Jesucristo que se remonta hasta el mismísimo primer hombre, Adán. (Luc. 3:23-38) Los judíos, como nación, mantenían registros escrupulosos de su genealogía, y una de las peores tragedias que sufrieron fue la destrucción de estos registros cuando Jerusalén fue arrasada por los ejércitos romanos en el año 70 de nuestra era común.
El regreso de los judíos a Palestina y el establecimiento del Israel moderno fue una expresión de la necesidad de tener identidad... en este caso, una identidad nacional. Aunque posiblemente haya habido fuertes consideraciones políticas envueltas en la búsqueda de los judíos de una identidad establecida, a menudo las familias de otras naciones se ven implicadas en una búsqueda semejante a fin de establecer sus alegaciones a la herencia de propiedad, a un linaje real, o a la descendencia de algún personaje famoso de la historia, o simplemente porque desean saber quiénes son.
La gente de todo el mundo actualmente tiene concentrada su atención en lo que se ha descrito como “El hombre negro en búsqueda de su identidad.” El Festival Negro y Africano de Artes y Cultura (FESTAC) que se celebró recientemente en Nigeria fue una expresión notable de esta búsqueda.
La identidad africana
Se celebró el FESTAC de 1977 en Lagos, Nigeria, desde el 15 de enero hasta el 12 de febrero. Fue la segunda reunión de esta clase que se ha convocado en África. La primera se celebró en Dakar, Senegal, en 1966. El FESTAC de 1977 atrajo delegados de todas las naciones del África, comunidades negras de las Américas, Europa y Australia, y de los Estados negros fuera del África. Unos 17.000 artistas, danzantes e intelectuales vinieron de 56 países. Es de interés que estuvieron presentes representantes de los Estados árabes del África del Norte y de entre los aborígenes y maoríes de Australasia... todos los cuales aprobaban los “esfuerzos de la gente negra [y africana] por revivificar su cultura a fin de integrarse en un mundo de cooperación y de diplomacia antagónica.”
Entre la abundante variedad de presentaciones culturales y tradicionales que se hicieron en el festival estuvieron bailes, música y canto, dramas, películas y presentaciones literarias por escritores negros y africanos. Hubo exhibiciones de arte, literatura y artefactos, así como también exhibiciones de modas y un coloquio, es decir, una discusión sobre el tema “La civilización negra y la educación.” El principal sitio que se usó para estas presentaciones fue el ultramoderno Teatro Nacional de Lagos. La pintoresca regata atrajo a grandes muchedumbres a los canales de Lagos para observar las carreras de canoas y las batallas ficticias. Y el “Grand Durbar,” exhibiendo la espectacular equilación tradicional de las tribus del norte de Nigeria, llevó el festival a Kaduna, a 800 kilómetros de Lagos.
Al resumir las metas del festival, el Dr. Emiko Atimomo dijo: “Estas metas sugieren que el África y el Mundo Negro tienen que empezar a reconstruir sus sociedades a fin de revivificar la herencia perdida de sus antepasados, porque al hacer eso se podrá lograr con mayor éxito la cooperación entre los pueblos negros del mundo y las otras sociedades del universo.” Se anunció como objetivo el promover mejor comprensión internacional e interracial, lo cual finalmente facilitaría, entre las comunidades negras en países extraños, un “regreso al origen.” A las comunidades negras en países extraños se les llama la Diáspora.
Durante todo el festival el deseo de “regresar al origen” se expresó en dramas, bailes, canciones y en el coloquio que rechazó y condenó al colonialismo y alabó la cultura y emancipación política africanas. Se vio un ejemplo típico de esto en el drama músico intitulado “El tambor” que fue presentado por la compañía tamali. En esta obra se siguió la experiencia del hombre negro desde su aparente tranquilidad primitiva, a través de la trata de esclavos y la subyugación colonial, hasta el recobro de su independencia. Se consideró necesaria esta “rebelión contra la civilización europea” porque se ha expresado la convicción de que “el tiempo y el colonialismo han cortado al África Negra de su auténtica cultura del pasado” y que la “cultura tradicional ha sido debilitada por la religión extranjera, la tecnología extranjera, la cultura extranjera y el dominio extranjero.”
Por esta razón los eruditos que participaron en el coloquio rogaron en pro de la “unidad y la solidaridad de la gente negra a pesar de sus diferencias ideológicas y la diversidad de sus condiciones geográficas e históricas.” Ellos opinaban que en cuanto a los pueblos negros del mundo y su destino hay un factor que les es común: el aspirar a la liberación, a recobrar su identidad cultural y su lugar legítimo en el mundo. Por eso, se presentaron recomendaciones para que hubiera cooperación en varios campos, como la educación, gobierno, lenguaje y religión, con una orientación africana. Los pueblos negros de la Diáspora expresaron el punto de vista de que África es el cimiento de su identidad étnica y cultural, y por lo tanto es en torno del África que se proponen construir su unidad.
Obstáculos ya conocidos
Aunque se hicieron recomendaciones para adoptar el swahíli como la lingua franca del África, para revivificar la religión y cultura tradicionales del África, y para adoptar una ideología del socialismo africano, algunos veían la necesidad de progresar con cuidado. En el análisis que hizo del FESTAC, el Dr. Opeyemi Ola dijo que “ciertos aspectos de la cultura tradicional no son dignos de ser conservados ni de ser revivificados . . . porque o son negativos o anticuados.” Abogó por una tecnología africana a fin de que “el África Negra avance rápidamente en el presente moderno y en el futuro ultramoderno.” Por lo tanto, el Dr. Ola recomendó el establecimiento de una Universidad Pan-Africana de Ciencia y Tecnología.
Además, el Dr. Ola advirtió que “prescindiendo de lo que el FESTAC registre hoy en el tanteador de triunfos, la política puede anularlo y neutralizarlo mañana.” Posiblemente esto explique por qué él escribió más tarde que algunos de los líderes en “¡sus mininaciones han sido más crueles y más infieles a los hombres negros que están bajo su régimen que los amos blancos coloniales!” A estos líderes se les ve como un obstáculo entre el África Negra y la transformación.
No obstante, a las naciones y comunidades que estuvieron presentes en el FESTAC les pareció que habían establecido una base para confirmar la cultura africana como una cultura mundial para lograr progreso hacia una civilización que iguale a la civilización de las naciones ya desarrolladas.
Problemas no resueltos
Pero, la civilización moderna en conjunto no ha removido las zonas de tensión social, cultural y política que existen entre la humanidad. Más bien, las ha aumentado y acentuado. En realidad, la tecnología de la civilización ha sido dirigida principalmente de un modo negativo, en la producción y distribución de armas complejas de agresión y defensa. Además, el derrumbe en las relaciones humanas se ha hecho crítico, pues se ha visto un aumento en los crímenes, inmoralidad y afición a las drogas, y un debilitamiento de la estructura familiar. De hecho, a algunos aspectos del crimen que aumenta en los países en desarrollo se les considera como un legado de la civilización moderna.
Los periodistas nigerianos actualmente se refieren a su país como una “nación amenazada en su interior.” Deploran el aumento de los crímenes violentos entre los ciudadanos a quienes “la santidad de la propiedad y de la persona es un concepto falto de significado.” A pesar de las grandes cantidades de dinero que se gastan para modernizar las ciudades y construir carreteras, los ciudadanos viven en temor de ser víctimas de crímenes violentos. Ni siquiera la ejecución pública de ladrones armados ha sido completamente eficaz como medio para disuadir tal violencia.
Los escritores reflexionan sobre la situación social que existía en Nigeria antes de la era colonial y antes de la introducción de la civilización moderna y se refieren a aquel tiempo como uno en que “el vivir diario era más cómodo y despacio . . . Los padres, hijos y en realidad la familia extendida . . . estaban muy conscientes de sus responsabilidades cívicas y de familia. Había menos policías y menos prisioneros.”
Se ha considerado que el cambio alarmante en dirección a un derrumbe moral es principalmente un problema económico. La aumentante corrupción y falta de honradez entre los individuos que hacen una exhibición ostentosa de su riqueza despiertan envidia y codicia en otros que empiezan a creer que ellos también tienen que obrar con falta de honradez a fin de adquirir las riquezas y las muchas posesiones que la civilización moderna ofrece. El punto de vista materialista también se expresa en la ‘nueva moralidad’ y la promiscuidad resultante que semana la estructura de la familia en la mayoría de los países y ha convertido las enfermedades venéreas en una epidemia mayor. En Nigeria algunos han llamado a la gonorrea la “enfermedad del caballero” porque les parece a ellos que la promiscuidad resalta más entre los ricos o los eruditos, pues es en éstos que influyen a mayor grado los modos sociales y la filosofía materialista de la civilización moderna. No sorprende el que la gonorrea y la sífilis estén aumentando en este país.
¿Un “regreso al origen” la solución?
Por supuesto, el mundo en general se enfrenta a problemas formidables, problemas sociales, políticos, raciales, de salud y de otras clases. Por lo tanto, ¿qué deben hacer las naciones e individuos? ¿Es deseable prescindir de las ayudas científicas modernas y de los dispositivos que ahorran trabajo y ‘regresar a sus orígenes’ de hace varios siglos, cuando no tenían estas cosas, cuando la vida tenía mayores penalidades y los peligros a la salud posiblemente hayan sido más comunes?
¿No sería mejor “regresar al origen” que Jehová Dios le dio a la raza humana? Dios le dio al hombre un principio perfecto y la perspectiva de vida eterna en un paraíso terrestre. Y lo de más importancia, el primer hombre, Adán, fue “hijo de Dios.” (Luc. 3:38; Gén. 1:26-28; 2:7-15) Sin embargo, porque Adán escogió pecar, perdió su posición como hijo de Dios, y le legó a su prole el pecado y la muerte. (Rom. 5:12) Es solo por medio de valerse del sacrificio de rescate de Jesucristo que una persona puede volver a abrigar la perspectiva de vida eterna en un paraíso restaurado a esta Tierra. (Juan 3:16; 17:3; Luc. 23:43) ¡Qué “regreso al origen” será ése!
Pronto, bajo la gobernación del reino celestial de Dios, se logrará una nueva civilización en esta Tierra. Entonces el hombre tendrá plena oportunidad de usar su capacidad intelectual en una variedad de campos y actividades. Pero esto será más que una civilización nueva. Será un verdadero “regreso al origen,” porque la humanidad obediente llegará a ser verdaderos hijos de Dios. “Porque,” escribió el apóstol cristiano Pablo, “la creación fue sujetada a futilidad . . . sobre la base de la esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.”—Rom. 8:20, 21.
[Ilustración de la página 13]
2° Festival Mundial Negro y Africano de Artes y Cultura