BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g78 8/5 págs. 13-15
  • Nueva luz sobre la lepra

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Nueva luz sobre la lepra
  • ¡Despertad! 1978
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Efectos y extensión de la enfermedad
  • Progreso en conocimiento y tratamiento
  • Actitudes y servicios actuales
  • Experiencias de los pacientes
  • lepra; leproso
    Glosario
  • Lepra
    Ayuda para entender la Biblia
  • Lepra
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
  • Mi vida de leproso: llena de alegrías y de riquezas espirituales
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1998
Ver más
¡Despertad! 1978
g78 8/5 págs. 13-15

Nueva luz sobre la lepra

Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Trinidad

“¡INMUNDO! ¡INMUNDO!” Por milenios este grito angustioso ha resonado en muchas gargantas y en muchos países. Ha sido el clamor de personas desesperadas, afligidas, excluidas de la sociedad. Ha sido el clamor heráldico del leproso. Esta advertencia escalofriante por lo general ha producido una respuesta inmediata, no de piedad o compasión, sino, en la mayoría de los casos, de repugnancia, junto con el deseo inmediato de alejarse del afligido.

En un tiempo en Inglaterra acostumbraban declarar al leproso oficialmente muerto, y le confiscaban todas sus pertenencias. En otros países podían quemarle la casa al leproso, y a él lo obligaban a abandonar la comunidad. Aun hoy la actitud general para con la lepra es una de temor, misterio e ignorancia. En un país del Extremo Oriente, los médicos observan que aproximadamente 90 por ciento de los que han sido tratados con buen éxito optan por quedarse en la colonia debido al ostracismo del público. La expresión “lepra” por lo general causa tal antipatía en la mente del público que la enfermedad ahora se conoce por un nombre más aceptable, la enfermedad de Hansen.

Sin embargo, hay un círculo creciente de personas informadas, principalmente médicos y trabajadores sociales profesionales, así como pacientes, que ya no consideran que esta aflicción sea más odiosa que cualquier otra dolencia y que no es preciso que le impida a la víctima llevar una vida útil y satisfaciente. Los que usan la Biblia como autoridad y guía en la vida se compadecen sinceramente de los que sufren de esta enfermedad. Saben que no es una maldición de Dios, sino una manifestación de la imperfección humana que ha resultado de la desobediencia del primer hombre, Adán.—Juan 9:1-3; Rom. 5:12.

Efectos y extensión de la enfermedad

La lepra, o enfermedad de Hansen, está esparcida por toda la Tierra. Se le encuentra en todos los países de la América del Norte y del Sur con excepción de Chile. Hay un total de unos 400.000 casos en las Américas y aproximadamente 13.000.000 de casos por toda la Tierra. A fin de controlar la enfermedad es preciso tener muchos más médicos e instalaciones que los que existen hoy, aunque actualmente hay drogas y tratamientos disponibles que podrían controlarla a un grado mucho más extenso.

¿Se ha preguntado usted si posiblemente tiene la enfermedad? ¿Sabe usted de alguien que tenga síntomas que pudieran sugerir que la ha contraído? Entonces, sin falta haga arreglos para que se le haga un diagnóstico exacto lo más pronto posible.

¿Cuáles son los primeros rasgos clínicos de la enfermedad de Hansen? Quizás haya descoloraciones lisas o manchas pálidas en la piel. Aunque es posible que la lepra no sea la causa de tales manchas, el lego debe dejar que su consejero médico las examine. También deben investigarse las zonas de la piel que no sean sensitivas al tacto o al dolor. Debe sospecharse de las zonas que no tengan pelo. Los nódulos debajo de la piel a menudo son evidencia temprana de la lepra y merecen investigación adicional. Si el examen muestra que uno no tiene la enfermedad, esto proveerá alivio bienvenido de la ansiedad y la tensión mental. Si hay evidencia de la enfermedad, el tratarla temprano ofrece una mejor posibilidad de cura, con poca o ninguna desfiguración.

Progreso en conocimiento y tratamiento

Se ha aprendido mucho acerca de la enfermedad de Hansen. Uno de los descubrimientos sobresalientes es que la afección solamente es transmisible en un grado pequeño. Los esfuerzos por infectar a voluntarios han fallado repetidamente, y es muy raro el que las personas que trabajan con casos de lepra contraigan la enfermedad. De 100 personas que tuvieron contacto estrecho con un caso conocido de lepra en un período de cinco años, solamente unas tres se infectaron. Además, el cónyuge matrimonial saludable rara vez la recibe del cónyuge afligido. Los leprólogos señalan que la susceptibilidad a la enfermedad de Hansen es mucho mayor en los infantes y niños pequeños que en los adultos. Es por esto que se separa a los bebés recién nacidos de los padres contagiados y se entregan a parientes para que los críen o se les cría en instituciones.

Por muchas décadas el principal tratamiento para la enfermedad consistía en el uso del aceite de chaulmogra, que se aplicaba a las zonas afectadas o se tomaba oralmente. Pero este método no tenía mucho éxito. Se llevaba al paciente a un establecimiento aislado o a un hospital y se le obligaba a permanecer allí hasta que la enfermedad se hiciera estática o sobreviniera la muerte. Esto podía significar el permanecer allí por muchos años. En Trinidad, el gobierno estableció un hospital en una isla separada, con cuadras y chalets adonde se llevaban y mantenían los casos conocidos. El visitar el lugar era muy deprimente. Muchas personas no buscaban ayuda médica por temer que las enviaran allí.

Entonces, en 1941, se introdujeron las drogas de sulfona, lo cual dio a los pacientes una nueva perspectiva de la vida y produjo expectativas mucho más brillantes de detener y hasta curar la enfermedad. Con tal que el tratamiento se efectúe lo suficientemente temprano y se persista con él por un período de tres a diez años o más, hay buena probabilidad de detener y curar la enfermedad. Además, la persona a quien se trata gradualmente pierde su infecciosidad moderada.

También se están usando otras drogas. La talidomida, que en un tiempo se usaba como tranquilizante y que causó deformidades en los bebés cuyas madres la habían tomado durante el embarazo, se emplea ahora para controlar reacciones agudas en leprosos masculinos bajo tratamiento intenso. La rifampicina, un antibiótico activo contra la tuberculosis, también se ha empleado en el tratamiento de la lepra. Esta droga obra más rápidamente que las drogas de sulfona y se ha usado en Malaysia para tratar a personas cuya enfermedad resiste las drogas de sulfona.

Actitudes y servicios actuales

Debido al buen éxito que se ha tenido con varias drogas y al mejor entendimiento de la enfermedad misma, ya no es obligatorio permanecer aislado en una institución. En Trinidad, la norma de aislamiento obligado fue abolida hace ya algunos años. A los pacientes se les permitió ir y venir según lo desearan, mezclándose con el público. Al principio hubo alguna objeción a esto, pero, puesto que no surgió ninguna epidemia de la enfermedad de Hansen, se han silenciado las objeciones. Por lo general, las personas que permanecen en la institución son las que se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad y que la habían contraído antes de la introducción de las nuevas drogas para tratar la dolencia. El cambio de actitud para con la enfermedad ha hecho que la vida sea mucho más feliz para los que la padecen. Como resultado, la gente ha estado más dispuesta a someterse a un examen médico.

Hay servicios auxiliares asociados con el tratamiento de la enfermedad. Se emplean zapateros especiales para ajustar el calzado. Es importante que los zapatos sean cómodos e inflijan el mínimo de daño a los pies, que a menudo están llenos de úlceras y son insensitivos al dolor. Se emplean fisioterapistas para ejercitar los dedos de las manos y pies y las extremidades afectados. Esto sirve para detener la deformación y para rehabilitar las conyunturas afectadas. Se consigue el servicio de cirujanos ortopédicos especiales para asistir en las deformidades complicadas de las extremidades. Se contrata especialistas en la cirugía de los ojos para corregir párpados y músculos oculares defectuosos. Los que practican la cirugía plástica pueden hacer mucho para corregir las deformidades faciales. Se emplean a ciertos individuos (trabajadores sociales) para buscar casos nuevos y traer a las personas que han descuidado sus necesidades para que se les trate. La Asociación de Alivio de la Lepra de Trinidad y Tobago satisface las necesidades sociales de los pacientes. Atiende el alojamiento de éstos, les busca trabajo y de otras maneras los ayuda con sus muchísimos problemas, por ejemplo, se encarga de la educación de sus hijos.

Experiencias de los pacientes

La nueva luz sobre la lepra ciertamente ha hecho que la persona que contraiga la enfermedad de Hansen tenga expectativas mejores y más felices. Las personas informadas ya no se alejan del leproso como si tuviera una plaga. Además, no se juzga que su futuro sea desesperanzado y no se le relega al borde de la sociedad. Además, el leproso puede recibir tratamiento médico provechoso y asistencia comparables a los que pueden conseguir los que sufren de otras dolencias. Junto con otros seres humanos, el leproso puede vivir una vida normal e integrada. Si opta por hacerlo, puede adquirir conocimiento del Gran Médico, Jehová Dios, quien nos curará permanentemente de todas las enfermedades por medio del Reino en las manos de su Hijo Jesucristo.—Rev. 21:4, 5.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir