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  • Educación que fomenta el buen éxito
  • ¡Despertad! 1978
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¡Despertad! 1978
g78 8/12 págs. 23-24

Educación que fomenta el buen éxito

‘POR medio de amar profundamente a Jehová Dios y estar convencidos de que Él los ama, podrán lograr éxito en su camino.’ ¿Cómo responde usted a esa declaración?

Las 1.899 personas que se reunieron en el Salón de Asambleas de los Testigos de Jehová en Long Island City, Nueva York, el domingo 10 de septiembre, concordaron plenamente con esta idea. W. L. Barry expresó esta idea en la ceremonia de graduación de los 29 estudiantes que componen la clase 65 de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Estos estudiantes habían terminado un curso de entrenamiento especial de cinco meses de duración que los ha equipado para la obra misional en territorios extranjeros.

Años antes, Barry había asistido a la Escuela de Galaad y después de eso por muchos años había disfrutado de trabajar con misioneros en el Japón. Por lo tanto, el que él animara a los graduandos a considerar la asignación misional como una expresión del amor de Dios tenía el apoyo de una rica experiencia personal. Fue muy factual al señalar que tendrían que enfrentarse a problemas en una asignación extranjera. Tendrían que acostumbrarse a ‘un nuevo idioma, nuevos alimentos, un nuevo arreglo de hogar misional y hasta a nuevas enfermedades.’ No obstante, por medio de adherirse fielmente a la obra debido al amor a su Hacedor, los misioneros entrenados en Galaad, fortalecidos por la Palabra de Dios y la oración, pueden tener buen éxito.

El programa educativo de la Escuela de Galaad está diseñado para ayudar a los estudiantes tanto desde el punto de vista espiritual como práctico. Al llamar atención a esto, Don Adams aludió a la instrucción práctica especial que ellos habían recibido para poder encargarse de la lavandería y la preparación de comidas en el hogar misional. Se espera que este nuevo rasgo del plan de estudios contribuya a que todos los interesados puedan disfrutar más del servicio misional. Por supuesto, este entrenamiento práctico está subordinado a la educación que equipa a los estudiantes de Galaad para ser mejores maestros de las verdades bíblicas. Y, como señaló Don Adams, la buena actitud determina el que un misionero sea feliz. El interés por el bienestar espiritual de la gente y el contentamiento personal desempeñarían un papel importante en que fueran misioneros que se apegaran fielmente a la obra.

Otro orador, M. S. Allen, compartió ideas que fueron útiles para evaluar apropiadamente el buen éxito. Usó como tema la siguiente pregunta que Jesucristo planteó a Juan y Andrés: “¿Qué buscan?” (Juan 1:38) Allen hizo notar que el motivo de lo que hacemos es muy importante. Para el misionero cristiano de buen éxito ese motivo no puede ser el reconocimiento, el deseo de sobresalir como mejor que otros o el deseo de encontrarse entre un grupito de privilegiados. El misionero puede beneficiarse del ejemplo de Andrés que estaba dispuesto a ocupar el segundo lugar y que presentó a otros, incluso a su propio hermano Pedro, al Mesías. Así, si uno puede hallar gozo en servir humildemente a Dios por medio de familiarizar al prójimo con Jesucristo, puede ser un buen misionero.

En varios de los países a los cuales se enviaría a los graduados, muchas personas son analfabetas. Por lo tanto, Richard Wheelock animó a los estudiantes a usar las ilustraciones de un libro recientemente publicado. De ese modo, después de aprender el idioma local, los nuevos misioneros tendrían buen éxito en llevar el mensaje bíblico aun a los analfabetos de entre el pueblo.

K. A. Adams, instructor de la escuela, advirtió a los estudiantes en contra de ver a la gente desde el punto de vista humano, pues Jesucristo dijo: “Dejen de juzgar por la apariencia exterior.” (Juan 7:24) La respuesta de la gente en un territorio en particular pudiera ser lenta, pero es posible que Dios vea en la gente algo que nosotros no vemos. Por ejemplo, después de muchos años de trabajar en Italia y España, los testigos de Jehová vieron poco progreso. Sin embargo, durante los últimos años ha habido tremendo crecimiento. Este fue excelente estímulo para que los misioneros permanecieran en sus asignaciones.

Semejantemente, U. V. Glass, archivero de la escuela, recalcó la importancia de la paciencia. Al llegar a una asignación extranjera, el misionero es como una planta que ha sido trasplantada y quizás experimente un retraso. No obstante, por medio de permanecer allí y ser paciente, al fin recibirá bendiciones.

F. W. Franz, el presidente de la escuela, dio considerable énfasis al esfuerzo personal que los graduados tendrían que hacer para continuar teniendo la aprobación divina. A este fin, usó las siguientes palabras de Jesucristo: “Presten atención a lo que oyen. Con la medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes, sí, aun se les añadirá.” (Mar. 4:24) Por lo tanto, la medida de atención indivisa y respeto profundo que una persona le muestre al Maestro, Jesucristo, determinaría la medida de su crecimiento espiritual. El individuo también tiene que vigilar sus asociaciones a fin de que nada obstruyera su adelanto como cristiano. Por lo tanto, se advirtió firmemente a los estudiantes que no se asociaran con personas que pudieran contaminarlos con su mundanalidad.

El programa que los graduados presentaron después también recalcó las cosas que son esenciales para el buen éxito. Esto fue especialmente cierto de los dos dramas bíblicos. Entre otras cosas, el primero manifestó lo importante que es el poner fe en la dirección de Dios y obedecerla a fin de compartir en las bendiciones que vendrán como resultado del cumplimiento de las promesas divinas. El segundo drama trató con los sucesos del reinado del rey Josafat y enfatizó el hecho de que el buen éxito que él tuvo se debió a que confió plenamente en Jehová Dios.

Ciertamente, la ceremonia de graduación de la clase 65 de Galaad manifestó el hecho de que la meta principal de la escuela es ayudar a los estudiantes a tener buen éxito en la obra misional. Al mismo tiempo, el entero programa sirvió para animar a todos los presentes a acudir a Jehová Dios en busca de ayuda para lograr éxito en su camino.

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