¿Qué espera usted de su religión?
TODA persona que es religiosa lo es por alguna razón. Obtiene, o espera obtener, de su religión lo que le parece que le será de provecho.
El cristianismo primitivo ofrecía un entendimiento cabal de la Palabra de Dios y una relación satisfactoria con Dios y con su Hijo, Jesucristo. Por medio de estudiar las Escrituras que en ese entonces tenían, junto con las cartas inspiradas de los apóstoles, los cristianos hallaron las soluciones a sus problemas cotidianos. El conocimiento de la Biblia promovió un espíritu excelente entre ellos. En asociación con otros de igual fe, tuvieron felicidad y contentamiento, porque estos asociados eran personas limpias, amorosas, observantes de ley. Su fe también las impelía a impartir a otros el conocimiento de la verdad que habían aprendido.
Cambio de punto de vista
Hoy día hallamos un gran cambio de punto de vista en cuanto a lo que la religión debe ser y hacer. Esta tendencia actual se puso de manifiesto en un comunicado del Servicio de Noticias Copley, que citó a Rawley Myers, un sacerdote católico romano, el cual dijo que la primera cosa que el predicador tiene que hacer al dar un sermón es captar la atención de la gente, y que el citar de la Biblia es el modo incorrecto de lograrlo. Declaró: “Si un sacerdote comienza con una cita bíblica, a menudo ya ha adormecido a muchísimas personas.” Parece que en realidad no se desea la enseñanza bíblica, pues el informe continúa diciendo: “La noción de que la gente va a la iglesia en busca de ayuda para hacer frente a sus suegras, adolescentes, esposos alcohólicos, enfermedad en la familia y otros problemas es muy popular hoy día.”
La cosa verdaderamente deseable
Sin embargo, ¿gira el asunto en torno a lo que desea el individuo o la congregación? ¿O es lo que Dios sabe que la gente necesita? Si nos dirigimos a la Biblia para ver lo que Dios dice, y al hacer eso obtenemos el espíritu de la Biblia, ésta nos ayudará a enfrentarnos con los problemas de relación entre los cónyuges matrimoniales, suegras e hijos, así como con otros problemas de familia y personales. Y podemos contar con la ayuda de Dios por medio de la oración, como promete la Biblia: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.”—Fili. 4:6, 7.
Por lo tanto, se presentan tres preguntas sumamente vitales: ¿Deseo una religión basada en la Biblia, o una religión social, filosófica? Y, si opto por una religión bíblica, ¿cuál de éstas realmente sigue la Biblia? ¿Qué religión satisface, tanto en ayudar a la gente con los muchos problemas de este mundo moderno, como en brindar beneficio espiritual?
Para hacer el examen
Si usted es miembro de un grupo religioso y desea estar seguro de cuál es la religión correcta, es natural que primero examine su propia religión. Querrá saber principalmente estas tres cosas: (1) ¿Me ayuda mi religión a obtener un entendimiento de la Biblia? ¿Provee estudio de la Biblia con regularidad, así como maestros capacitados por el estudio, conocimiento de la Biblia y fe personal en la Palabra de Dios? (2) ¿Han hecho las doctrinas cambios significativos en las personalidades y caminos de sus miembros, de modo que están viviendo vidas genuinas? y, ¿prevalecen entre ellos el amor y la unidad verdaderos? (3) ¿Se ‘mantiene mi iglesia sin mancha del mundo,’ sin contaminarse con su bajo nivel de moralidad, su política, su rivalidad egoísta. como el escritor Santiago describe las cualidades de la religión verdadera en Santiago 1:27?
En este tiempo de inquietud muchas personas están volviendo a examinar su religión. Sea usted joven o viejo, este es el tiempo debido para hacerlo. Si algo le perturba acerca de su religión, primero póngase a leer la Biblia, si es posible hágalo con su esposa o esposo y otros miembros de su familia. Usando una concordancia de la Biblia o un diccionario bíblico, compruebe si las enseñanzas de su iglesia están en armonía con la Biblia. Entonces considere si su religión está dando buen fruto. ¿Expresan los miembros “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo”? (Gál. 5:22, 23) ¿Existe el móvil de enseñar las verdades bíblicas a otras personas? ¿Se mantiene su religión ‘sin mancha del mundo’?
Si usted halla que su religión está deficiente en algunos de estos aspectos, busque a esos cristianos que se están esforzando por ayudar a otras personas a entender la Biblia... que están dispuestos a conducir un estudio o una consideración de la Biblia con usted. Vea si hacen esto con amor genuino, no con algún móvil comercial o egoísta, sino en el espíritu apacible de la Palabra de Dios. Vea si siguen el patrón de los primeros discípulos de Cristo. Asóciese con esos cristianos que, en armonía con el consejo de la Biblia, están ‘considerándose unos a otros para incitarse al amor y a las obras excelentes.’—Heb. 10:24, 25.
Si hace esto, puede estar seguro de que Dios lo guiará a obtener lo que necesita de la religión y, además, lo que en verdad satisface su corazón.—Mat. 6:33, 34.