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  • El valor del frío
  • Reemplazo de fluidos en emergencias
  • Buen progreso en el tratamiento
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¡Despertad! 1980
g80 8/10 págs. 16-20

Lo que usted debe saber sobre las quemaduras

ES DIFÍCIL creerlo, pero en el espacio de unos años casi 12.000 estadounidenses mueren de quemaduras, y casi 100.000 reciben quemaduras suficientemente serias como para verse hospitalizados. “Aunque la mayoría de las personas no lo reconocen, esto es en realidad una epidemia,” observa un experto en quemaduras. El Reader’s Digest de junio de 1979 hizo la siguiente alegación asombrosa: “Las quemaduras ahora figuran como la causa principal de muerte entre personas de menos de 40 años de edad, y como la tercera entre las más comunes causas de muerte entre personas de toda edad.”

Usted quizás piense que esto nunca le sucederá a usted, pero según las estadísticas existe una verdadera posibilidad de que usted llegue a ser víctima de quemaduras. Y si esto le sucede, probablemente será repentinamente, sin aviso. ¿Qué debería hacer, en ese caso? ¿Puede hacer algo para minimizar, o posiblemente hasta suprimir, el daño?

Sí; puede.

¿El frío para las quemaduras?

Un editorial de la revista Burns (Quemaduras) de julio de 1976 declaró: “Muchas víctimas de quemaduras llegan al hospital sin haber recibido primeros auxilios adecuados, o habiendo recibido muy pocos. Sigue aumentando la evidencia de que el enfriar inmediata y debidamente las quemaduras es la medida más beneficiosa que por sí sola se puede tomar dentro o fuera del hospital.”—Las bastardillas son nuestras.

Hasta los años sesenta, esa medida sencilla generalmente se pasaba por alto en la literatura de primeros auxilios. De hecho, muchas personas solían decir que no se debería aplicar nada frío a una quemadura, porque el hacer esto haría que el calor penetrara más. Aun hoy hay muchos que no reconocen la importancia de enfriar una quemadura inmediatamente. Por alguna razón simplemente no se hace hincapié en este punto. Una víctima de quemaduras explicó: “En el centro de quemaduras los empleados solían hablar mucho a los pacientes sobre la prevención de quemaduras y los primeros auxilios, pero, que yo pueda recordar, no se decía ni una palabra sobre el uso de agua fría o hielo.”

Es interesante el hecho de que en 1960 el Dr. Alex G. Shulman escribió en The Journal of the American Medical Association que el uso de algo frío para las quemaduras “lo conocían los antiguos, pero parece que tanto los médicos como la gente común lo han pasado por alto. Aunque referencias literarias en uno que otro lugar alaban unánimemente esta forma de tratamiento, por lo general no se usa hoy día. En realidad, la mayor parte de los médicos dicen que ‘no se practica,’ aunque nadie sabe del todo por qué.”

Al accidentarse, muchas personas no sabían de este método de primeros auxilios. Algunas después se han preguntado si sus heridas habrían resultado tan severas si se les hubiera aplicado inmediatamente este método de primeros auxilios. Un número reciente de Family Safety indica: “El agua fría detiene la destrucción de tejidos que puede continuar mucho después de haberse recibido la quemadura.”

El valor del frío

En 1966 la revista Awake! llamó la atención del público al valor del frío para las quemaduras.a Citando las palabras de los Drs. Omero S. Iung y Franklin V. Wade, explicó: “Cuando ocurre una quemadura, no se produce todo el daño inmediatamente. Continúa el proceso patológico. . . . Creemos que la aplicación del frío puede retardar y hasta detener esta serie de sucesos.”

También en ese número de la revista Awake! se informa sobre el método del doctor Stephen R. Lewis para tratar con éxito las quemaduras. Él dijo: “Nuestro plan general sobre la quemadura pequeña en los casos de una sola mano o extremidad inferior es sencillamente meterla en agua helada por quince minutos. Esto debería aliviar el dolor y por lo general lo hace. . . . Sáquela en quince minutos, y métala y sáquela, hasta que el dolor desaparezca completamente al mantenerla fuera del agua helada. Esto por lo general sucede dentro de un período de unas tres horas al usarse hielo.”b

Durante los meses subsiguientes a la publicación de este artículo, Awake! recibió cartas de lectores agradecidos que habían aplicado este tratamiento con resultados beneficiosos. Una madre de California escribió:

“Un domingo mi hijo decidió soldar a su auto los amortiguadores de choque. Los cilindros hidráulicos se calentaron demasiado, hicieron explosión, y le dejaron toda la parte superior del cuerpo cubierta de aceite hirviente. Lo primero que me pasó por la mente fue aquel artículo. Recordé que el agua fría era lo mejor, así que, mientras mi esposo le hacía correr agua fría por todo el cuerpo, yo revisé el artículo rápidamente para verificar aquello. Entonces llamé al médico. . . .

“Este no me dio más sugerencias en cuanto a tratamiento. . . . Por lo tanto, continuamos aplicándole toallas humedecidas en agua helada, puesto que él todavía estaba en condición de choque y el calor le salía del cuerpo a tal grado que las toallas se calentaban en un minuto. Para abreviar, al día siguiente él presentaba una apariencia horrible; tenía enormes ampollas por toda la cara y los brazos. Pero dentro de una semana tenía toda la piel nueva y rosada; era increíble. Yo sé que el agua fría tuvo mucho que ver con esto.”

Otra carta que se recibió fue de una pareja de Michigan. La esposa describe lo siguiente:

“Mientras mi esposo estaba mezclando la última porción de un puré el domingo [durante una asamblea de los testigos de Jehová], se derramó agua hirviente sobre el pecho, la cara y el brazo. Los hermanos le quitaron la ropa de la parte superior del cuerpo y, utilizando la información del artículo de ‘¡Despertad!’ sobre las quemaduras, colocaron hielo sobre las partes quemadas. Continuaron haciendo esto por bastante tiempo. Lo llevé a casa y continué los tratamientos de hielo y agua fría hasta que se le fue el dolor. Todo lo que le quedó por hacer al médico fue revisar la parte quemada.”

La aplicación rápida de algo frío evidentemente interrumpe el progreso de las quemaduras y evita que lleguen a desarrollarse heridas más profundas y más serias. Como escribió el Dr. Shulman: “Mi experiencia indica que, sea cual sea el método de tratamiento subsiguiente, les va mejor a los pacientes que inicialmente han recibido el tratamiento de agua fría que a los que no lo han recibido.”

Sin embargo, en el caso de quemaduras severas se debe usar cautela al administrar este tratamiento. El aplicar demasiado frío a partes extensas del cuerpo podría resultar en que la temperatura del cuerpo bajara demasiado, lo cual causaría un estado de choque.

Reemplazo de fluidos en emergencias

Si no se puede conseguir ayuda médica dentro de media hora, se debe dar de beber a la víctima de quemaduras una solución de sal y bicarbonato de sosa a fin de evitar un estado de choque por pérdida de fluido corporal. Mezcle una cucharilla de sal y media cucharilla de bicarbonato de sosa en cada dos litros de agua. Esta solución se aproximará al tipo de fluido que el cuerpo de la víctima está perdiendo.

En el pasado se recomendaban transfusiones de sangre para contrarrestar el choque en casos de quemaduras. Sin embargo, el libro de texto médico Current Therapy 1972 declara: “Excepto en el caso de los pacientes que hayan tenido pérdida directa de sangre como resultado de heridas asociadas con las quemaduras, es innecesario administrar sangre integral.”

Buen progreso en el tratamiento

En 1963 la revista Industrial Medicine and Surgery hizo la siguiente observación en cuanto a quemaduras extensas: “Los logros se han manifestado principalmente en la prolongación de la vida, y no en la supervivencia en general. La proporción de muertes no ha cambiado significativamente en los pasados 50 años.”

Por muchos años los problemas que surgían en el tratamiento de las víctimas de quemaduras parecían insondables. Los pacientes por lo general morían a pesar de los esfuerzos que se hacían por darles ayuda. Por lo tanto, pocos médicos se sentían inclinados a dedicar el tiempo requerido al cuidado de pacientes que habían sufrido quemaduras, y, triste como sea decirlo, prácticamente se pasaban por alto los estudios sobre las quemaduras. Hasta 1960 el único lugar en los Estados Unidos que estaba equipado para entenderse con los que habían sufrido quemaduras severas era el Centro Médico Militar Brooke, en San Antonio, Texas.

Hoy hasta unos 200 de los más de 7.000 hospitales de los EE. UU. tienen departamentos para tratar las quemaduras. Además, en unos 15 centros especialmente equipados se puede encontrar a un gran equipo de especialistas en quemaduras. Las víctimas de quemaduras hoy pueden sentirse agradecidas de que se haya alcanzado progreso significativo en el tratamiento de las quemaduras, y que haya buena posibilidad de encontrar un centro de tratamiento bien equipado y cercano.

A mediados de los años sesenta se hizo un descubrimiento de gran importancia en el control de la infección en heridas relacionadas con quemaduras. Se introdujo una solución diluida de nitrato de plata que reprimía la multiplicación de las bacterias sin dañar tejidos vivos. Para el mismo tiempo empezaron a usarse con éxito contra la infección nuevas cremas que contenían sulfadiazina de plata y otros compuestos de sulfa. La revista Burns de diciembre de 1978 señala que en la China se aplican a las quemaduras extractos vegetales que tienen una composición compleja, y éstos producen un buen efecto antibacteriano.

En los últimos años también se ha logrado excelente progreso en cuanto a satisfacer las necesidades especiales de nutrición que tienen los pacientes de quemaduras y reemplazar los fluidos que pierden.

Se han visto mejoras también en los métodos de injertar piel. La piel que se toma de partes sanas del cuerpo de la víctima ahora puede ampliarse grandemente por medio de perforarla y estirarla y entonces colocarla sobre la parte quemada como una especie de malla. Para cubrir temporalmente la parte quemada, se emplea por lo general piel de cerdo o piel de cadáveres humanos. También, se está utilizando tejido amniótico para cubrir quemaduras serias, y se está progresando en la construcción de una piel artificial de tejido animal.

Dado el progreso que se ha hecho, hasta personas con quemaduras profundas sobre el 50 por ciento de su cuerpo ahora tienen una buena posibilidad de sobrevivir si reciben tratamiento en un centro que esté equipado para entenderse con quemaduras. ¡Pero cuánto mejor es evitar ser víctima de quemaduras! Los expertos en quemaduras dicen que el 50 por ciento o más de todas las quemaduras accidentales podrían evitarse. Hay algunas precauciones sencillas que todos podemos tomar.

La prevención

Primeramente, si usted es fumador sería muestra de sabiduría dejar de fumar. La revista Burns de enero de 1976 declaró: “Se ha señalado a los fósforos y el tabaco como las causas más comunes de incendios.” Y el director suplente de un centro de quemaduras, el Dr. Carlos Silva, dijo que la más frecuente causa singular de quemaduras severas es el fumar en cama. Una víctima de quemaduras explicó: “En el centro de quemaduras donde yo recibí tratamiento por lo menos tres o cuatro de los 18 pacientes se habían quemado mientras fumaban.”

Sin embargo las estadísticas indican que el fuego no es la causa de la mayoría de las quemaduras. Esta causa es los líquidos calientes. Y muy a menudo las víctimas de quemaduras causadas por líquidos calientes son niños. Sin embargo, la mayoría de sus quemaduras podrían haberse evitado si los líquidos calientes siempre se hubieran mantenido fuera del alcance de los niños, si no se les hubiera dejado a solas en una bañera de agua caliente, si no se hubiera dejado sobresalir de la orilla de una estufa el mango de una olla llena de líquido caliente, y así por el estilo.

Una medida de seguridad sería ajustar su calentador de agua de modo que el agua que salga de los grifos no vaya a quemar a nadie. El gobierno de los Estados Unidos declaró el verano pasado que era ilegal el que el agua de los edificios comerciales estuviera a temperaturas de más de 41 grados centígrados. El seguir este ejemplo no sólo conservaría energía preciosa, sino que también podría evitar serias quemaduras accidentales en su hogar.

Básicamente, el asunto es ejercer prevención. Al entrar en un edificio público, piense en cómo usted podría salir de él en caso de incendio. La gente casi siempre trata de salir por la misma vía que usó al entrar; esto resulta en aglomeración, y muertes. Hace muchos años, en el desastre del teatro Iroquois, en Chicago, de las 10 salidas que estaban disponibles, sólo se usaron 3... ¡575 personas murieron!

¿Qué hay de su propio hogar? Si hubiera un incendio allí esta noche, ¿cómo saldría usted? Una ventana por lo general es la mejor ruta de escape, especialmente si a usted se le despierta de noche. Un bombero aconsejó: “Cuando llegue a su cuarto esta noche, cierre los ojos o póngase un vendaje sobre los ojos y trate de llegar a la ventana. Entonces vea si puede abrirla.” En caso de incendio, su vida podría depender de que usted pueda hacer eso rápidamente.c

Si todos estuviéramos más alerta en cuanto a evitar quemaduras, y supiéramos cómo tratarlas inmediatamente cuando ocurrieran, menos personas llegarían a ser víctimas de quemaduras serias.

[Notas a pie de página]

a ¡Despertad!, 8 de noviembre de 1966, págs. 12-16.

b Burns—A Symposium, 1965, compilado y publicado por los Drs. Leon Goldman y Richard E. Gardner.

c Para más sugerencias sobre cómo evitar los incendios, sírvase ver ¡Despertad! del 22 de octubre de 1979, págs. 11-15.

[Ilustración en la página 17]

Aplique agua helada a las quemaduras rápidamente

[Recuadro/Ilustraciones en la página 19]

PARA EVITAR QUEMADURAS

No fume en la cama

No deje mangos salientes al cocinar

No ponga muy alto el calentador de agua

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