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Parte 2

Por qué es tan popular el fumar

A PESAR de las advertencias de que el fumar es peligroso para la salud y a pesar de las campañas contra ese hábito, el fumar sigue siendo muy popular. De hecho, muchas personas fuman más de lo que fumaban antes.

Desde 1965 a 1978, la cantidad de cigarrillos que se fumaron en los Estados Unidos alcanzó un aumento de 90.000.000.000, pero la cantidad de fumadores permaneció más o menos igual. ¿Por qué aumentó el consumo?

Contenido de brea y nicotina

Parece que un factor en esto es la reducción en la cantidad de nicotina y brea en los cigarrillos. La nicotina, un ingrediente importante en el tabaco que se usa para fumar, es una droga venenosa que se utiliza comercialmente en los insecticidas. Y la brea consta de las diminutas partículas del humo, y se le conoce también como “el residuo pegajoso del humo del tabaco.” Debido a que la nicotina y la brea son peligrosas para la salud, las compañías de tabaco han estado disminuyendo el contenido de estas sustancias en sus cigarrillos. ¿Con qué resultados?

Uno de los resultados es que los fumadores tienden a fumar más cigarrillos. “En pruebas preliminares,” informa Medical World News, “siete fumadores empedernidos se fumaron un promedio de 25 por ciento más cigarrillos por día cuando cambiaron a una marca de cigarrillo que contenía menos nicotina.” Debido a esto, el Dr. Stanley Schachter, quien condujo los experimentos, concluye que “la campaña a favor de cigarrillos con menos nicotina es una campaña descarriada.”

Pero, ¿qué hace que la gente fume más cigarrillos cuando los niveles de nicotina y brea son más bajos? En particular, el fumador hace eso para satisfacer su deseo vehemente de nicotina... de obtener la cantidad a la cual se ha acostumbrado. La nicotina llega al cerebro pocos segundos después que el fumador inhala. Por eso, cada fumada, según dice el Dr. Michael A. H. Russell, representa una dosis de una unidad de nicotina. Esto es, según declara él en Drug Metabolism Reviews (1978), como ponerse una inyección de heroína.

Un adicto a la heroína pudiera pasar varias horas sin ésta antes de desear vehementemente otra inyección. Después que alguien se fuma un cigarrillo, toma de 20 a 30 minutos el que la nicotina se disipe del cerebro y pase a otros órganos. Es más o menos a ese intervalo que un fumador empedernido se fuma otro cigarrillo... cuando necesita otra “inyección” de nicotina.

No obstante, ¿es justo comparar el deseo vehemente de fumarse un cigarrillo con el de la heroína? ¿Envicia realmente la nicotina?

¿Es el fumar un enviciamiento?

Comúnmente, las personas dicen que fuman porque les ayuda a relajarse, les alivia la tensión y las tranquiliza. Pero los experimentos muestran que, en vez de realmente hacer que el fumador se sienta relajado, el fumar simplemente le permite al fumador evitar los síntomas adversos del verse privado de fumar.

Este hecho quedó demostrado cuando tanto fumadores como no fumadores fueron expuestos a situaciones de tensión. Los fumadores que fumaban cigarrillos con un alto nivel de nicotina salieron mejor en tales situaciones que cuando fumaban cigarrillos con un nivel bajo de nicotina o cuando no fumaban en absoluto. Pero a estos fumadores no les fue mejor ni peor que a los no fumadores bajo las mismas circunstancias. La conclusión: “El fumar no hace que el fumador se irrite menos o esté menos propenso al fastidio,” dijo el Dr. Schachter. Sin embargo, añadió lo siguiente: “El no fumar o no tener suficiente nicotina lo hace más irritable.”

Tal como un adicto a la heroína necesita la heroína para evitar la irritabilidad y otros síntomas parecidos, así el fumador necesita su nicotina por una razón similar.

Actualmente las autoridades consideran el fumar cigarrillos como una forma de enviciamiento o toxicomanía. Según el informe “Fumar o tener salud,” hecho por el Colegio Real Británico de Médicos, “es una forma de depender de drogas distinta, pero no menos fuerte, que la de otras drogas que crean hábito.”

Fundándose en considerable investigación, el Dr. M. A. H. Russell declaró francamente: “Si no fuera por la nicotina del humo del tabaco, la gente no mostraría mucha más inclinación a fumar cigarrillos que a hacer pompas de jabón o encender cohetes chisperos.” Aunque también puede ser que haya otros factores envueltos en el que este hábito esté tan arraigado, es obvio que muchos fumadores están físicamente enviciados. Esto se puede ver por la agonía que sienten cuando tienen que pasarla sin cigarrillos. Al describir su abstinencia, Budd Whitebook escribió en la revista Harper:

“Mi cuerpo estaba más enfermo de lo que yo pensaba. En la primera noche, fue tanto el dolor en las coyunturas de los brazos y de los hombros y en los músculos del pecho y de las pantorrillas, que me escondí en la oscuridad y lloré. El dolor duró solo un día, pero por lo menos por una semana siempre estuve sintiendo dolor en alguna parte del cuerpo. Privé del humo y la nicotina a miembros de mi cuerpo como la boca, la nariz, la garganta, el estómago y cada diente, y la reacción de éstos a la falta de nicotina duró por mucho más tiempo. Continuamente arqueaba la boca como si estuviera ajustándome a una caja de dientes barata que hubiera comprado en alguna tienda. Me dolía la garganta como si hubiera fumado demasiado, quizás por estar inhalando demasiado fuertemente de un cigarrillo imaginario. Me sonaba la nariz sin necesidad. Es asombroso cuántas partes de mí —falange, órgano, membrana y pelo— deseaban que fumara, y cada una lo manifestaba con un dolor particular. Por dos semanas completas tuve náuseas.”

Quizás usted se pregunte: ‘¿No es un acto criminal el promover un hábito que envicia tanto y que es tan perjudicial a la salud?’ ¿Por qué se le promueve?

Cualquier cosa por dinero

Se ha sabido que hasta personas a quienes se considera bondadosas y respetables hacen prácticamente cualquier cosa por dinero. Sí, hasta matan. A veces los gobiernos entran en guerra y sacrifican muchas vidas a fin de proteger sus intereses económicos, por egoísmo. ¿Pudiera haber un paralelo en la promoción del fumar cigarrillos?

El Medical Tribune declara: “Los cigarrillos son una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos; sin embargo, la mayoría de los cuerpos gubernamentales han demostrado repetidas veces renuencia a proteger al público o, peor aún, actúan para agravar una situación maligna por medio de dar subsidios a los cultivadores de tabaco.”

El Daily News de Nueva York declaró: “La actitud del gobierno para con el tabaco es un estudio en hipocresía. . . . ha suministrado apoyos al precio del tabaco desde 1938, aumentando constantemente la cantidad hasta la actual de 65 millones de dólares, incluso una asignación de 24 millones de dólares en préstamos para que se envíe tabaco a las naciones de escasos recursos bajo el programa de Alimento para la Paz.”

El gobierno de los Estados Unidos devenga miles de millones de dólares anualmente de los impuestos sobre los cigarrillos. Pero también se benefician del tabaco miles de ciudadanos. Tan solamente en los Estados Unidos el hábito de fumar suministra empleo que significa el sustento para unas 450.000 familias que viven en granjas de tabaco y para 72.700 obreros de la industria del cigarrillo.

No obstante, se pueden hacer ajustes, y la gente puede ganarse la vida de otras maneras. Hace unos años todos los testigos de Jehová que estaban asociados de alguna manera con el negocio del tabaco se salieron completamente de él. Podían ver lo inconsecuente que era el que un cristiano produjera un producto que, según las pruebas médicas, “es responsable, anualmente, por más muertes que las que ocurrieron entre los estadounidenses en los conflictos de la II Guerra Mundial, Corea y Vietnam combinados.”

Pero alguien pudiera decir: ‘El fumador sólo se está haciendo daño a sí mismo. ¿Por qué prohibir un producto del cual la gente siente que deriva placer?

[Ilustraciones en la página 8]

Tal como un adicto a la heroína necesita la heroína para evitar la irritabilidad . . . . . . así el fumador necesita la nicotina por una razón similar

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