Obras de arte vivientes
MI HIJA tenía 13 años de edad cuando por primera vez trajo de la biblioteca a casa un libro que me inició en el arte japonés de cultivar árboles o arbustos enanos, o “bonsai.” A medida que ella me fue mostrando las fotografías del libro y ambas quedamos boquiabiertas de asombro por los maravillosos troncos de los árboles y las asimétricas formas artísticas, sentí crecer rápidamente mi interés en aquello. Devoramos la información, y al poco tiempo estuvimos en el vivero local para comprar arbolillos que pudiéramos convertir en bonsai. Juntas cortamos las raíces, podamos las ramas, atamos, alambramos y volvimos a sembrar los árboles en macetas. Pero poco después que hubimos colocado nuestros árboles en el patio notamos que se estaban muriendo.
Años más tarde nos mudamos a un área donde había arbolillos silvestres que podían ser desenterrados y utilizados para bonsai, así que otra vez intenté cultivarlos, y esta vez logré más éxito. Mi hija, que ya había crecido, no vivía en casa entonces. Pero hace poco estuvimos juntas en un viaje a Washington, D.C., donde visitamos el Jardín Botánico Nacional de los Estados Unidos. Dirigimos toda la atención a la Colección Nacional de Bonsai. La colección constaba de 53 árboles donados por la Asociación Japonesa de Bonsai. Esta colección incluía un espléndido pino rojo japonés de 180 años de edad perteneciente a la familia imperial. Estos árboles han estado al cuidado de generaciones de expertos. Cualquiera pudiera deleitarse con estas obras de arte vivientes, aunque no estuviera seriamente interesado en “plantar en bandejas” (que es el significado literal de “bonsai”). El que contempla estos bonsai puede fácilmente sentirse como un gigante que estuviera contemplando el paisaje de un mundo en miniatura.
¿Qué es un bonsai?
Para algunos esta afición pudiera parecer un intento de atormentar árboles mediante el retorcerlos en formas grotescas. Sin embargo, para los japoneses, quienes desarrollaron este arte, es un modo de tener a su alcance algo de la naturaleza mientras viven en una ciudad atestada de gente. El contemplar un árbol plantado en una bandeja, con el terreno cubierto de musgo y una roca áspera incrustada allí, trae remembranzas de una escena de que quizás se haya disfrutado en otro tiempo a escala normal.
Supongamos que usted haya pasado unos gratos momentos con su familia y amigos en una comida campestre bajo una arboleda. Usted pudiera tomar una fotografía de la ocasión como recuerdo, o pudiera sembrar un grupito de plantas de semillero en una bandeja “saikei” y tener una réplica viviente de la escena.
A los que disfrutan de ver una variedad de árboles, pero que carecen de suficiente espacio como para sembrar más de uno o dos árboles de tamaño normal, les convendría tener en el traspatio un fuerte banco rústico que pueda sostener fácilmente, en despliegue, una docena de árboles en miniatura. La situación de un conocido mío que cultivó árboles bonsai ávidamente fue al revés. Al adquirir una extensa propiedad, descontinuó su afición al bonsai y se dedicó a cultivar árboles de tamaño completo.
Nunca dejamos de disfrutar del otoño cuando cambia el colorido del follaje de los árboles de follaje caedizo. Un bonsai revestido de sus colores del otoño puede ser absolutamente encantador cuando se le tiene de cerca en la propia sala de la casa. Los árboles que florecen en la primavera lucen encantadores en el jardín, pero la duración de este despliegue de belleza puede ser acortada por una tormenta repentina que arranque de los árboles los capullos. Un bonsai en flor, sea que se trate de azalea, membrillo o glicina, se puede traer al interior del hogar lejos del imprevisible clima primaveral, de modo que se pueda disfrutar de él por más largo tiempo. Así, el poder transportar a estas plantas es otra razón por la cual se pudiera desear su cultivo.
Los bonsai son esencialmente plantas para cultivo al aire libre, ya que necesitan la luz solar, el aire fresco y el cambio de las estaciones para permanecer saludables. No es conveniente tener estos árboles en el interior de la casa, pues necesitan riego abundante y su follaje tendría que ser rociado con mucha frecuencia. La mayoría de los árboles se perjudicarían por la falta de humedad en los hogares con calefacción y, por eso, solo se les debe llevar al interior de la casa para disfrutar de ellos durante períodos especiales o como toque especial cuando se recibe a un invitado estimado.
Obteniendo los resultados
Si usted tiene algún entendimiento de las necesidades de las plantas y los árboles, puede disfrutar de la afición de cultivar los bonsai. La cantidad de libros disponibles sobre esta materia ha ido aumentando en proporción directa con el interés creciente que existe en los bonsai en el hemisferio occidental. ¿Ha podado usted alguna vez árboles o arbustos para moldearlos o para remover de ellos las ramas estropeadas? Sin duda empleó tijeras para podar los árboles, y tuvo que usar una escalera para alcanzar las ramas altas. Sin embargo, con los bonsai usted puede trabajar desde una banqueta de cocina y utilizar un cortaúñas en vez de tijeras. Si usted ha trasplantado árboles con éxito, sabía que la época del año era importante, y en algunos casos podó las raíces con una pala, y dejó pasar algún tiempo hasta que crecieran pequeñas raíces secundarias antes de desvincular la raíz primera de la tierra y efectivamente trasladar el árbol. Este mismo entendimiento le ayudará a trasplantar con éxito un árbol silvestre a un recipiente. Usted no se sentirá tentado a trasplantar un árbol durante los calurosos meses del verano, solo para que el follaje se marchite y el árbol muera. Tampoco cortará a hachazos la raíz de un árbol que ha sido cultivado en un vivero para forzarlo a entrar en una maceta para bonsai, todo en una sola operación.
Si tiene interés especial en plantas para la casa, algunas especies pueden ser cultivadas como bonsai para el interior. Entre estas se encuentran la azalea, el boj, el cotoneaster o Pyrocantha. Los estadounidenses aficionados al bonsai también utilizan la Ficus exótica y la Polycias fruiticosa. Al cultivar plantas dentro de la casa solemos trasladar nuestras plantas tropicales a macetas cada vez más grandes según las plantas van creciendo. Este es uno de los aspectos en que el cultivo de árboles bonsai es diferente, ya que las raíces de las plantas se podan con buen juicio no solo para mantenerlas año tras año dentro de los límites de la misma maceta, sino para estimular el crecimiento de raíces más jóvenes cerca del cuello. El follaje, correspondientemente, se recorta, con el resultado de que el tronco luce proporcionalmente más grueso.
No es de esperarse que un principiante tenga grandes logros durante los primeros años. Recuerdo la sonrisa débil, de confusión, en el rostro de un cultivador profesional cuando le presenté mis primeros intentos en este arte. Él no quería desanimarme, pero tampoco podía felicitarme sinceramente. Después de algún tiempo usted puede empezar a creer que algunos de sus árboles son magníficos, solo para darse cuenta luego, al asistir a una exhibición de árboles bonsai, que, en comparación con el trabajo de los expertos, los árboles suyos son insignificantes. No permita que esto lo desanime.
Si usted es de las personas que pasan algún tiempo en un ambiente agreste, puede ser que encuentre un árbol en miniatura por naturaleza... un tesoro para los entusiastas del arte del bonsai. O puede ser que al curiosear en un vivero encuentre un arbusto descartado que, por ser asimétrico, no se haya vendido.
Aunque hay quienes creen que en poco tiempo se puede lograr un bonsai terminado en todos sus aspectos, otros insisten en que se necesitan por lo menos 10 años antes que se pueda poseer un bonsai de verdadera belleza. Los dos grupos concuerdan, sin embargo, en que la edad es simple apariencia —una ilusión creada por la mano del cultivador de un bonsai— y no siempre por el transcurso del tiempo. De modo que, con paciencia, usted también puede tener una obra de arte viviente.—Contribuido.